La mente del Psicópata © [Trastornos 1] ✔

Vamos a salir

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T R E I N T A  Y  C U A T R O

Especial de San Valentín
atrasado 7-7

...

Cuando Casey despertó Matt se había ido y la puerta de la habitación estaba abierta.

La chica había salido de la habitación después de pensarlo por un largo tiempo y revisó la casa con temor, solo para darse cuenta de que las ventanas no podían abrirse y al parecer eran difíciles de romper. Algunas puertas estaban cerradas, pero llegó fácilmente a la puerta principal. Al instante en que la vio, se detuvo congelada. ¿Qué hora era? ¿Cuándo se había ido Matt?

Observó la puerta, preguntándose por qué había sido tan fácil justo ahora que había perdido las ganas y el interés en escapar.

¿Era una señal?

¿Acaso debía abrir la puerta?

Casey se percató de que su mano había llegado a la perilla de forma inconsciente, pero se detuvo allí.

Sí hubiera fingido estar enamorada de Matt, ¿Habría hecho esto tan rápido?

Entonces como por impulso abrió la puerta.

Observó el cielo despejado, era de día. La luz del sol ocasionó que sus ojos se cerrarán hasta adaptarse por unos segundos.

Cuando pudo abrir los ojos y bajó la mirada, nada más que árboles le dieron la bienvenida. Al parecer si estaba en medio del bosque y nadie iba a escucharla si pedía ayuda.

Casey no dio ni un paso hacia afuera, solo observó. Hasta que, por el rabillo del ojo, captó un casi imperceptible movimiento y una silueta familiar que hizo que se congelara en su sitio.

Se tranquilizó al recordar que Matt acababa de irse, el que estaba aquí debía ser Adam.

Adam, quién la había engañado cruelmente al darle falsas esperanzas en escapar y fingir ser "el bueno" con ella.

Aunque debió habérselo esperado, Ethan le había advertido que era un mentiroso, pero Ethan también le había mentido.

"Yo tampoco quiero dejarte ir..." , recordó las palabras de Ethan y sacudió la cabeza. Había decidido olvidar todo lo que pasó y así lo haría.

Entonces la voz que escuchó hizo que se sobresaltara y volviera a prestar atención a la situación:

—¿No piensas correr?

Casey giró la cabeza tan rápido que se mareo ligeramente.

Porque esa voz no era de Adam.

—Estaba seguro de que no saldrías.

Era Matt.

¡¿Era Matt?!

Estaba allí, apoyado en la casa a unos metros de donde ella se encontraba.

¿Acaso salir fue una mala idea?

No parecía molesto, pero ¿Lo estaba? ¿La encerraría otra vez?

—¿Estás molesto? —cuestionó nerviosa.

El castaño avanzó con dirección a Casey. Ella retrocedió hasta estar completamente dentro de la casa nuevamente.

—No, claro que no —respondió Matt cuando ingresó a la casa, pero no cerró la puerta— No pensabas algo tonto como escapar ¿Cierto?

Casey negó con la cabeza.