La mente del Psicópata © [Trastornos 1] ✔

El chico sin nombre

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C U A R E N T A  Y  U N O

» ¿Recuerdas qué decía el punto 11 del capítulo: "La guía para no perderse en el gran final"?

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Casey

El sonido de un disparo todavía retumba en mis oídos fuerte y claro, pero el impacto es lo suficientemente lejos como para no ocasionar daños.

—Se me resbaló, lo siento —escucho detrás de mí— Jamás te dañaría a ti ni mucho menos a ella.

Esa voz.

Se escuchaba tan similar a la del Matt frente a mí.

—Ahora, suéltala —vuelvo a escuchar.

Matt no me soltó. Estaba completamente inmóvil y tenso mientras observaba perplejo a la persona detrás de mí.

—De dónde... —empieza, pero hace una pausa desconcertado—...sacaste una maldita arma.

—Era de nuestro padre por su puesto —responde el chico de atrás con simpleza—La encontré después de que murió y la conservé.

Silencio.

Las dos voces eran tan parecidas.

—No me mires así, hermanito. Era para Jayden. Siéndote sincero pensé que me encontraría con él. No contigo.

—¿De qué estás hablando? —pregunta Matt y su voz se rompe— Nuestro primo... ¿Sabe acerca de esto?

—Ummm, sí —responde el de atrás— Es triste que nunca te dijera nada, pensé que nos quería mucho y eso, pero ¿sabes algo más acerca de él? Es un asesino.

—¿Puedes dejar de decir esas cosas de Jayd...—no termina porque algo parece hacer click en su cabeza—Un momento... ¿El asesino del pueblo es él?

Escuché una risa.

—Sí, pero ¿de qué te asustas? Sabes que no asesina a los que cataloga como inocentes y yo soy una mala persona —admitió— Por eso aparecerá por esa puerta para matarme en cualquier momento.

No digo nada y Matt tampoco

—Umm que extraño —se escucha decepcionado— Parece que está un poco atrasado.

Matt no quita los ojos de su hermano, pero de forma cautelosa toma mi muñeca con fuerza y pienso que está preparándose para correr conmigo. Después de todo, la puerta sigue abierta; sin embargo, la voz del chico detrás nos sobresalta a ambos:

—Yo no haría eso si fuera tú —advierte con voz siniestra— Es gracioso porque es como si hubiera sido tú todo este tiempo. Tengo tu cara, tu voz y tú nombre. Deberías seguir mi consejo.

El Matt que me sostiene queda inmóvil.

—Muy bien. Ahora cierra la puerta.

Retrocede aún sin soltarme y lo hace.

¿Qué está pasando?

Escuché un paso detrás de mí, pero antes de que pudiera acercarse más, fui arrojada con fuerza a un lado golpeándome la cabeza por segunda vez. El impacto contra la pared es tan fuerte como el primero. Mis ojos se cierran ante el dolor, pero me obligó a abrirlos. Entonces todo era borroso y confuso.