Puedes dejarme ir

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...

O N C E

»Suelen presentar intrusiones de identidades, voces o recuerdos en sus actividades cotidianas.

...


—¿Casey?

Adam se sorprendió al no ver a la chica por ningún lado pero el sonido de un golpe dentro del armario le hizo caminar hasta allí e intentar abrirlo pero este estaba con llave.

Esto solo pudo haberlo hecho Ethan.

Matt la hubiera amarrado a una silla o algo así.

Casey empezó a golpear el armario desde dentro, sus piernas se habían adormecido al estar tanto tiempo dobladas.

—¡Sácame de aquí!

Adam intentó recordar dónde podría estar la llave. "Tal vez en el cuarto de Matt", pensó y estuvo a punto de darse la vuelta para buscarla pero una voz lo interrumpió.

En el bolsillo de tu pantalón

Le sorprendió escuchar la voz de Ethan —casi siempre eran reclamos de Matt— pero decidió hacerle caso y revisó en su bolsillo. Sacó la pequeña llave y abrió el armario.

Casey, que estaba apoyada en la puerta, cayó sobre Adam que la sostuvo por los brazos y no permitió que cayera al suelo. Sus rostros quedaron a escasos centímetros. El castaño por alguna razón no podía dejar de mirar a los ojos de la chica. Casey le sostuvo la mirada, pero notó por el rabillo del ojo que la puerta estaba abierta.

"Es ahora o nunca", pensó la chica, "Por favor que sea Adam". Es lo que se repitió antes de empujar al chico que estaba distraído mirando sus ojos. Se bajó de un salto y corrió hacia la puerta.

Adam salió de su trance al recibir el empujón de la chica, solo lo había movido unos centímetros pero era algo que no se había esperado y eso le permitió a la chica bajarse y correr.

Es una mal agradecida

No debes sentir afecto por ella

Esta vez fue la voz de Matt la que logró que se molestara y lo impulsó a correr detrás de Casey.

Ella corrió desesperada hasta unas escaleras, pero ni si quiera llegó a bajar dos escalones cuando Adam la sostuvo por detrás.

—Por favor no —dijo la chica con la respiración agitada y el corazón latiendo tan rápido que parecía que se le saldría— Tú no eres como él.

Adam la ignoró y tomó su brazo, llevándola a rastras a la habitación.

—Escúchame, Adam. Tú eres el bueno ¿Cierto? —el chico asintió con la cabeza involuntariamente pero no la soltó en ningún momento.

Al ver que estaban cerca de la habitación y que el castaño no parecía querer cambiar de opinión se desesperó— Puedes ayudarme, puedes...

—No —prácticamente la empujó dentro de habitación debido a sus forcejeos y cuando estuvieron dentro se apoyó en la puerta, sin cerrarla del todo, pero impidiendo el pase de la chica

—Solo suéltame.

—No puedo —dijo con culpa y paso una mano por su frente con frustración— Tú no tienes ni idea de lo horrible que es estar atrapado en la mente de alguien. Pensé que podría tener una amiga, alguien de verdad, pero tú...Solo te importa escapar.

—¡¿Y qué quieres que haga?! Por si no te has dado cuenta, ¡Me secuestraron!

Adam pensó que la chica tenía razón. Debía ayudarla, pero cómo si cada vez que hacía algo, Matt lo tomaba como excusa para quitarle su tiempo.

—Quiero ayudarte, pero si lo hago el toma el control del cuerpo y yo... allí dentro todo es tan oscuro —el dolor en la parte baja de su cabeza apareció tan pronto como mencionó la palabra "ayuda" y reprimió una mueca de dolor— No puedo, lo siento.

El castaño se volteó con la intención de salir de la habitación, pero se detuvo con la mano en la perilla de la puerta porque Casey lo sostuvo del brazo.

—Adam, por favor —intentó con desesperación por última vez— Matt no está aquí.

—Ay, tonta Casey —respondió aún de espaldas, sin rastros del dulce tono de su voz— Yo siempre estoy aquí.

Casey retrocedió sin poder evitarlo. ¿Acaso acababa de cambiar?

—¡Dijiste que no lo harías de nuevo! —gritó la voz de Adam nuevamente, sosteniendo su cabeza con fuerza— ¡Yo respeto la privacidad de los dos!

La chica lo miró sin entender. ¿Era Adam o Matt? ¿Estaba luchando por mantenerse en el control del cuerpo?

—¿Adam? —preguntó temerosa de la respuesta.

—Te ayudaré —dijo a duras penas y salió de la habitación con rapidez.

Tan pronto como estuvo fuera se apoyó en la puerta y cerró los ojos con fuerza intentando ignorar el horrible dolor que le producía detener a Matt en su intento por tomar el control del cuerpo.

No estaría nada contento después del intento de escape de la chica y temía lo que podría hacer.

No podía estar aquí

Tenía que correr lejos, muy lejos.




La mente del Psicópata © [Trastornos 1] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora