Ese no es su nombre

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...

N U E V E

»Algunas personalidades parecen conocerse e interactuar entre sí en un complejo mundo interior. Suelen hacer pactos para determinar el tiempo en el que tomaran el control de la persona.

...


Casey estaba sentada en la cama y Adam que tenía el mismo rostro que Matt, la miraba atento.

O el bipolar-agresivo-amargado era uno y el que la había desatado y estaba frente a ella en este momento era otro.

Si eso era cierto, explicaba muchas cosas.

Podrían ser hermanos, gemelos para ser exactos

Podría ser una misma persona con dos personalidades

No, dos no. Que había del otro que solo se burló de ella, ¿Eran 3 entonces?

Adam la miraba fijamente, se preguntaba por que le habrían querido hacer esto a ella. Parecía una linda chica con ojos bonitos. Cada vez se replanteaba mas la idea de ayudarla.

Ya deja de mirarla

Ella trató de buscar alguna diferencia, algo que le dijera que podían ser gemelos pero no. Era exactamente igual.

—¿Dónde está Matt? —preguntó con la intención de sacarle algún tipo de información.

—Él no esta aquí —respondió Adam— Por lo general somos solo él, Ethan y yo.

Ethan

Se supone que el tercero es Ethan

Dejando de lado sus pensamientos y concentrándose en la respuesta del chico, Casey se dio cuenta de que hasta ahora no había escuchado que llamara a Matt por su nombre.

—¿Por qué nunca lo llamas por su nombre?

—Porque él no se llama así.

Sintió que su cerebro explotó, ¿Entonces Matt no era Matt o no se llamaba Matt?
Quería hacerle todas las preguntas que pasaban por su mente en este momento pero si lo hacía seguro se espantaría y se iría.

—Tú eres Adam —dijo lentamente mientras lo señalaba.

Él asintió y la miro de una forma extraña de nuevo

—¿Él es Matt?

Esta vez negó con la cabeza— No, pero él me dijo que te dijera que se llama así.

—¿Cuál es su nombre? —cuestionó con confusión.

— Él... —no pudo terminar la frase por que esa molesta voz en su cabeza apareció.

Cállate

Espera, creo que se te acabó el tiempo.

Te lo advertí, Adam.

Como siempre también se hizo presente el horrible dolor en la parte baja de su cabeza.

—No puedes...quitarme mi tiemp...—su voz salió mas como un quejido y Casey apreció la mueca de dolor en su rostro.

El castaño se tomó la cabeza con ambas manos y casi corrió hacía la puerta, pero se detuvo con la mano en la perilla antes de girarla.

—Tonta, Casey —el tono dulce de su voz se había esfumado— ¿Siempre fuiste tan preguntona?

—¿Qué? —se escapó de los labios de la chica con confusión. Otra vez el castaño parecía, no, era alguien diferente.

Se acercó a ella con un cuchillo en la mano. ¿De dónde lo había sacado? ¿Lo había tenido todo el tiempo?

Casey empezó a retroceder hasta que su espalda chocó con la pared. Sí, al parecer moriría hoy.

—Pero cuando soy yo parece que te comió la lengua el ratón —la acorralo contra la pared y puso el cuchillo sobre su cuello— Dime algo, ¿Puedes reconocernos?

Casey negó con la cabeza a pesar de no entender de lo que hablaba.

—No, no podrías —miro el cuello de la chica con detenimiento y puso el cuchillo sobre el— Tendría que darte una lección pero para tu buena suerte debo ir a la escuela.

La escuela.

No sabía cuanto tiempo llevaba aquí pero más o menos calculaba unos 4 días. Sí había pensado que dentro de ese tiempo su tía debió haber ido a la policía a reportar el caso y al pasar más de 24 horas se consideraba a una persona como desparecida, pero la policía del pueblo no era conocida por su eficiencia.

Antes de que fuera secuestrada, Casey recordaba haber visto en las noticias que extrañas desapariciones habían ocurrido en las últimas semanas.

Para su mala suerte seguro su caso había sido asociado con los anteriores.

—Mejor que te haya secuestrado yo que ese asesino justiciero ¿No crees? —preguntó jugando con la punta del cuchillo en el cuello de la chica, ejerciendo una mínima presión—Estoy seguro de que viste las noticias. ¿Te cuento algo? Esas personas desaparecidas están muertas.

"Ay dios. Seguro lo conoce", pensó Casey, "O peor aún, quizás es él".
No se sorprendería si le revelaba que él era el asesino, después de todo cuando estaba en modo te voy a matar y me va a gustar, como ahora, todo podía ser posible.

—De todos modos él no le hubiera hecho nada a una chica tan buena como tú. Solo asesina personas con historiales delictivos o pasados oscuros —soltó un suspiro cansado y negó con la cabeza— Ay querido Jayden queriendo jugar al héroe.

—¿Jayden? —cuestionó Casey al no reconocer el nombre.

—Revele su identidad —fingió estar arrepentido y presionó mas el cuchillo sobre su cuello— Que bueno que no se lo contarás a nadie ¿Cierto?

Casey negó con la cabeza, más por miedo que por otra cosa, y por fin sintió que el filo del cuchillo se alejó de su piel.

—Buena chica—el castaño acarició con su pulgar el cuello Casey, por donde hace unos segundos había pasado el cuchillo —Me gustaría quedarme, pero debo ir a fingir que soy Matt. Un chico normal, dolido por la desaparición de la chica que le gustaba.

La soltó y se dirigió a la puerta jugando con el cuchillo en su mano, dejando a Casey con más preguntas que respuestas pero apartando las que incluían al castaño. ¿Quién demonios era Jayden?



La mente del Psicópata © [Trastornos 1] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora