La mente del Psicópata © [Trastornos 1] ✔

Un final feliz

...

C U A R E N T A  Y  C I N C O

» De cualquier forma, alguien obtendrá lo que más anhelaba y no merecía:

Un final feliz.

...

—Porque si yo no lo hacía, tú ibas a secuestrarla.

Casey pasó su mirada de El indeseable a Matt tan rápido como terminó de escuchar aquellas palabras.

—¿Qué? —soltó en un hilo de voz.

Pero lo cierto era que siempre lo había sabido. Matt se lo había dicho directamente en varias ocasiones:

"—Sé muchas cosas sobre ti"

"—Te sigo a todos lados sin que te des cuenta"

"—Por las noches subo hasta tu ventana para verte dormir"

Sin embargo, nunca le creyó. Era un chico alegre y amable. Alguien que nunca pensó que podía llegar a ser un acosador. Aun así, Casey siempre sintió que había algo extraño en él, razón por la que lo rechazó constantemente hasta el último día que tuvo de libertad. Ahora sabía el porqué.

Matt no reaccionó al instante, estaba impresionado, confundido. Negó con la cabeza tan pronto como pudo y obligó a sus palabras a salir de cualquier forma.

—Eso no... —su voz se cortó un segundo, pero se recompuso—. Eso no es cierto. Yo jamás...

El indeseable no lo dejó terminar.

—Yo te vi, Matt, yo lo vi todo. Esa noche tu estabas a punto de volver por ella.

El mencionado estaba estupefacto ante esas conclusiones.

—¡Quería que llegara a salvo a su casa! —explicó al borde de la frustración— Había un maldito asesino suelto y ¡Resulta que es nuestro primo! Mismo que puede matarte en cualquier momento. Date cuenta de la situación y deja de decir estas cosas.

—No desvíes el tema, Matt.

—¿Te convenciste de eso para secuestrarla? Yo jamás le hubiera hecho algo parecido.

—Engáñate todo lo que quieras. Claro que querías hacerlo. Lo deseabas más que nada. Lo notaba cada vez que hablabas de ella, cuando te veía seguirla y escabullirte en su habitación. Lo cierto es que Matt no estaba enamorado. Matt se obsesionó con la pobre chica Casey.

Matt se quedó en silencio con la mirada perdida, vacía. Era cierto. Alguien que está enamorado no hace las cosas que él hizo. Se odió a sí mismo. No era el buen chico que todos solían pensar, pero, aun así, nunca podría haber secuestrado a Casey.

Aquellos pensamientos nunca pasaron por su mente. Jamás.

—Te detuve, Matt. Antes de que lo hicieras, yo me la llevé primero, pero es peor en tu caso. Tú eres al que siempre llamaron normal. Al que nuestra madre quería por esa razón.