Soy gay, alejate

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...

V E I N T E

» La esquizofrenia requiere tratamiento de por vida, incluso si los síntomas desaparecen. 

...


Hace mucho tiempo,
en una galaxia muy, muy lejana...

Siempre quise escribir eso /u\

Disfruten la confusión.



Hace algún tiempo...


Jayden estaba oculto entre los arbustos.

Observaba atento la ventana de su propia casa, ya que su primo, Matt, al que venía siguiendo desde hace algún tiempo, vivía con él y se encontraba discutiendo con alguien que no llegaba a verse, del otro lado de la ventana.

Estaba en perfecto silencio, dispuesto a escuchar la discusión. Hasta que...

—¿Qué estamos viendo?

Una ya conocida voz irritable lo hizo cerrar los ojos y soltar un suspiro cansado.

«Por favor, otra vez no», pidió en su mente.

Ladeo la cabeza y como supuso la pequeña rubia estaba de pie junto a él.

—¿Me extrañaste? —preguntó la niña. No gritó pero si habló algo fuerte dadas las circunstancias en las que se encontraban.

Le tapó la boca y la jaló hasta que quedó junto a él, oculta por los arbustos.

Matt había volteado en su dirección, ya que le pareció ver algo por el rabillo del ojo pero volvió a la discusión que mantenía al darse cuenta de que no había nada.

La rubia observó la ventana y se fijó en que —dentro de la casa— había un chico castaño que le resultaba familiar, gritándole a alguien que no se veía del todo. Entrecerró los ojos y dejo caer la cabeza hacia un lado confusa.

Acaso Jayden estaba...¡¿Acosando a ese chico?! Ante ese pensamiento, la pequeña abrió los ojos a más no poder y susurró-gritó en dirección al pelinegro cuando este quitó la mano de su boca:

—¡¿Eres gay?!

«Lo que faltaba», pensó Jayden.

—Mira niña, no sé quien te crees...

—Ya te dije que me llamo Beth —le recordó con seguridad y una sonrisa— Y soy tu futura novia.

El pelinegro rodó los ojos.

—¿Puedes dejar de seguirme?

—¿Puedes besarme de nuevo?

Jayden frunció en ceño ante las palabras de la niña y se alejó un poco de ella al recordar la primera vez que la descubrió siguiéndolo. Antes de supuestamente matarla, le había dado la oportunidad de cumplir su último deseo. El pelinegro había pensado que lo golpearía o algo así pero la pequeña mocosa lo había besado.

Claro que lo de matarla solo había sido para asustarla y que lo dejara en paz debido a su política de no asesinar inocentes, pero sucedió todo lo contrario y ahora la tenía como un chicle pegado al zapato.

—Te agradecería que no lo hicieras de nuevo. No quiero ir a la cárcel...

—Pero... —intentó decir Beth pero la mano de Jayden le cubrió el rostro, acallándola.

—Y menos por pedofilia, gracias.

—¡Tengo 14! —exclamó quitando la mano del pelinegro— Solo debes esperar 4 años.

—Soy gay, alejate.

—No hay problema, ya acepto que seas un asesino, un loquito que le habla al vacío...

Jayden la interrumpió.

—Ese —señaló al castaño que le gritaba exasperado a alguien dentro de su casa—...es mi futuro novio, ahora adiós.

—¿No es muy gruñón?

—¿No eres muy habladora?

—Un momento...¿Ese no va al internado con nosotros?

—No.

—Estoy segura de que lo he visto en algún lado —dijo intentando recordar mentalmente en qué lugar podría haberlo visto.

—¿Qué tengo que hacer para que te vayas?

—¿Darme un beso? —cuestionó con inocencia.

El pelinegro abrió la boca para objetar pero Beth habló de nuevo:

—Aunque...debemos pasar tiempo juntos para que te enamores de mí —hizo un puchero pensativa, pero luego volvió a fijar su mirada sonriente en el chico— Lo siento, no me iré.

Jayden pasó una mano por su frente con frustración cuando la puerta se abrió.

—¡Está saliendo! —exclamó la rubia.

Jayden le cubrió la boca nuevamente y la rodeó con un brazo para agacharse con ella y ser cubiertos por los arbustos por completo.

Beth sonrió al sentir los brazos del pelinegro al rededor de ella, estaba tan cerca...pero a él no parecía importarle en lo más mínimo y eso la entristeció. Toda su atención estaba en el castaño que salió dando un portazo y ahora se alejaba con los puños apretados.

—Oh, ya sé —habló bajito— Es tu próxima víctima ¿Vas a matarlo?

Jayden observó a Matt alejarse con dirección al bosque y respondió sin darse cuenta:

—Aún no.



...

Hey!

Por fin apareció el asesino justiciero.

Y ya comprobamos que Adam no mentía cuando dijo que era su primo. Lo de Adam es más decir mentiras combinadas con verdades así que presten mucha atención.

Dato: Jayden fue el que observó todo en el primer capítulo.

¿Qué estará esperando?

En el próximo capítulo todo vuelve a la normalidad.

Nos leemos pronto <3

La mente del Psicópata © [Trastornos 1] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora