Personalidad múltiple

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...

D I E Z

»El trastorno de identidad disociativo fue llamado en un comienzo trastorno de personalidad múltiple

...


Casey miraba el pedazo de vidrio que obtuvo y ocultó bajo su almohada cuando Matt tiró la bandeja de comida la segunda vez.

Se preguntaba si sería capaz de usarlo cuando el castaño volviera y justo en ese momento la puerta se abrió haciendo que la chica se sobresaltara​.

Guardó el arma improvisada inconscientemente bajo su almohada y se levantó de un salto cuando se percató de que Matt —o el que sea su nombre— se encaminó directamente a la cama.

"Lo vio", pensó la chica con referencia al vidrio y se lamentó en silencio, "Tal vez lo use para matarme".

Sin embargo, el castaño no revisó ni le recriminó nada.

—¿Quién de todos eres? —cuestionó ahora desde la esquina de la habitación.

—¿Sabes mi nombre? —preguntó mostrando otra de sus sonrisas de burla, no era Adam. Quedaban Matt e Ethan.

—¿Matt? —inquirió Casey y el castaño negó con la cabeza sin borrar su sonrisa— ¿Ethan?

Soltó una fuerte carcajada y se dejó caer en la cama. Cruzó los brazos detrás de la nuca y centró su atención en la chica que no se movió ni un centímetro de su lugar.

Casey maldijo por dentro al pensar que en cualquier momento el castaño revisaría bajo su almohada y encontraría el pedazo de vidrio, pero este siguió hablando con normalidad.

—Parece que Adam te dijo todo —dio unos golpecitos a la cama como diciéndole que se siente— ¿No es así, llorona?

—Eres Ethan...—dijo lentamente tratando de no mirar la almohada pero fallando en el intento.

—Asi es, el mejor de todos— afirmó con una sonrisa—¿No vas a venir? — se sentó en la cama para mirarla de frente, recibiendo una negación con la cabeza por parte de la chica. Soltó un suspiro cansado— Deberías verle el lado bueno.

—¿Lado bueno? —Las palabras se le escaparon sin pensar que el castaño podría tener uno de sus repentinos cambios y se arrepintió en silencio esperando lo peor. Sin embargo, él le respondió tranquilo y con obviedad.

—Sí, a mi me gustaría que una chica bastante guapa me alejara de los problemas y que encima me diera ropa y comida gratis —el rostro de la chica solo le transmitía una mirada de odio— Amaría a esa chica, hasta le diría que nos casemos.

Casey rodó los ojos pero suspiró aliviada por dentro. Al parecer los normales era Adam e Ethan.

—Si, bueno —se levantó y caminó hasta donde estaba la chica, la tomó de la mano y la guio hasta sentarla en la cama frente a él— ¿Ya ves que fácil fue? No es como si fuera a hacerte algo, después de todo él tampoco lo ha hecho.

"Aún", pensó Casey. Era de esperarse, el que Matt pasara de estar en modo: Estoy tranquilo y te quiero, a: Por qué no me quieres y me gustan los cuchillos. Solo podía terminar en una cosa: Morirás porque no me quieres.

—Pero no te preocupes, Matt está muy ocupado con eso del amor como para lastimarte—hizo una pausa pensativo —Me sorprende, la verdad. Al parecer tenía corazón —sacudió la cabeza y se enfocó en la chica, cambiando de tema— ¿Qué tal si jugamos un rato?

Sin esperar respuesta la tomo de la mano y la llevó a rastras hasta el armario. Hizo a un lado algunos ganchos con ropa (más bien, vestidos) y alzo a la chica hasta posicionarla sobre algunos cajones. Cerró la puerta y se apoyó delante de ella para que no pudiera salir.

—¿Bastante cómodo?

—¡¿Qué haces?! —Casey gritó y golpeó la puerta con fuerza desde dentro, pero esta no se movió ni un centímetro— Déjame salir.

—Me di cuenta de que no tienes más que ponerte que esos lindos vestidos cortos —habló con burla, ignorando a la chica—¿Te gustan?

—¡Déjame salir!

—Te traeré mi ropa si tanto te molestan.

Sabía que a la chica no le gustaban en lo más mínimo. Ellos podían ser consientes de las acciones del que tomara el control siempre y cuando ambas partes estuvieran de acuerdo. A Ethan, sobre todo, le gustaba estar presente cuando Matt tomaba el control, ya que podía sacarlo de quicio con sus comentarios y tal vez la única razón por la que este último no le negaba el acceso era porque al hacerlo era más probable que se produjera el cambio.

Después de un rato ignorando los quejidos de la chica pensó que podía llegar a un acuerdo con ella— Bien, llorona —respondió de la mala manera pero su sonrisa no tardó en aparecer—, pero tendrás que ayudarme a molestarlo, enserio es muy gracioso cuando lo hace.

—No —Casey no estaba dispuesta a soportar otro cuchillo en su cuello.

—¿No? —fingió tristeza— Bien, supongo que te quedarás allí.

Sacó de su bolsillo la pequeña llave del armario que había tomado de la habitación de Matt y puso el seguro a la puerta.

—¿Has escuchado hablar del trastorno de identidad disociativo?

—¿De que hablas? ¡Abre la puerta!

—¿No? Trastorno de personalidad múltiple ¿Te suena?

Casey dejó de golpear la puerta. "Personalidad múltiple".

—Piensa en eso mientras estas allí dentro —se dirigió a la salida mientras la chica se rindió y dejo de hacer ruido por completo— Por cierto me llevé ese pedazo de vidrio debajo de tu almohada, espero que no hayas pensado en usarlo contra mi.


La mente del Psicópata © [Trastornos 1] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora