Dime que me quieres

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...

V E I N T I U N O

»Las sesiones de psicoterapia para
el tratamiento del TID, tienen como objetivo integrar las personalidades en una personalidad única o alcanzar la interacción armoniosa entre ellas...

...


Cuando menos te lo esperes,
te voy a asesinar.

Piensa que es un sueño, que aún puedes escapar.

Sé que estás despierta. Tienes ganas de gritar.

Hazlo, no sabes cuanto...muero por escuchar.

Cuando abras los ojos, sé que me odiaras.

Pero no será por mucho. De mí te vas a enamorar.

Y cuando llegue el momento, el cuchillo enterrare en tu pecho.

Pues él se habrá enterado.

Pero tú nunca lo sabrás.

Pues para ese momento, no verás más que oscuridad.

Casey permanecía inmóvil mientras escuchaba la tétrica canción. Era parecida a la que había escuchado la primera vez, pero notaba que tenía ligeras modificaciones.

Abrió los ojos, enfocándose en la situación en la que se encontraba, pero algo se los cubría. Estaba completamente inmovilizada, sentada sobre una superficie fría. Al intentar removerse, sintió un horrible dolor en sus muñecas y sus tobillos. Sus brazos parecían amarrados a su espalda que permanecía recta y también había algo que ajustaba su cintura.

Estaba amarrada a una silla,

Luchando por desatarse.

Y había alguien allí, frente a ella.

¿Cómo había pasado esto?, era la pregunta que rondaba en su mente. Sus recuerdos eran confusos.

...Había intentado escapar, llegó hasta una puerta al final de un pasillo y entonces...

—Te ves hermosa.

El castaño no podía dejar de observarla. Sin duda su gran sueño al fin se había cumplido.

Se acercó lentamente a la silla en la que estaba amarrada y cuando estuvo frente a ella, bajó la venda que cubría sus ojos.

Casey se dio cuenta por fin de que no tenía puesta la ropa holgada del castaño, sino un corto vestido nuevamente, pero no reclamó nada.

Matt se sentó en el suelo frente a ella y soltó un suspiro de cansancio negando con la cabeza.

—¿Sabes? Pensé que empezábamos a entendernos, que de alguna forma empezabas a aceptar estar aquí, conmigo —desvió la mirada y soltó una risa— No puedo creer que estuve a punto de dejarte andar libre por la casa —su mirada se volvió sombría y se notó la amargura en su voz— Pero como siempre, por alguna razón lo echas a perder todo.

La mente del Psicópata © [Trastornos 1] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora