La mente del Psicópata © [Trastornos 1] ✔

Amnesia Selectiva

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E X T R A

» ¿Has escuchado hablar de la amnesia selectiva? Adam tiene una gran explicación para ti.

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Casey abrió los ojos cuando el crujir de la puerta del sótano abriendose la despertó. Sin embargo, ella no sabía dónde se encontraba y no tenía idea de cómo había llegado a ese lugar.

Un sentimiento de malestar se apoderó de su pecho cuando observó lo que parecía ser sangre en el suelo y apartó la mirada convenciendose de que se lo había imaginado. Todo estaba muy oscuro. De pronto, se llevó una mano a la mejilla solo para comprobar que sus lágrimas caían sin control por alguna razón que desconocía.

—¿Qué sucedió? —preguntó al observar una sombra a lo lejos descendiendo por las escaleras— ¿Qué está pasando? ¿Por qué estoy aquí?

Aquella sombra terminó de bajar las escaleras y se acercó a ella rápidamente.

—¿Eres tú, Matt? —continuó Casey respirando agitadamente y dijo lo siguiente con suma rapidez— Por favor, sácame de este lugar. No quiero estar aquí.

La única bombilla que colgaba del techo y que cada vez emitía menos luz, dejó al descubierto el rostro de Matt cuando este se acercó lo suficiente, pero Casey no se tranquilizó. Las lágrimas seguían cayendo por sus mejillas sin ninguna explicación.

Casey llevó ambas manos a su cabeza cuando fue consciente del dolor en la misma y se removió en el frío suelo evitando mirar lo que la rodeaba.

El castaño se agachó hasta quedar a la altura de la chica y sostuvo su rostro con ambas manos limpiando sus lágrimas.

—Tranquila —murmuró intentando calmarla— Volví por ti.

Ella no pareció escucharlo.

—Lamento lo que hice —se disculpó— No lo volveré a hacer.

El indeseable frunció el ceño.

—Pero si no hiciste nada, tonta Casey.

Ella levantó la mirada hacia él con confusión sin dejar de llorar.

—¿Tú no me dejaste en este lugar?

Sí, sí lo hice, pensó él, pero se mantuvo en silencio.

—¿Por qué estoy aquí? —continuó Casey con voz temblorosa.

—No lo sé —mintió el castaño—, pero te sacaré de aquí.

Casey no entendía lo que sucedía. Las últimas horas parecían haberse esfumado de su mente. Su último recuerdo era de ella recostandose en la cama para dormir, pero luego no había nada. Un vacío y.... dolor. De forma inmediata, Casey cerró los ojos y soltó un quejido por la fuerte punzada que se apoderó de su cabeza al intentar recordar más de lo que podía.

Por su parte, el castaño frente a ella rodeó su cintura con una mano y la otra la pasó debajo de sus piernas, levantandola del suelo.

—Vamos —El indeseable cargó a Casey en sus brazos y salió del sótano con dirección a su habitación. Cuando llegaron, intentó depositarla en la cama, pero ella se negó a soltarlo.

Sin tener otra opción, el castaño se sentó sobre la cama aferrando a Casey contra su pecho. Observó el rostro de la chica separado por una corta distancia sin decir una palabra y sin poder creer lo que sucedía ¿Qué estaba pasando? ¿Acaso ella lo había olvidado todo en serio?