Capítulo XXXVI: Plumas reales

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Adrien no podía creer lo que sus ojos estaban viendo en ese momento. Marinette, su dulce amiga, que se sentaba detrás de él en clases, se había transformado en su compañera, la gran heroína de París, Ladybug. Estaba tan eufórico que ni siquiera la escuchó cuando le dijo que escapara, para después alejarse a enfrentarse a Víctor. Plagg tuvo que morderle la oreja para que volviera a la realidad.

- Auch ¿Qué te pasa? – alegó sobándose la oreja.

- ¡Como que ¿Qué te pasa?! A menos que quiera quedarte viudo antes de declararte, ¡muévete! – exclamó molesto, señalando en dirección a Ladybug y Víctor.

- Tienes razón, ¡garras fuera! – exclamó activando su anillo.

- Y cuando no la teng waaa – exclamó entrando al anillo de su portador, sin darle tiempo al kwami de terminar la oración.

Y en buena hora reaccionó, ya que Víctor no la había visto transformarse y la estaba atacando con todo lo que tenía.

- ¿Una manita, my lady? – la saludó, colocándose a su lado. Tratando de disimular la sonrisa estilo gato Chesire.

- Podrían ser las dos – contestó volviendo a atacar.

- Lo que tú quieras – exclamó galante, siguiéndola.

A pesar de que habían tomado la forma de los héroes de Paris, debían admitir que Víctor, como villano, era muy fuerte. Y el hecho de no saber cómo pararlo no ayudaba.

Ladybug se alejó un poco, para buscar en el lugar algo con que detenerlo. El chico lo notó y fue directo a ella, con el puño lleno de la energía violeta, la misma con las que los estuvo atacando. Chat Noir fue más rápido que él y lo golpeó en toda la cara, con su bastón.

- Pero que caballero, atacando así a la Mademoiselle y en mi presencia – se burló, mientras tomaba su bastón como si fuera su espada de esgrima.

- Gato estúpido, me las vas a pagar – exclamó lanzándose contra él.

Sabía que era su culpa de que Víctor estuviera así, pero debía admitir que era muy gratificante golpearlo.

- Vamos, eso es todo lo que tienes – provocó Chat. Para darle más tiempo a Ladybug.

Mientras tanto, la chica miraba la escena, desconcertada por las reacciones de su compañero. Era coqueto, sí, pero nunca lo había visto tan temerario.

- ¡Vamos Mari! Concéntrate – se gritaba internamente, buscando la forma de detenerlo, sin tener que ponerse al medio de los dos y des transformarse - ¡CHAT! – chilló al ver que Víctor, se alejaba, con la ayuda de sus alas, para atacar por la espalda al héroe, lanzándolo hacia unos árboles, rematándolo con un rayo de color turquesa.

- Ahora te vas a comportar acorde a tu edad – exclamó con superioridad, tras eso desvió su mirada hacia la mariquita – ahora solo quedamos los dos.

Víctor iba usar la misma técnica que uso con Chat Noir, pero ella se anticipó a sus movimientos, lanzando su yoyo hacia la rama más cercana y subiéndose a ella, provocando que Víctor que cayera directo al suelo.

Ladybug miró hacia donde había sido lanzado su compañero, no daba señales de que fuera a levantarse.

- Debo usarlo ahora – dijo, aludiendo a su Lucky Charm.

- No te vas a escapar – exclamó Víctor, tras la heroína, la cual solo alcanzó girar sobre sí misma, para ver como el chico era golpeado... ¿con un abanico?

Un viaje InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora