Capítulo XXXIX: Crème Chat Noir

681 68 20
                                    


Con mucho pesar, la profesora Curie, dejó a su minino sentado, en la encimera. Por ellos no se separarían nunca, pero debían hacerlo, por sus "máscaras". Ya habría más tiempo para cariños maternales.

Con la mirada vigilante de su hijo, Celine se disponía a continuar con sus labores, cuando se encontró con la sorpresa de que la cocina estaba encendida y con la olla arriba.

- De nada – exclamó Duusu. Celine solo sonrió y le acarició la mejilla, agradecida – Voy a vigilar – dijo alejándose.

- ¿Vigilar? – preguntó confundido el gatito.

- ¿Quieres que tus profesoras o tus compañeros te vean así? – respondió divertida. Chat Noir negó rápidamente con la cabeza, no quería averiguar lo que harían sus compañeros (en especial sus amigos) si lo vieran así. Duusu solo rio, alejándose.

Al cabo de unos minutos, Celine agregó las verduras que había cortado en la olla y estaba tan concentrada en la preparación que no vio que Chat noir se había parado en la encimera y se estaba acercando a ver que lo que hacía.

- ¡Viene alguien! – exclamó Duusu alertando a su portadora. Quien miró en todas direcciones buscando un lugar para ocultar al gatito.

Las encimeras eran tentadoras, sin embargo estaban repletas de cosas, por lo que no eran una opción.

- ¿Y el horno? – preguntó el minino. Con el tamaño que tenía cabía a la perfección.

Celine lo miró un segundo, no era mala idea. Lo iba a tomar, pero ya era tarde la persona que había escuchado la kwami estaba en el umbral de la cocina.

Caminaba con paso nervioso, por ella no iría, quería buscar a su amigo, pero la profesora Bustier la encontró y la mandó a "reportarse" con la profesora Curie.

- ¿Pro-pro-profesora? – preguntó nerviosa. Al verla tan agitada.

- ¿Marinette? Qué alivio – exclamó aliviada. Afirmándose en la encimera, Marinette no pudo evitar mirarla extrañada.

Celine no alcanzó a hablar, cuando su minino al ver a su "amiga", dio un brinco y corriendo a toda la velocidad que le permitían sus pies, iba a abrazarla, cuando...

¡¡Splash!!

Chat noir tropezó con la olla con agua, cayendo sentado en ella. Dejando sin palabras a su mamá, Marinette y a sus respectivas kwamis.

 Dejando sin palabras a su mamá, Marinette y a sus respectivas kwamis

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- ¿Miau? – musitó inocente. Tan sorprendido como ellas.

- Eh... ¿ese es Chat noir? – dijo en falsa sorpresa, Marinette. Ya que se suponía que ella no sabía.

- Es un poco largo de explicar, pero si – admitió Celine - Chat noir, si querías tomar un baño me lo hubieras dicho – dijo divertida Celine.

- Jaja – se río sarcástico, mientras tomaba un poco del agua de la olla - Ugh le falta sal – exclamó, sacando la lengua asqueado.

- Chat noir, no sabía que eras desabrido – dijo irónica Marinette. Ni ella, ni Celine pudieron aguantar el ataque de risa.

Indignado, Chat noir trató de salir de la olla, pero estaba tan apretado que no había forma de salir, por su cuenta.

- Emm... ¿alguna podría ayudarme? – preguntó haciendo un puchero, aun molesto.

Tratando de contener la risa, Celine se adelantó y sacó a Chat noir de aquella "mojada situación".

- Gracias – dijo, manteniendo el puchero. Celine solo suspiró.

- Por cierto, Marinette ¿Por qué tienes esa cara? – preguntó amable, al notar que a pesar de la risa, la mirada de la chica demostraba tristeza y preocupación.

- Es que... - ¿Cómo le explicaba? Sin delatarse – no encuentro a Adrien – susurró, contándole lo que "había ocurrido" cuando apareció Víctor akumatizado - estuve buscándolo por todos lados, hasta que me encontró la profesora Bustier. Y me pidió que viniera con usted.

- Ya veo – susurró tranquila. Tenía la sospecha que Marinette no conocía la identidad de Chat noir y viceversa y la explicación de la chica la delató.

No quería "echarlos al agua", por lo que tuvo mucho cuidado al elegir sus palabras.

- Tranquila, de seguro está bien, lo más seguro tomó otro camino, recuerda que Adrien conoce este lugar... o por lo menos eso dijo cuando llegamos – aclaró. Marinette solo asintió con la cabeza, no muy convencida.

Si fuera por Marinette, le habría dado las galletas que necesitaba Tikki para recuperar energía (que lo estaba haciendo, en compañía de Duusu) y saldría a buscarlo. Chat noir no dijo nada, solo miraba sorprendido a su amiga, no se esperaba esa reacción de ella, aunque fuera Ladybug.

- No puedo dejar que vuelvas sola al bosque a buscarlo, por lo que hagamos esto – dijo Celine entregándole al felino a la chica – esperemos una hora, sino aparece salimos como curso a buscarlo ¿te parece? – ofreció.

- De acuerdo – dijo extrañada – pero ¿Por qué? – preguntó levantando al gatito que estaba tan desconcertado como ella.

- Porque no creo que nadie quiera comer Crème Chat noir - dijo sarcástica, mirando al minino – Por lo que te voy a pedir que lo cuides, por favor – dijo sonriendo. Marinette y Chat noir se miraron perplejos – Además, me atrevería a decir que Chat noir, prefiere estar contigo que conmigo – dijo divertida.

Adrien miró a su mamá, rojo como semáforo y con los ojos como platos, sin poder creer lo que dicho ¡¿fue tan obvio?!  

Un viaje InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora