-Sakura por favor...- susurro el derramando amargas lágrimas.
Ella comenzó a cerrar los ojos, le sonrió por última vez, no podía creer ni en un millón de años que amaría tanto a una persona como lo había amado a el.
-No me dejes, sin ti no se que hacer...- le rogó tratando de impedir que está cerrará sus ojos, no podría soportar ver por última vez los ojos color jade que a él tanto le gustaban.
Y ahí lo descubrió, su naturaleza era amar hasta la muerte, no hablando de un amor superficial, sino de un amor real, un amor único y para toda la vida, lo entendió a duras penas, se había forzado a vivir solitariamente sin tomarle afecta a nada ni nadie.
Porque fue en ese entonces, cuando su primer perro murió mostrando su fidelidad a sus amos, protegiéndolos con su vida de un oso, cuando el sintió el dolor de una perdida, a pesar de no haberse inmutado delante de los demás (no quería ser visto como una persona débil ni sentimental como su hermano Asura) realmente algo dolió en su interior.
Y luego estuvo ella, la mujer que amo con locura, la que le regaló uno y mil momentos que jamás podría olvidar, ella era su mayor prioridad siempre.
Una mujer débil, con un cuerpo frágil, una hermosa sonrisa, no sabía siquiera lo que era un kunai, era tan ajena al mundo ninja... Sin embargo la guerra no se fijó en eso, sino en provocar muertes, y entre tantas de ellas ocasionadas, una fue la de Sakura Haruno, su mujer.
Allí cuando perdió lo único que había amado en su vida, fue cuando descubrió que el odio provenía siempre de una cosa, el amor.
Y eso fue también heredado al clan Uchiha "la maldición del odio" y algo que tal vez muchos no entendieron, fue que dicho odio, provenía del amar, del querer proteger, a algo o alguien.
Eso los hacía más poderosos, el amor y no el odio.
Pero para las demás personas era más fácil ver la parte mala que la buena, en este caso se los condenó como el clan del odio.
-Indra... Tal vez, en otra vida..- susurro ella y finalmente cerro sus ojos.
Indra apretó el cuerpo de esta mujer a su pecho llorando amargamente.
-Te quiero en esta vida Sakura... -Sollozo dándole un beso en la frente.
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Madara suspiro desde la punta de un árbol, vio a su hermano menor esforzarse una y otra vez para llegar donde el.
Esos recuerdos amargos de una vida pasada no lo dejaban tranquilo, sentía su corazón latir fuerte cada vez que recordaba a esa mujer de hermosos ojos jade y cabello rosa.
-¡Izuna!- escucho una voz conocida y bajo la vista rápidamente, allí enfrente de su hermano estaba una niña reprendiendolo.
-Ya Kira, ya entendí...- bufo el tomando unos papeles que ella le daba.
La observo, cabello rosa, no podía ver bien su cara, pero sabía que era una Haruno, ese cabello tan peculiar solo podían tenerlo ellos.
Bajo de un salto y la observo por un segundo.
-¿Que ocurre?- pregunto ella, lo miro con sus grandes ojos jade.
-Nada...- murmuró, pero estaba seguro que era ella la misma persona de sus recuerdos.
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-¡Sasuke!- este abrió sus ojos sobresaltado, había tenido un extraño sueño, como si estuviera viendo los recuerdos de otra persona.
-Ya vamos a cenar, ¿Estas bien cariño?- pregunto su esposa notando que algo de el estaba raro.
-Lo estoy.- bajo colocándose enfrente de ella.
La observo por un minuto, no podían ser las mismas mujeres, era solo un sueño sin sentido.
Camino a su lado por un pequeño tramo del patio y algo lo hizo sentirse mal, su vista se nublo.
-Sasuke?- Sakura rápidamente lo tomo de los hombros evitando que se cayera.
Luego de un silencio, la brisa del viento le trajo muchos recuerdos a Sakura, recuerdos que creía perdidos.
Cuando miro a su marido, no era exactamente la misma persona.
-Me prometiste que sería en otra vida y aquí estoy...- susurro ahora Indra en el cuerpo del Uchiha.
-Indra...- murmuró la Sakura Haruno que había estado enamorada de él.
Tomo el rostro de este y lo acerco al suyo, suavemente lo beso como había soñado todo este tiempo.
Todos los años que espero por ella habían valido la pena al final de cuentas.