-Sakura...- Gruño Gaara viendo que la chica no quería soltarlo.
-No.- reprocho como una niña.
-Tengo que ir al trabajo, sabes que no puedo quedarme.- Le dijo viendo que ella se aferraba aun mas a su pecho.
-No quiero.-
-Vamos... No eres una niña.
Ella gruño enojada, y lo soltó, se dio vuelta dándole la espalda en la cama.
-Solo iba a ser un ratito.- se quejo enojada. Gaara sonrió, ella lo dominaba completamente, todas las mañanas era la misma historia. Se dio vuelta y la abrazo por la cintura.
-Solo por un momento...- dijo el resignado, ella se dio vuelta feliz y lo apretó en un abrazo, Gaara acarició su cabello hasta que ella volvió a dormirse.
Se levanto lentamente y salió corriendo de la habitación, no sabía si cuando se despierte haga otra de esas escenas.
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-Gaara, llegas tarde.- le dijo Kankuro viendo al Katzekage entrar por la puerta de la oficina.
-Lo siento, me dormí.- respondió rodeando el escritorio para sentarse.
Kankuro lo miro alzando una ceja, las excusas de su hermano siempre eran las mismas, aunque nunca le decía nada, era obvio que le avergonzaba decir que su esposa era su mayor debilidad.
Gaara lo ignoro y comenzó con su deber, miro los nuevos informes del día.
-¿Puedes explicarme esto?- le dijo irritado viendo el reporte de un grupo de bandidos que se hacían pasar por akatsuki.
-Ah, si, se hacen llamar los nuevos akatsuki, es un grupo de ninjas renegados que andan causando estragos a las afueras de la aldea.
-No creo que se animen a venir hasta aquí...- gruño frustrado.
-Yo aconsejaría armar un escuadrón con los ninjas mas capacitados y mandarlos en una misión.
Gaara quedo observando los papeles que Kankuro le daba. Empezó a mostrarle los ninjas que había considerado para la misión.
Vio la foto de Sakura y se le formo un cosquilleo el estomago a causa de los nervios.
-Ella no.- Cortó tajante.
-Gaara...- Kankuro se apretó el puente de la nariz observando la actitud infantil de su hermano.
-Que no, busca a otro.
-No es una misión de alto rango y Sakura-san es la ninja medico mas fuerte que tenemos, ella debe ir.
Gaara se tiro hacía atrás en el asiento, se negaba a mandar a su esposa a esa misión, era consiente de que tardarían al menos unas semanas y no quería estar separado de ella tanto tiempo.
-Aun así no.
-Solo dame una buena razón para que no vaya.- Kankuro lo desafió con la mirada, Gaara quedo en silenció y miro a un costado evitando hacer ver su rubor aunque su hermano ya se había dado cuenta de la situación.
-Esta ayudando en el hospital.- respondió inmediato cuando se le ocurrió la excusa perfecta.
-Pediré que la reemplacen por esa semana.-
-No, ni hablar.
-Gaara, recuerda que eres el Kazekage, tienes que pensar en el bienestar de la aldea.- A Kankuro ya le estaba molestando la actitud infantil de su hermano.
El no dijo nada, se quedo mirando un punto fijo.
-La Kazehime no tiene que cumplir misiones, no es su obligación.- Kankuro dio vuelta los ojos antes de responder.