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26 de Julio de 1968, Diario del capitán Owens

        A media tarde, han descubierto la entrada a una gruta. Al instante, se nos ha requerido que abandonásemos las inmediaciones y nos hemos retirado a unas quinientas yardas de la excavación. Un soldado, equipado con una máscara de gas, un contador Geiger, además de un pájaro y un ratón de laboratorio encerrados en sendas jaulas, se aproximó a la zona. Tras comprobar que no se medían indicios de radiactividad, depositó las jaulas a la entrada de la gruta y se retiró donde permanecíamos el resto. Al cabo de unos cinco minutos, se aproximó de nuevo para ver si continuaban vivos y, una hora después, los retiraron de allí. El resto de la tarde, lo hemos dedicado a observar si se producían cambios perceptibles en alguno de los animales, sin que se descubriese ninguno.

        En paralelo, Howler se ha dedicado a discutir acaloradamente con Lawry.El general pretende enviar una patrulla a investigar la gruta, pero Howler,apoyado por la mayor parte de los científicos, se opone en redondo. Al final,el azar dirime la contienda, ya que la mascota del coronel Kessler, el jefe delservicio médico, un ridículo perrillo de aguas, se introduce en la gruta. Sedecide aguardar hasta que retorne. Cuando anocheció, aún permanecía dentro. Sehan instalado focos y emplazado dos nidos ametralladoras, y el general ordenóque se montase guardia el resto de la noche.    

El prisionero de RobertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora