"Destinos Entrelazados"

Capitulo 26

Antes de nada disculparme por haber tardado tando en subir pero es que nohe tenido tiempo. Lo siento

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A la mañana siguiente las chicas se levantaron temprano, ya que el tre  de Cris y Mary salía a las 11:00 y no podían llegar tarde.

-Chicas la propuesta de quedaros aquí aún sigue estando en pie- dijo Sara cuando las vio acercarse a la puerta de la calle.

-Gracias pero no podemos- contestó Cris por las dos- siento mucho que no puedas venir a la estación con la silla de ruedas- y dicho esto la abrazó con fuerza.

-Tu ya sabes lo que tienes que hacer ¿no?- dijo Mary- recupérate pronto y guarda reposo- y cuando acabó de hablar la abrazó también.

Estaban en medio de la despedida cuando se escuchó el sonido de un claxon en la puerta. Esa debía ser Tara con su coche, que llegaba lara recogerlas.

Las chicas se marcharon dejando a Sara sola en el sofá, pero al bajar las escaleras se toparon con los chicos, menos David, qur seguramente irían a verlas.

-¡Hey! buenos días chicas, ¿y esas maletas?- preguntó Blas.

-Cris y yo volvemos a Sevilla, nuestro tren sale en media hora.- contestó Mary con una sonrisa triste.

-Vaya... que pena, a penas nos ha dado tiempo a conocernos- dijo Álvaro.

-¡Eh chicas!- dijo Tara entrando por el portal- tengo el coche aparcado en doble fila, como me multen verás...

-Tenemos que irnos- dijo Sofía apenada.

-Podemos acompañaros, tenemos el coche de Dani aparcado aquí cerca- dijo Carlos.

Las chicas aceptaron, pero antes de que pudieran irse, Dani preguntó por Sara, las chicas le dijeton que se había quedafo en el piso así que él se ofreció a hacerle compañía.

*Narra Dani*

Las chicas me dijeron que Sara se había quedado en el piso, así que fui a hacerle compañía, no sin antes despedirme de Cris y Mary.

Llegué a la puerta del piso, llamé y esperé a que ella me abriera la puerta.

-Buenos días ojos azules- le dijo aodo de saludo.

-Buenos días- dijo ella. No me había dado cuenta pero aún seguía en pijama, esto la hacía parecer una niña pequeña que le había quitafo a su hermano mayor un pijama que le quedaba tres tallas mas grandes, lo que me dio una inesperada punzada de ternura.

-¿Puedo pasar pequeña?- ups, fallo.

-¿Pequeña?- replicó ella haciéndose a un lado para dejarme pasar.

-Sí, es que me has parecido como una niña pequeña con el pijama an ancho puesto- contesté yo con una sonrisa.

Ella se sonrojó un poco y los dos nos fuimos al salón para ver la televisión. No sabía cuánto tiempo llevábamos delante de la pantalla cuando desvié la mirada de Shin-Chan para echarle un vistazo a Sara, que se pasaba la mano sobre su estómago con cara triste.

-¿Qué te pasa? ¿te duele?- pregunté un tanto alarmado.

-No, es sólo que estaba pensando, pero no te preocupes por mi que Shin-Chan está muy interesante- contestó ella con una sonrisa triste.

-Bueno, por muy interesante que esté yo prefiero escucharte a tí.

-Está bien... estaba pensando en la enorme cicatriz que me va a quedar en el estómago y que por si no fuera poco tener una cicatriz en mi memoria, ahora tambén la tendré en mi cuerpo, y puede que parezca insignificante pero por ejemplo no voy a poder volver a ponerme un biquini sin que la gente se me quede mirando y aún teniendo el corazón hecho trizas algún día también me gustaría encontrar a alguien que esté junto a mí.