Amores Lejanos ||BTS|| [En Edición]

Ojo por Ojo, Diente por Diente

Como rutina de todos los días me levante, me dirigí al baño, lave mis dientes, me maquille para luego vestirme e irme a la escuela. Decidí lucir lo mas hermosa posible para que Tatiana me envidiaría y así cobrar venganza por lo que me hicieron.

Caminaba por la calle camino al infierno, escuchaba Sabes de Reil. Amaba esa canción, la verdad es que me la había dedicado mi ex y desde ese momento le agarre a la canción.

Ya  me encontraba en la puerta de la escuela, Maria y Laura se encontraban un costado charlando.

-Hola hermosas.- Las dos miraron. Luego las salude como un beso de costado.

-Hola Tontonela. ¿Por que tan hermosa hoy?- Se dirigió Laura hacia mi para luego pegarme con los nudillos de la mano en la cabeza. Siempre acostumbrábamos a hacer eso.

-Tomare venganza por lo que me hicieron Tatiana y el desgraciado ese. Les demostrare quien soy en realidad, haré que hierva de enviada y que el estúpido ese sufra también.- Hice un gesto de malicia, espera ver la reacción de la rubia tonta y sus amigas al verme. -La pase genial ayer.- Interrumpí.

-Esa es la actitud amiga, y demuéstrales que no te dejaras pisotear. Si nosotras también. Me alegro que no estés pensando en el feo ese que te gusta.- Dijo esta vez Maria.

-Gustaba, me gustaba. Un chabon así no vale la pena.- Dije mirando que las puertas para ingresar a la escuela se abrían.

Desde que ingresamos las miradas se posaron en mi, las chicas me miraban sorprendidas, otras haciendo muecas de desagrado y los chicos me miraban de arriba hacia abajo y alguno que otro me silbaba. Entramos al salón y las miradas seguían presentes en mi, nos sentamos con mis amigas en nuestros lugares  y esperamos que llegara el profesor.

-Nadie deja de mirarte.- Susurra a mi oreja Laura.

-Lo se, me pone un poco nerviosa. ¿Crees que la rubia sienta envidia?.- Le susurre.

-No lo dudes, eres hermosa.- Me sonrió para luego guiñarme el ojo.

La hora de la primer clase había transcurrido, sonó la campana indicando que era el recreo y junto con las chicas salimos al patio. Todo el mundo me miraba, era algo raro para mi jamas me vestía de esta manera. De lejos pude ver que lentamente Tatiana se acercaba hacia nosotras que nos encontrábamos en el pasillo. Esta se paro frente a mi mirándome de pies a cabeza para luego reír.

-Que vistas como nosotras no significa que puedes ser de las nuestras.- Me miraba con su cara de niña mala.

-No importa el disfraz que me ponga si el tuyo o el mio, soy una heroína, eso soy.- Sonreí de costado.

-Bien capitana come almejas diviértete imaginando juegos.-

-Esto es imaginario Tatiana, la realidad es que sos una trola arrastrada.- Todo el mundo no dejaba de mirarnos. Algunos se notaban sorprendidos.

-Hablas de realidad Antonella, en el mundo real yo gano. Iré a la mejor universidad,  me casare con el hombre mas envidiable y tendré bebes adorables para que mi niñera los cuide mientras vacacionamos en París.- Esta chica si que miraba películas, hasta sonaba como una. -Mi vida sera grandiosa y la tuya sera un asco y por muy trola que te arregles ningún hombre va a querer besarte.- Sonreia ella con triunfo, tenia ganas de golpearla. -Porque no nos evitas el drama y te cortas las venas de una vez, porque lo único que arruinaría mi día seria ver tu cara otro minuto mas.-

-¿Acaso estas escuchando lo que dices?. - Reí al escuchar las idioteces que decía. -Vuelve a tu realidad Tatiana, nadie en este colegio te quiere ¿Y sabes por que? Porque sos una niña que solo llama la atención tratando de lucir las cositas que le compra su papi. Ademas  solo te la pasas en las calles vendiendo sexo oral. Yo voy reventando cocinas mientras a vos te veo vendiendo el culo en cada esquina. Y quiero que sepas que no pienso ganar, solo quiero que las cosas mejoren y con vos en esta  escuela no lo harán, acéptalo no eres nadie.-  Todo el mundo empezó a reírse de la teñida. Me di la vuelta y me dirigí a mi salón junto con mis amigas.

-Boluda, eso fue genial, sos la primera que se enfrenta de esa manera a la mas popular de la escuela.- Maria me miraba sorprendida. 

-Te amo chabona.- Me abrazo Laura. -Por cierto ¿Viste como te miraba al bobito desde que salimos al patio? No dejaba de mirarte.

-Que mire, así sabe de lo que se perdió.- Hice un gesto de triunfo.

Las clases concluyeron, en todo el día muchos se me habían acercado a hablarme por lo sucedido.
Salimos fuera del recinto y me despedí de Maria y Laura para luego tomar camino hasta mi casa.

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Estaba realmente cansada, tener que enfrentarme a Tatiana fue cansador pero no me arrepentía de nada.
Me levante de la cama y me fui hasta la cocina para comer algo. Revise todos los cajones pero no encontré algo que me llamara la atención, no tenia hambre realmente, tenia antojo.

No tenia nada que hacer así que me puse a ordenar mi pieza y tirar un par de cosas. En una de las estanterías que había en mi armario encontré un cajita. No sabia que era, no la recordaba, cuando la vi no pude evitar llorar. Había fotos de cuando estaba de novia con mi ex.

Nos conociamos desde que eramos niños. Cuando empezamos a salir yo tenia 14 y el 16, eramos la típica pareja adolescente. Lo amaba muchísimo, y el a mi, estaba realmente enamorada de el a pesar que era muy joven para hablar de amor. Hacíamos todo juntos, lo que mas amaba era los paseos que teniamos en capital federal. Todo era hermoso hasta que un día el dijo que tenia que hablar conmigo, no me esperaba que lo peor vendría. Me dijo que tendría que irse del país con sus padres, el termino conmigo pero lo que mas me dolio es que no derramo una sola lágrima por mi aquel día. Me sentía devastada, creyendo hasta hoy en día que el nunca me amo en verdad.

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