Sentimientos

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Me desperté en medio de la madruga por un fuerte dolor de cabeza, me levante de mi cama y me dirigí al baño para mojarme un poco la cabeza luego baje las escaleras y empecé a revolver la casa en busca de algo para el dolor.

-¿Qué estas haciendo?.- Interrumpió una voz que provenía de las escaleras. Di un salto tan grande que caí sobre el sillón.

-Me asustaste idiota.- Me levante de donde me caí con una mano en el pecho. -Estoy buscando algo para el dolor de cabeza, me levante con mareo.- Le conteste luego de tranquilarme.

-Espérame aquí, creo que tengo algo.- El subió las escaleras para luego bajar con un frasco en las manos. Fue hasta la cocina por una cuchara para sentarse frente a mi y colocar un poco del frasco en la cuchara. -Abre la boca.- Yo lo obedecí y tome de ese jarabe, que por cierto era bastante rico.

-Gracias.- Le sonreí mirándolo directo a los ojos. -por preocuparte por mi.- Termine.

-No hay de que.- Me devolvió la sonrisa. Que apenas se distinguía a la luz de la luna. -Ahora vas a poder dormir tranquila.- Giro su cabeza hacia la vista de aquella hermosa noche.

-Me va a costar volver a dormir, estoy bastante despierta.- Le conteste mirando junto a el hacia la ventana.

-Tienes energía de sobra.- Ambos reímos lo mas bajo posible para no despertar a nadie.

-Que hermosa vista, jamas había visto algo así.- Todo era hermoso, estaba encantada.

-Seul es muy hermoso.- Suspiró. -¿Ya has conocido la cuidad?.- Preguntó el.

-No, la verdad no he salido todavía.-

-Deberías ir a mirar la ciudad, vas a quedar enamorada.- El volvió su mirada hacia mi.

-Me divertí mucho hoy, la verdad lo disfrute.- Volví a hablar.

-Yo también, lo disfrute demasiado.- Siguió el.

-Si, me di cuenta. Cuando baila junto a Barbie el segundo tema no dejabas de mirarme.- Ambos reímos en coro.

-Era inevitable. Bailas muy provocativamente.- Hablo el. -Cualquiera te miraría con ese hermoso cuerpo.- Termino el decir.

-Si, claro.- Reí sin ganas.

-Enserio, tienes lindo cuerpo además eres muy hermosa.- Mi mirada se fijo en la suya, estaba perdida en esos ojos oscuros que brillaban con la luz de la luna.

-¿Lo dices enserio?.- Estaba realmente perdida.

-Si, no voy a mentir, no pude quitar la mirada de ti desde que llegaste.- Se notaba que lo decía enserio. -Tienes un talento increíble, tienes una voz realmente hermosa.- Cambio de tema rápidamente. Mi cara estaba rojiza en ese momento. -Antonella.- Inmediatamente mi mirada se dirigió a la suya. -Quiero conocerte.- Su voz sonaba armonizada.

-Yo también Jimin. Quiero conocerte- Le devolví una sonrisa lo mas sincera. 

-Me gustaría invitarte a cenar, este sábado si quieres.- En ese momento mi cara parecía un tomate por suerte no se notaba.

-Me encantaría Jimin.- Ese chico sacaba una sonrisa de mi rostro.

-Es muy tarde, deberíamos ir a dormir.- Interrumpió aquel incomodo pero hermoso momento.

-Si es cierto.- Ambos subimos las escaleras y nos pusimos en la puerta de nuestras habitaciones.

-Que descanses Antonella.- Solto el antes de que pudiera abrir la puerta.

-Descansa.- Fue lo único que pude contestar para luego entrar a mi habitación y acostarme en mi cama.

Esta feliz, quería que ya fuera sábado y poder pasar una cena con Jimin, de solo pensarlo me ponía nerviosa. 

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Me desperté con un fuerte dolor en mi cabeza, eran las doce del mediodía. Como pude me levante de mi cama y me dirigí al baño, estaba realmente muy mareada, decidí darme una pequeña ducha para poder relajarme. Una vez lista me cambie y baje al living.

-Hola.- Salude en general, era la ultima en despertarse.

-Hola loca.- Contesto Barbie acercándose a mi para agitar mi pelo. -¿Te sientes bien? Te ves pálida.-Volvió a hablar para mirar mi cara detenidamente.

-Me siento un poco mareada eso es todo.- Toque mi frente.

-Ven siéntate te preparare un té.- Hablo mi amiga para luego irse directo a la cocina. Una vez listo coloco el té sobre la mesa.

-Gracias.- Le dije yo. Habia terminado mi te, así que me pare de donde me encontraba sentada para poder ir al baño.

Empece a caminar cuando de repente solo puede ver todo negro. De ahí no recordé nada mas. Volví a abrir mis ojos muy lentamente, pude ver que me encontraba en mi habitación, gire levente la cabeza hacia mi izquierda y pude ver a Jimin sentado al borde de la cama.

-Hola ¿Te encuentras bien?.-Pregunto el luego de que abrí por completo mis ojos.

-¿Qué sucedio?.- Pregunte extrañada.

-Te desmayaste, tenias fiebre alta.- Dijo el mientras tocaba un pañuelo mojado que se encontraba en mi frente. -¿Te duele mucho la cabeza?.- Volvió a preguntar.

-No mucho.- Le conteste depositando una casta sonrisa en mi rostro, aun estaba débil. -Gracias, por preocuparte por mi.-

-No tienes que agradecer.- Me devolvió una sonrisa. -A partir de ahora voy a cuidar mucho de ti.- Esas palabras habían salido de su boca.

-No tendrías porque hacerlo.- Fui sincera en mi palabras. -Soy de enfermarme muy seguido.- Reí débilmente.

-Pues estaré aquí por cada una de esas veces que te enfermes.- Tenia una hermosa sonrisa en su rostro.-Te dejare sola así descansas un poco, les avisare a los chicos que ya te sientes mejor.- Se levanto de la cama y quito el pañuelo de mi cabeza para suavemente depositar un beso en mi frente.

-Trata de descansar, te hara bien.- Dijo por ultimo para luego irse por la puerta.

En ese momento mi corazón no dejaba de palpitar, lo hacía desenfrenadamente. Por alguna extraña razón Jimin hacia que mis sentimientos volvieran a mi cuando pensaba que ya no la harían, sentía que a su lado podia estar tranquila.

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Hola mis amores se que este capitulo ha sido muy corto pero la verdad que me ha faltado inspiración, prometo que el próximo capitulo sera mas largo y entretenido , ademas que mas adelante me gustaría hacer un especial de 2.000 palabras. Bueno hermosuras los dejo por hoy, besos!!







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Amores Lejanos ||BTS|| [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora