Después de colgarle a Kendall recibí un mensaje de él que decía “enserio linda…es muy importante para mí que vengas”
En parte me sentía indignada, no creía como Kendall pensaba que no iría, además siempre que me llamaba para ir a algún lugar con el yo corría tras el como si fuera un perro de tras de un hueso.
Me levante de la cama y me encamine hasta mi gran guardarropa, donde claro tenia ropa de todos colores y estilos claro que estaba toda por ningún lugar, pero esta vez tenía que dejar a Kendall con la boca abierta y no vestirme como la aburrida Anne de siempre, ahora es una ocasión especial y lo tengo que impresionar. Pensé.
Comencé a inspeccionar toda la ropa que tenía desde vestidos hasta jeans, blusas con escote, playeras muy típicas de mí, pequeños shorts y todo tipo de ropa. Definitivamente descarte los jeans. Me pondría un vestido. Me dirigí a la zona de los vestidos como yo la llamaba dure como media hora para poder escoger uno ¡Al fin! Grite al encontrar uno perfecto para la ocasión, era un vestido hermoso color blanco, tenía un pequeño moño del lado izquierdo del vestido y de la parte de arriba se amoldaba perfectamente a mis atributos pero de la parte de abajo era suelto y caía por mis piernas hasta llegar un poco más arriba de mis rodillas.
Después me puse un poco de rímel, brillo labial, me coloque unos tacones no muy altos que hacían juego con el vestido, tome mi bolso y eche un último vistazo en el espejo de cuerpo completo que se encontraba en mi habitación y Salí.
“Narra Kendall”
Cuando Anne contesto mi llamada no pude contener la risa. Estaba enojada lo podía notar en su tono de voz, pero aun así ella se oía hermosa, me encantaba cuando se molestaba, la forma en la que sonreía, la hermosa risa sonora que provenía de su ser, su rostro cuando se sonrojaba, sus ojos, su cabello, sus suaves y delicadas manos cuando rosaban las mías por accidente, inclusive su patético miedo a la lluvia ya que me daba un pretexto para dormir junto a ella y respirar de su dulce aroma. Esa chica me tenía loco y lo supe desde la primera vez que la vi, recuerdo que ella entro al aula sonriéndole a todas las personas que se le cruzaban enfrente. Jamás había visto una sonrisa más hermosa y sincera. Era tan locamente hermosa y su timidez era tan dulce, ame ver como sus mejillas se sonrojaban cuando la ayude a levantar de su bochornosa caída y sus preciosos ojos color marrón mirándome con un brillo especial que yo jamás en mi vida había visto.
Aparte bruscamente esos pensamientos de mi cabeza, ¡no me podía estar enamorando de mi mejor amiga! Eso no era correcto y no lo podía permitir, tome mi teléfono con rapidez e inconscientemente marque un número, segundos después escuche una voz que al otro lado del teléfono y hable.
-Necesito que vengas a mi casa como a las cuatro, ¿puedo contar contigo?- le pregunte insistente, escuche un bufido y luego me contesto.
-Está bien… ahí estaré- colgaron.