O.S 🌸 [crewt]

9: Vida Feliz.

-¡Credence, no corras! - Grito Newt, mientras veia al menor ignorarlo y correr por el puerto donde habian desembarcado en direccion a quien sabe donde. Tomo su unica maleta y camino apresurado tras su ahora animado compañero. Hacia tanto que habia estado en New York; tres años exactos.

Años en los cuales habían ocurrido grandes cambios en su vida, y no solo en la suya; Credence, desde que lo había encontrado, acogido y llevado con él, había cambiado mucho. Lento, tomando su tiempo en cada paso, pero cambiando. Ya no era el pequeño chico temeroso que había conocido, ahora era mas abierto, alegre, menos sombrío. Eso alegro a Newt, había logrado cambiar a Credence a mejor, y el menor a él, ambos crecieron esos últimos tres años, forjando en sí primeramente una amistad, que poco a poco fue avanzando en una relación mas fuerte.

Apresurado, camino hasta pasar por revisión y busco con la mirada a Credence. Estuvo preocupado hasta que lo encontro abrazando a una chica rubia, no se molesto, ya que conocia a la muchacha que abrazaba con bastante fuerza a su pareja. Se acerco hasta llegar al pequeño grupo de personas que rodeaban a Credence.

-¡Hey, Newt! -Jacob se acerco y le estrecho en un gran abrazo.

-Señor Scamander -Salido Queenie dándole un abrazo de igual manera.

-Tanto tiempo sin visitarnos... -Tina le sonreía. Se acerco a ella y le regalo un gran abrazo. Extrañaba a todos por igual; las preguntas infinitas de Jacob sobre el mundo mágico, las ocurrencias de Queenie y las ordenes de Tina.

Luego de tantas aventuras con Credence, ese año irían a pasar navidades Neoyorquinas junto a sus amigos. No los había visto durante un largo tiempo, pero claramente les escribía constantemente. Pero eso no se comparaba con verlos y pasarla con ellos.

Como ahora, donde estaban todos reunidos en la nueva casa de Tina, rodeando la chimenea en espera de la hora para comer la riquísima comida que Queenie y Jacob habían preparado con esfuerzo.

Todos se encontraban charlando y riendo animadamente, hasta él. Menos Credence, que se había quedado dormido en su hombro. Newt paso la vista un momento por todos, pensando en lo mucho que todos habían cambiado ese ultimo tiempo. Jacob ahora tenia una gran y famosa panadería no muy lejos de allí. Queenie seguía trabajando en la MACUSA y Tina era conocida ahora como una respetada Aurora, líder de su propio grupo. Queenie y Jacob también habían comenzado una relación hace tiempo, se veían muy bien juntos, y no les importaban las reglas mágicas que estaban "rompiendo" por mantener una relación entre un no-maj y una maga. Tina se veía muy bien sola, y así ella decía que estaba bien, no necesitaba nada que la distrajera de su trabajo ahora.

Estaba contento por sus amigos.

Y miro un momento a su lado; Credence. Ese pequeño chico era el que mas cambios le habia hecho pasar. Ambos, no solo a él. Sonrio con ternura, nunca penso en que se terminaria enamorando perdidamente de un hombre que le cambiara tanto y le hiciera tan feliz.

-¡Hora de la cena!- salto Queenie, haciendo que todos le siguieran y despertando a Credence de un salto.

La cena fue entre divertida y esplendida, llena de mas conversación y sonrojos por parte de Credence y Newt cuando Queenie hacia preguntas vergonzosas sobre su relación. De inmediato Tina intervenía y ellos se salvaban de responder mientras las hermanas discutían.

Fuegos artificiales, "feliz navidad" por todos lados y el sonido de papel rasgándose de algunos apresurados que ya compartían regalos.

El grupo de magos y Jacob, luego de decirse feliz navidad y tomarse el vino que el único no mágico había traído, todos se fueron a dormir antes de que amaneciera.

Todos menos Credence y Newt.

El mayor regresaba de la cocina y se sorprendió el no ver a Credence en el sofá. Lo busco con la mirada y lo encontró a los pocos segundos en el balcón.

Antes de acercarse a él, tomo una pequeña cajita que se encontraba debajo del árbol y tenia el nombre de Credence en la etiqueta.

El menor miraba la ciudad de New York y pensaba que había cambiado mucho desde la ultima vez que había estado allí.

Sintio cuando Newt se posaba a su lado y giro a verlo.

-¿No tienes frió? -solo atino a preguntar el mayor, intentando iniciar una conversación, pero estaba muy nerviosos. Credence lo noto.

-No -se giro por completo a ver a Newt -¿Que pasa? -pregunto al notar que escondía algo a sus espaldas.

-Feliz navidad -dijo extendiendo la cajita frente a Credence, quien la tomo sonriente. Pero antes de abrirla, se acerco al pecoso y le beso en la mejilla, algo simple, algo cariñoso, lleno de amor. Al separarse, Newt estaba rojo como tomate. Nunca se cansaría de eso.

Bajo la mirada y fue desenvolviendo la cajita con sumo cuidado. Newt comenzó a hablar.

-Yo... -Credence ya había quitado todo el papel -Se que no podemos hacerlo oficial -abrió la caja mientras escuchaba atentamente a Newt y su corazón se aceleraba - pero me gustaría que estuvieras conmigo... siempre -era un anillo. Los ojos de Credence comenzaron a picar por las lagrimas que se acumulaban, el aire le faltaba.

Newt quito la caja de la mano de Credence y saco el anillo, dejo la caja en el barandal y tomo su mano de nuevo. Ambos temblaban.

Newt coloco el anillo, levanto la vista y Cedence estaba llorando.

No pudo decir nada, Credence se acerco el espacio que quedaba y le beso. Newt se sorprendió, y cuando quiso seguirle, el menor ya se separaba de él.

-Siempre estaré contigo.