O.S 🌸 [crewt]

23: Muy cerca.

Newt Scamander pensó que Credence Barebone necesitaría más tiempo para adaptarse, para acercarse y confiar, pero se equivocó.

En realidad, Credence era muy parecido a Pickett; una vez que le demostró que no era una amenaza, que no era como el resto y no le lastimaria, se pegó a él como un Escarbato a una moneda de oro.

Credence era tímido, callado, reservado y demasiado silencioso, sin embargo, también muy curioso y torpe, causando accidentes de vez en cuando. A Newt no le molestaba su presencia, aunque a veces era algo incómodo tenerlo tan cerca. Era tierno, de cierta manera.

También muy inteligente, aprendiendo con rapidez cada cosa que le enseñaba. Siempre quería saber más sobre las criaturas y el mundo mágico, lo que maravillaba al magizoologo, que pocas veces se encontraba con una mente tan abierta y curiosa como la suya.

A veces Newt se veía pensando en Credence como una sombra, siempre detrás de él, observando atentamente todo lo que hacía. En otras ocasiones le hacía compararlo con Douglas, siempre sujeto de su brazo. Newt le dejaba, no le molestaba en absoluto. La primeras veces que Credence estuvo en presencia de sus criaturas, se aferro a su brazo y estuvo escondido detrás de él todo el tiempo.

Otra cosa de la que Scamander se dio cuenta, era que Credence era una criatura de tacto. Aún cuando había venido de un ambiente donde le agredian al punto de dejar cicatrices, inconscientemente búscaba el contacto del mago.

Un pequeño toque de hombros cuando se sentaban juntos, un roce de manos o simplemente una caricia en la cabeza cuando hacia algo bien. Esos pequeños detalles hacían sentir bien a Credence, así que Newt se enfocó en darle más de aquello. Le abrazo cuando se lo permitió, le acarició el cabello más seguido, le tomó de la mano para guiarlo a algún lugar y le dejo dormir sobre su hombro cuando estuvo cansado. Cada pequeña cosa era un gran avance entre los dos, y a Newt realmente le gustaba hacer todo aquello.

Cuando hubo la confianza suficiente, Credence hablo sobre su vida, las cosas que aún le perseguían y sus pesadillas. Así que Newt le aseguro que ahora estaba a salvo, y que, aunque todo aquello había sido parte de él, era momento de seguir adelante. Le beso la frente, en un gesto cariñoso y sincero, para luego sonreír y ver como las mejillas de Credence se pintaban de rojo. Era tierno, y lindo, y a Newt le gustaba mucho.

Credence era increíble. Una vez que el miedo no lo controlaba, era capaz de hacer todo.

A Newt le gusta verle intentar cosas nuevas, practicar sin parar, leer e informarse todo lo posible para saciar su curiosidad. Le gusta verle interactuar con sus criaturas, la forma en que las trata y como estas se han encariñado con él.

Le gusta Credence, y la forma tan cómoda y acogedora que le hace sentir cuando están juntos. Es la única persona que no le pone ansioso, que no le hace sentir extraño, incómodo y fuera de lugar, y quizás es porque el mismo Credence se siente así la misma mayoría de tiempo que Newt se siente así cuando estaba con otras personas. Encajaban a la perfección, dos hombres incomprendidos y diferentes que se tenían el uno al otro.

Credence siempre estaba cerca, amable, atento, curioso y compresivo. Radiante cuando sonreía, fuerte cuando era necesario, y cálido como un suéter en una noche de invierno.

Credence podía estar todo lo cerca que quisiera estar, porque a Newt le gustaba, lo amaba, le quería y necesitaba para estar bien.