13: Seguro y querido

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Jacob estaba como loco.

En una de sus visitas a Inglaterra había pasado a saludar a su mágico amigo. Pero a Newt -que apreciaba sus visitas- le había surgido una emergencia por parte de su ex profesor Dumbledor, quien le citaba con urgencia. Jacob estaba bien con eso, el podía esperar a su regreso, pero no contaba en su espera la compañía de cierto chico raro y sombrío para él. Siempre olvidaba que Newt se había hecho cargo de alguna manera del chico Barebone -si no mal se acuerda es su apellido- no tenía nada en su contra, no es como si lo conociera mas allá de lo que las chicas y el mismo mago dejaban soltar sobre él cuando hablaban. Y no se fiaba de su memoria ya que si lo intentaba, solo pensaba en el Barebone como una mancha negra en el cielo atemorizando New York.

En fin, lo que le tenía loco a Jacob era que Newt -antes de salir corriendo de su casa y desparecer. Cosas de magos- le había pedido que vigilara o le echara un ojo a su compañero cuando pudiera, explicando con rapidez que Credence -se acordó de su nombre- aún no estaba totalmente acostumbrado al lugar o a otras personas que no fueran Tina y él mismo mago.

Claramente no estaba obligado a hacerlo, además ¿que hombre no puede cuidarse sólo?... Pero sin embargo Jacob se tomo un momento de revisar muchas cosas curiosas de las repisas de Newt, para ver donde y que hacia Credence. Si Scamander le había pedido aquello, podía hacerlo como buen amigo que era. Ahora, el problema: ¡Credence no estaba por ningún lado! Y bien, era un hombre ya veinte tantos años -no estaba seguro de cuantos exactamente- no debía estar preocupado de no verlo en la casa, pero algo le recordaba la mirada preocupada de Newt al pedirle aquello, que sí debía preocuparse de no hallarlo. Credece no era un chico normal, o eso comenzaba a recordar de la poca información que pescaba de lo magos cuando hablaban de él. Según se acuerda -vagamente- el neoyorquino era una clase de mago o criatura inestable que no estaba acostumbrado a ser rodeado por muchas personas y había tenido una infancia dura.

Por eso Newt lo cuida con tanta atención -pensó el panadero. Seguro Scamander veía en el chico una criatura lastimada falta de cuidados y cariño, y siendo Newt tan débil ante criaturas de toda clase, no dudo en tomarlo bajo su ala y alimentarlo como una mamá gallina. Jacob no se burlaba de eso, para nada, mas bien admiraba como las chicas ese lado de su amigo. Pero esa idea de la mamá gallina y la criatura lastimada era lo único que cabía en su cabeza que explicara el tan intenso cuidado que mantenía en el joven. Y es que pedirle a el que le vigile, sabiendo que solo estará fuera de casa unas horas, debía el mago tenerlo en su radar las 24 horas estando allí. Además, Newt tampoco era mucho de tratar con persona, así que ver a Credence como una de sus criaturas seguro era la mejor manera que Scamander utilizaba para tratar con todos.

Jscob prefirió dejar de pensar para enfocarse en buscar al chico.

En las habitaciónes, en los baños, la cocina, el jardín trasero, el delantero y hasta en el ático y sótano. No había habitación, cajón, tazón, grieta o hueco que Jacob no hubiera buscado. Hasta se pensó una manera para revisar el techo o las paredes ¿tal vez en él suelo?.... Esperen.... Jacob paro un segundo a mitad de la sala. Credence era una criatura -o eso había entendido -eso querían decir que cabía la posibilidad de que el pudiera convertirse en algo muy pequeño que Jacob pudo pisar corriendo de un lado a otro.

De un salto del susto el neoyorquino salto al sofá revisando la suela de sus zapatos. Soltó un suspiro de alivio cuando no vio nada en ellos.

[...]

Dumbledore lo había asustado.

Newt regresaba a casa caminando, habiendo parado antes en una panadería para comprar unas galletas y ponques que comer junto al té. Jacob había llegado en visita sorpresa -lo que no molestaba para nada a Newt, ya que amaba las visitas de su no mágico amigo- pero había tenido que salir corriendo cuando Dumbledore le mando una carta pidiendo su asistencia urgente, lo que había resultado solo en un favor en sacar unas arañas de un salón.

Solo había tardado unas horas, pero esperaba que todo estuviera bien. Ahora con Credence a su cuidado se preocupaba mas por el chico, habiendo creado con él un lazo a base de días y días de atención e intentos de acercamiento. Nunca lo había dejado al cuidado de nadie -por la falta de confianza del Obscurial a las personas- pero confiaba en Jacob, y en que Credence estría bien a solas con él poco tiempo, tal vez hasta le haría bien estar rodeado de otras personas.

Cuando entró en casa, no se espero ver a Jacob desde el sofá inclinado buscando algo en el suelo con la cara casi tocándolo, mientras susurraba el nombre de Credence.

-Umm... ¿Que...

-¡Newt! -Jacob salto del sofá y se acercó -Gracias a Dios ya llegaste -El hombre parecía muy nerviosos y asustado, lo que hizo inquietarse a el mago -No consigo a Credence. Lo he buscado en toda la casa y no aparece.
Por un segundo Newt entro en pánico, para luego respirar al recordar que Credence no podía salir solo de la casa debido a un hechizo que había lanzado alrededor de la misma. No debía estar lejos, escondido en algún lado tal vez.

Scamander pensó un rato donde podía estar su compañero. Desde que había comenzado a cuidar del chico, se había acercado todo lo posible a él al punto de conocerlo por completo. No tardó en sonreír ligeramente, ganándose una mirada extraña de Jacob. ¿A caso no estaba pero preocupado?

- No te preocupes amigo - tranquilizó el mago dejando su maleta en la mesa y apretando el hombro del neoyorquino -Credence, ya llegue- anunció Newt, mirando la sala en cada esquina. Jacob solo espera a ver que pasaba.

Del abrigo colgado en la entrada, salió un pequeño humo negro del bolsillo, flotando lentamente hasta las manos de Newt -Credence ¿Has estado conmigo todo el tiempo? -el pequeño humo Credence sólo flotaba sin más en la palma del mago -te dije que te quedarás, le diste un gran susto al señor Cobaski -ahora el Obscurial se había hecho mas pequeño, sintiéndose mal y culpable por el regañó -Newt suavizó su mirada y su voz antes de volver s hablar -Se bueno y disculparé.

Credence lo pensó, pero en cuestión de segundos ya era el otra vez, sorprendiendo al hombre extraño y ganándose un jadeo de asombro -Lo siento -dijo bajito, con la mirada en el suelo y rígido como una tabla. No le gustaban los extraños, mucho menos los que se le quedaban viendo como un bicho raro.

- Esta bien. Solo me alegró de no haberte pisado realmente -bromeo Jacob para aligerar el ambiente. El chico Barebone solo asintió aun sin verlo.

- Traje galletas para el té -hablo ahora el mago, mandando luego a Credence a calentar el agua para el té - lo siento por eso -dijo en cuanto el Obscurial ya no estaba en la sala. Desde que Credence había aprendido a manejarse más y descubierto a hacer eso, lo utilizaba muy seguido.

- Esta bien, como dije, solo me alegró de que no le haya pasado nada en realidad.

En la cocina, Credence llenaba la tetera para ponerla al fuego cuando lo encendió. Se sentía un poco culpable por más que todo ser descubierto, no contaba en su plan que el amigo de Newt lo buscaría si no estaba, pensaba que no le importaría para hacer eso si no lo veía por allí. No había sido así.

Pero, bueno... No pueden culparlo de haberse escondido e ido con Newt en su bolsillo. Le disgustaba estar lejos del mago, y se asustaba ante los extraños. Con Newt, desde que lo conoció, todo era diferente, realmente apreciaba y quería mucho al mago. Ya no importaba que, para Credence Barebone, en ninguna parte se sentía mas seguro y querido que al lado de Newt Scamander.

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*Cuando Jacob "recuerda haberlo visto" la verdad es que no fue así. Es como esos momentos cuando éstas mas nervioso e histérico buscando algo, que tu cerebro te juega sucio y hace como si lo hubieras visto pero no.

O.S 🌸 [crewt]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora