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TaeHyung parecía un niño pequeño es una dulcería o tal vez una juguetería abierta 24 horas al día con todo en oferta. ¡Estaba jodidamente feliz! En todo el día no había parado de sonreír.
Se la había pasado escogiendo libros y leyendo como si si vida dependiera de ello.

Si el señor Lee estuviera ahí.

O su padre...

La compañía de la bestia tsundere no era tan mala cuando dejaba de lado su típico rawr, soy una bestia, temed, milagrosamente se podía tener una charla tranquila.

En ese momento ambos caminaban por los enormes pasillos del castillo, saliendo al jardín y entrando nuevamente por otra ruta, discutiendo lo que ambos sabían, lo que habían leído, entre otras.

–Oye... -Habló el joven muchacho.-

–¿Pasa algo?

–Yo...quería darte las gracias, ya sabes... Por salvarme la vida.

–Bueno... Yo no te agradecí que no dejarás que los lobos me comieran vivo.

– De verdad lo siento... –Esta era la parte difícil del día, no sabía cómo carajos llamarlo.-

–JungKook.

–¿Eh?

–Mi nombre es JungKook.

El castaño observó a... JungKook, no quería sonar grosero pero en ningún momento se le cruzó la idea que el tuviera nombre.
Pero error, lo tenía, y era muy lindo...

–Es lindo... –¿Lo pensé o lo dije?

–Eh...eh, g-gracias

Ok.

Demasiado.

Incómodo.

Había un silencio incomodo, tan notorio que se podía sentir con las manos, ambos lo notaron y decidieron seguir con su recorrido por el castillo.

Para el anochecer TaeHyung limpió una vez más ya casi cicatrizadas de JungKook, en un par de días ya no las tendría.

Miró una última vez a JungKook descansar antes de salir completamente de la habitación, desvío la mirada un momento al cuadro con el que había babeado antes... el también tiene ojos verdes.

En ese momento otro pétalo cayó.
El castillo se sacudió, y pudo percibir que JungKook también lo sintió.

Quería ayudar...

Beauty and the Beast (vkook) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora