Mamá No Estoy Loca, Solo Hablo Con Fantasmas (COMPLETA)

58. La Verdadera Despedida

    Y así, como si nada, y aunque estuve a punto de morir, todo terminó.

Al parecer, Julie, la ex - novia de Harry, había quedado algo traumada sobre su experiencia con el. No podía sacarselo de la cabeza, y eso inició un ciclo de salir con hombres mucho mayores.

Recientemente Julie, ahora ya una mujer adulta, había enloquecido sobre que su hija Tomasa de ocho años, salga con un chico de unos veinte años. Su padre la internó, y es cuando recién descubrieron sobre lo que desencadenó en todo esto.

El padre de Julie, quiso vengarse, asesinando a cada persona que tenga que ver con el. Su plan era matar primero, a Cinthia que era la hermana mayor de Harry, luego a sus hermanos Leonardo y Mónica, y por último su mamá.

Aquel hombre inició el fuego, aunque fue terrible para esa familia, el incendio no se extendió más allá de la cocina. Lo que podría considerarse, como que tuvieron suerte.

Parecía tonto, ya que terminé por desmayarme, y Victor volvió a lucir su capa de superheroe. "Si no fuera por ti, por ser insistente y no ignorar tus sueños, es que ellos no están muertos. Eres mi heroina", el dijo. Sus palabras fueron tan reconfortantes, en mi pecho un sentimiento más grande por él, crecía.

Luego de salir del hospital, tuvimos que declarar y dar nuestro testimonio a la policía. Inventamos una mentira sobre porque estábamos allí, y Cinthia nos siguió la corriente.

Fue sólo tres días después que pude descansar un poco.

-Hola, Anne-. Saludó Harry en mis sueños.

-Pudiste darme una advertencia-. Reclamé severamente.

-Lo siento. Hice lo que pude-. Un silencio nos invadió, pero el ambiente no estaba embriagado en reproche, enfado o incomodidad, sino en profundo agradecimiento.

-Si no fuera por ti...- Rompió Harry el silencio.

-Quisiéra decir que no fue nada, pero casi me paso a tu lado-. Bromeé, como sólo con el podía.

-Boba-.

Un pájaro voló, y solo entonces noté donde nos encontrábamos. El patio del antiguo instituto.

-Pensé que te habías ido-.

-Si... Yo siento eso también. Te mentí-. Mis ojos se abrieron como platos. -Sabía que te irías, y quería sincerarme contigo. Te debía la verdad. Pero entonces, cuando supe que algo malo pasaría, por mi culpa, tuve que actuar-.

-No debiste...-

-¿Importa eso ahora? Tu vida es mejor sin mi. Aunque aún sigo en contra de tu relación con ese Victor...-

-¿Por qué?- Interrumpí molesta.

-No puedo decirte. Ya crucé los límites metiéndome en tus sueños- Si tan sólo me dijera. -Anne, esta vez es cierto-. ¿Que? -Mi tiempo en esta tierra se terminó hace mucho, y mi tiempo en esta forma llegó a su límite también. Pero estoy feliz, y puedo irme más tranquilo viendo en quien te estás convirtiendo-.

-Me haces mucha falta-. Lloriqueé.

-Yo sé, y tu a mi. Pero ya no tengo nada que hacer aquí, ni siquiera protegerte-.

-O ponerme en peligro-.

-O ponerte en peligro, boba. Te quiero ¿Sabes? Nunca querría que nada malo te pase, ya he hecho mucho daño-. Harry levantó su vista hacia el cielo, una mirada de alivio entre mezclada con culpa, cruzó por sus ojos. -Ya es hora-. El me dio una sonrisa, y se volteó. -Ten cuidado con ese novio tuyo-.

Desperté, el sol estaba en el cielo, reluciente. Parecía hace apenas cinco minutos que me había dormido; pero jamás me había sentido tan relajada como ahora.

Lo sentí, en lo más profundo de mi corazón y mi alma, que esta vez Harry se había ido.

Pero, ¿A que se refería con Victor? ¿Por qué no me lo decía?