Capitulo XX: El gran asedio, la venganza se acerca.

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Al limite del bosque darkberry, de noche, Isla del norte.

Cientos y cientos de elfos corrían por los túneles, motivados por sus dolores, iras y espíritu de justicia. Corrían sin miedo hacia el enemigo. Los primeros en salir de los túneles fue la orden de la Diosa, la cual se aseguro de barrer la zona ante del ataque. Sus intrépidos arqueros mataban a cada explorador Templario que caminaban por esa zona. Night, al ver que los elfos de la orden volvían hacia ellos, este lanzo una especie de bengala hacia la cueva. Con esto hizo que los troles y ogros, comandados por Fafnir, el jefe mercenario, avanzaran con las torres de asedio.

-¡vamos! ¡muévanse malditos grandullones! ¡tenemos que abrir el telón! -gritaba el elfo de pelo negro a sus fuertes subordinados desde lo alto de la torre de madera.

-¡soldados! ¡protejan a las bestias! ¡ellos nos guiaran a las murallas! -gritaba Fefnir, el general elfo a sus soldados dorados.

-¡jefes de aldeas! ¡muevan a su gente! -gritaba Luna, la cual estaba protegida por los soldados de armadura doradas.

Todos los aldeanos que venían de sus hogares invadidos, fueron tras el lado oeste del muro de la entrada. Impacientes, esperaban a que la primera torre de asedio llamara la atención de los Templarios que vigilaban en ese momento. Night por su parte, estaba con 30 elfos de la orden escabulléndose por las rocas del suroeste del castillo, al lado de el estaba el jefe de la aldea del norte, el cual iba solo con unos 50 aldeanos de su pueblo.

Cuando las 3 primeras torres se pusieron a la vista de los Templarios, los pocos humanos que estaban un poco tomados, Vieron con asombro como unas grandes cosas de madera se movían hacia ellos.

-o.. es el agua miel *hip* o esa cosa de por allá *hip* vienen a nosotros... -dijo un guardia del muro, el cual estaba ebrio.

-¡nah! *hip* yo creo que estamos muy ebrios y estamos viendo cosas... -le respondió su compañero que estaba junto a el.

El templario intento llenar su cuerno con mas agua miel para olvidar la imagen, pero esta se lleno sola. Con la sangre de su amigo.

-pero que... -se quedo petrificado al ver a su amigo impactado por una flecha elfica.

Por el susto, se le quito la borrachera. Y rápidamente fue hacia la campana para advertir sobre el asedio, pero cuando bajaba por las escaleras de la torre, una espada curva le corto la cabeza. Los jefes de oeste y del sur ya habían tomado el lado oeste del muro. Desafortunadamente un Templario que estaba al otro lado del muro, avisto a los elfos que corrían por un costado del muro. Sin titubear, toco rápidamente la campana que estaba a unos pasos suyo.

-¡nos están atacando! ¡nos están atacando! -gritaba a todo pulmón el Templario.

Los elfos en el muro oyeron la alarma, estos lanzaron una bola de magia al cielo, dando a saber a los demás elfos, que los Templarios están al tanto del ataque. Fafnir alterado, apresuro a sus bestias para que llegaran lo mas antes posible a los muros. Los elfos que se habían escabullido por el muro tuvieron que refugiarse en la torre oeste del muro. Desde allí apoyaban con sus flechas a sus aliados.

Los troles y ogros lograron su cometido, acercaron las torres a las murallas. Los soldados de Fefnir, con algunos ogros comenzaron a romper las grandes puertas de la entrada, pero estas resistían a cada golpe. Los mercenarios de Fafnir saltaban a las murallas y apoyaban a sus aliados de la torre.

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