Capitulo XXX: Huye, defiende y ataca (parte 2)

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Ante de comenzar, debo advertir que tome en cuenta el tiempo que he dejado de lado esta historia, y por lo cual este capitulo tiene una gran cantidad de 10.000 Aprox. Así que tómense todo el tiempo posible para leer esta rara y bizarra historia.

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Isla del oriente, Cueva del inicio, a termino de madrugada.



Unos minutos antes del conflicto entre Hanzo y Night...

Justo cuando Night y sus elfos comenzaban a bajar por la montaña para intentar someter a Hanzo y compañía. Entre toda la conmoción que las personas tenían dentro de la cueva, los dioses menores se levantaron de sus asientos de piedra, y como si nada hubiera pasado, salieron caminando de la cueva. 

-sin la ayuda de uno de los chicos de la profecía, ¿que oportunidad tenemos de que todo lo planeado funcione? -hablo el dios de la sabiduría.

-no le veo nada de especial a ese chico -respondió el dios del desierto-. Su poder con suerte se equivale a la mitad del mio.  Nose porque Irselen huyo ante tan poca amenaza.

-pero al menos el hizo frente contra Irselen... Y no se quedo petrificado en su asiento como otros -dijo en voz baja la Diosa elfa.

El Dios Aban, enfurecido por oír tal comentario, tomo a Luna del cuello y la elevo justo en el momento que estos salían de la cueva.

-No te sientas tan confiada conmigo albina -dijo enfurecido entre dientes-. No creas que porque tienes al chico mago de tu parte, podrás ofenderme sin recibir un fuerte respuesta mía...

La diosa intentaba liberarse del agarre, pero la fuerza de su hermano era mayor. Antes de que esta creara una esfera de energía para sacárselo de encima, la diosa de la luna puso una mano en el hombro del malhumorado dios.

-no hay necesidad de enfurecerte por pequeñas cosas... -miro con seriedad a Luna-. No es momento de pelear con ella... Aun no hay motivos.

Mientras que el malhumorado dios soltaba a la deidad elfica, Solenia camino por encima de la nieve que había en el suelo junto con el dios de la sabiduría hasta llegar a la orilla del acantilado. En la cual, se podía ver a la perfección como los primeros segundos del encuentro entre ambos chicos elegidos.

-Luna, espero que tu ansiado campeón pueda vencer a la reencarnación de Lang y llevar a la Khajiit ante nosotros -volteo hacia ella-. Se que tanto el como tu sienten duda de lo que hemos planeado... Pero deben entender que es un sacrifico para un bien mayor. Un bien para nuestros seguidores...

La diosa se levanto del suelo mientras se sobaba el cuello.

-¿para nuestros seguidores... o sus adoradores? -los tres se le quedaron viendo con seriedad-. ¿Creen que nose que ustedes hacen esto para tener mas poder? ¿acaso me toman como tonta que sus acciones no están cubierta por un interior de pura codicia?. Yo solo acepte venir por que gracias a estos actos se podrán salvar vidas inocentes. "YO" si me preocupo de los mortales sin recibir nada a cambio.

El dios de la sabiduría rió mientras miraba las estrellas que aun cubrían el cielo de esa noche.

-y tu crees... ¿que nosotros no nos dimos cuenta que haces esto por solo aliviar la pena de tu querido mortal? -volteo hacia ella también-. Nosotros pecamos por que deseamos el poder necesario para luchar por este mundo... Pero tu, tu deseas algo de ese chico. Aun no defino cual es el punto que mas te motiva, pero lo se por que te conozco -luego tales acusaciones, desapareció dejando un polvo de luces dentro de una nube gris.

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