Capitulo XXVI: Los secretos de la terrateniente, la reunión se acerca.

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Isla del oriente, Mao Lan, atardecer...

En la habitación n* 13, se encontraban el Chico de ébano y la khajiit recostados en la lujosa cama que tenía la habitación. En silencio y con sus manos entrelazadas, se miraban fijamente esperando la palabra del otro.

-Hanzo... -Hablo M'irita en voz baja.

-¿Di-dime?

La felina suspiro y se sentó en el costado de la cama. Soltando la mano del arquero.

-¿recuerdas la primera semana que nos conocimos? -Pregunto-. cuando aún no te había afectado el demonio parásito... Cuando hablábamos en cada noche mientras nos sentamos arriba del carruaje de los blake's para hablar de nuestro pasado...

El ojo de ébano brillo azul.

-como podría olvidar esos días -sonrió-. Era la primera vez que volvía a hablar de cosas tan personales con alguien...

 Abrazo a la khajiit por la espalda, ella acarició el largo y oscuro pelo de Hanzo. Un leve suspiro de ella hizo notar su descontento.

-¿ocurre algo gata? ¿por que preguntaste eso? -miraba preocupado a la khajiit.

Suspiro nuevamente y tomó coraje para exponer lo que tenía que decir.

-hay algo que nunca te dije, y que en ese entonces lo oculte con mentiras...

-¿de que hablas M'irita? -dijo confundido.

-Hablo de mi pasado -su voz comenzaba a quebrarse-. No soy lo que tu crees...

La levanto un poco para que se sentará de costado en sus piernas.

-A que te refieres con eso...

La felina beso la frente del arquero y se levanto de la cama para ir al mueble que estaba cerca suyo. De el sacó su esfera de cristal, la misma que uso para descubrir el paradero de Mei Ling. La cual no quiso utilizar en el tiempo que Hanzo andaba perdido por miedo de verlo junto con esa chica.

-Ven, tócame con tu mano -dijo mientras ponía la bola en la cama entre medio de los dos.

-¿e-en dónde quieres que te toque? -pregunto sonrojado.

La felina también se avergonzó por lo que escucho.

-¡Tonto! Pon una mano encima de mi frente ¿acaso no te acuerdas de la vez en la hacienda de tus amos?

-¡oh! Querías eso -se rasco el cabello-. Si me acuerdo, pero en ese momento era al revés.

Con la mano izquierda puso la mano en ella y con la derecha la puso en la esfera.

-antes de comenzar... Mírame a los ojos unos momentos -le tomo del mentón-. Hanzo, prométeme que lo verás a continuación -sus ojos se pusieron brillantes por las lagrimas-. No quiero... No quiero que todo lo que tenemos hasta ahora se pierda...

El chico miro el rostro de pena y culpa que reflejaba la khajiit. Dudo unos momentos de lo que le habían precavido, pero acepto.

-Si tu quieres realmente que vea esto por el motivo que sea, lo veré. Y te prometo que no te juzgare, sin antes meditarlo...

-Te lo agradezco... -Se resfrego los ojos para quitarse las lagrimas.

La esfera comenzó a emanar unas luces en su interior.

La esfera comenzó a emanar unas luces en su interior

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