Cruzadas en Gaia

CAPITULO VII : Escondidos en la naturaleza, hijos del bosque(reeditada)

Isla del norte, bosque de darkberry, casi al atardecer.

Note que la onda expansiva del choque venia hacia nosotros, protegí a la pequeña elfa con mi cuerpo aunque inútil, la fuerza de la explosión hizo que rodara hacia adelante hasta que choque un árbol con mi cabeza, el cual me noqueo al instante. Desperté justo cuando el sol se ocultaba en el oeste, la niña estuvo todo el momento sentada al lado mío, vigilando si llegaba alguien a capturarnos.

- lu...na... -dije al momento de recuperar la conciencia.

-¡señor! -me dio un leve abrazo en el cuello-. ¡Pensaba que estaba muerto o algo así!

-gracias por preocuparte pero me estas sofocando... -mire hacia el cielo-. ¿Cuantas horas estuve inconsciente?

-no lo sé señor, pero el sol está casi ocultándose -apuntaba con su dedo al cielo.

-a eso se le dice atardecer -me levante y sacudí cada parte de mi cuerpo-. ¿Has visto a los ancianos por casualidad?

-aún no han regresado, ¿les habrá pasado algo?

-....

-¿señor?

-entonces... los del choque de poderes eran ellos... -comencé a hablar conmigo mismo-. Siento sus auras pero... capaz fueron capturados de nuevo... si eso es lo más seguro...

-¿con quién está hablando señor? -preguntaba dudosa por el balbuceo que hacía.

-pues... de nada Luna... de nada... -tenía los ojos llorosos al saber el destino de mi padre y el anciano Zen.

-¿tiene una cara triste? -preguntaba al ver mi cara de afligido-. ¿le duele algo?

-si... me duele un poco el pecho -no era broma, dejar atrás a tu única familia sin poder ayudarlos es una sensación de culpa horrible.

-¿quiere que lo cure? -levantaba sus manos para alcanzar mi pecho.

-no es nada grave, no uses tus poderes para algo tan pequeño como un moretón... -la tome con mis manos y la senté en mis hombros-. ¿Mejor huyamos antes que esos feos guardias nos encuentren está bien?

-¿y que pasara con los abuelos?

-ellos... sabrán cómo encontrarnos. Confía en ellos...

-mmm... -puso una cara dudosa pero al final acepto moviendo su cabeza.

-solo... confía en ellos.

Comenzamos a recorrer en ese inmenso bosque en dirección al este, durante los días que recorrimos ese lugar, hablábamos de nuestras vidas, le conté de las aventuras y enseñanzas que tenía cuando niño junto a Hanzo, también sobre la vida de la aldea y sus habitantes, y al final hable sobre Iris y su parentesco con ella. Creo que se puso un poco celosa cuando le conté que tenía un amorío en secreto con ella... Capaz.... si la guerra no hubiera llegado a nuestras tierras... hubiera cumplido su sueño de vivir con ella en las montañas... y si hubiéramos tenido una hija, hubiera sido igual que Luna supongo...

La pequeña también hablo de su vida. A su corta edad, ella era venerada como " la hija de un Dios" cuando descubrieron que ella tenía el poder de manipular los milagros. Eso hizo que se difundiera sobre su existencia entre los demás elfos de la zona, los cuales le dijeron a los comerciantes clandestinos (ya que ellos eran los únicos que compraban artilugios élficos) y ellos le contaron a los vendedores de los demás ciudades, haciendo que se pasara la voz por todo el sur de la Isla hasta llegar a los oídos de los Templarios, los cuales tomaron como creencias "herejes" dar alabanza a un ser que no era sus Dioses. Así que llegaron a la aldea de los supuestos elfos que alababan a la niña e hicieron como en cualquier otro pueblo invadido por ellos hacían, mandaron un espía, destruyeron el poblado, asesinaron todo hombre, mujeres, ancianos y niños que no servían para ser esclavos, sirvientas, prostitutas, entre otras cosas y tomaron a la niña como sujeto de prueba para investigar sus "milagrosos" poderes.