Capitulo 9

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"Perdón, perdoname la vida, daré cada respiración a tu nombre, porque no me alcanza a pagar el daño que te hice, te amo y perdón, siento que te pierdo y eso me duele, estoy pagando mi pecado, el pecado mas grande de ser el culpable de tus lágrimas.

Cuando llegas tarde"

Capítulo 9

Si nos remontamos al pasado, parece ser que cuando una historia queda inconclusa, esta se repite una y otra vez, hasta que se toma la decisión correcta, hasta que se cierra el ciclo, ¿es acaso el destino? ¿Realmente estará predestinado algo para cada persona? Y si no es así, ¿por que se aferraban a vivir una y otra vez la misma historia?, tropezar una tras otra con la misma roca, una tras otra la misma escena, el mismo sentimiento, con diferente carátula pero exactamente la misma película.

Sophia a un lado de Sebastian decide entrar por completo a la casa, y guiada por él van a la sala y toman asiento en el sofá.

Santiago estaba algo incomodo por la situación, no le agradaba demasiado este juego perverso del destino que volvía a cruzarlas en su camino, y Cassandra la mujer rubia a su lado junto al pequeño Tomas en brazos pudieron notar la incomodidad de él.

-¿Estas bien? ¿no quieres que prepare un té? -él se negó, sin embargo dejo a Tomas de pie en el suelo y se acercó a la chica desconocida para ella y su amigo.

-¿Se te ofrece algo de beber?

-Agua, muy amable.

-No es nada, ya vuelvo, deje el café montado, ¿te traigo tu taza Sebas?

-Si por favor. Gracias... Bueno, Santiago ven, sientate, estas muy tenso.

Santiago se removió incomodo y tomo haciendo en el sofá frente a ella, entrelazo sus dedos y se apoyo de sus piernas, necesitaba pensar en que haría ahora, no le apetecía tenerla en casa, podría ser un verdadero problema, pero tampoco podía obviar lo que su amiga le había dicho horas atrás en la sala de clase.

-Entonces, ¿de donde se conocen? No me digan, del instituto.

-Si, me da clase, aparte es mi profesor guía, estoy en primer semestre. -Sophia evitaba verlo por lo que solo se dedicaba a hacer morisquetas a Tomas que luego de unos segundo tomo confianza y corrió a sus piernas riendo y golpeando sus piernas desnudas como tambores.

-¡Vaya! Definitivamente el mundo es demasiado pequeño, bueno, por lo menos te ahorras el cuestionario de mi amigo, como ya se conocen. -Santiago sonreía internamente al ver la alegría de Tomas mientras jugaba con Sophia, y si pensó que era tierna y sensual, ahora su lado maternal le estaba comiendo la cabeza.

-Yo tengo un amigo dinosaurio en el cuarto, tienes que venir a verlo, se van a llevar bien, a el le gusta las niñas bonitas, ¿verdad papa? -Los ojos se posaron de inmediato a Santiago y sintió como un balde de agua fría que caía sobre ella, ahora todo estaba resuelto, y lógico, para ella, es casado y con hijos, pensó, pero ¿como se hubiera sentido si aquella noche la lluvia no los hubiera interrumpido y ese beso se hubiera dado entre ellos? Y justo en ese momento, toda la idealización sobre él se le cayó, y no quedó mas que la imagen de un idiota, que es capaz de ser infiel a pesar de tener a una familia.

La verdad tras el libro (P#3) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora