Capitulo 34

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Sophia

Pasada una media hora casi, Santiago ya estaba bañado y acostado en su cama, Jessica se había ido a trabajar, por lo que también pensé que era suficiente y debía irme ya, Sebastián y Camila parecían ocupados hablando, cuando volvieron a la sala, aproveche para levantarme y anunciar que me iría.

-No, pero ¿por qué te vas a ir? No hace falta, sabes que te puedes quedar aquí cuanto quieras, y así yo me voy tranquilo a trabajar sabiendo que están las dos aquí.

-Gracias Sebastián, pero en serio, no me siento cómoda, lo mejor es que vuelva a mi casa.

-Ehm, perdón que me meta, pero, oye, si es por lo de hace raro, de verdad, olvídalo, puedes quedarte, me haría bien también compañía, quizás podemos salir a tomar un café o algo y me muestras un poco de aquí, no conozco nada.

-A mi me parece una genial idea, yo debo irme, pero, espero de verdad que decidas quedarte, nadie te está corriendo -Se acercó a mí y dejó un beso en mi frente tomando el maletín que estaba en el sofá donde antes estaba sentada, y al alejarse compartió miradas con Camila. -Mantengo lo que te dije. -Camila solo desvió la mirada, y por primera vez la note algo nerviosa, sin dudas había mucha historia entre ellos.

Sebastián salió de la casa y el ambiente volvió a ser incómodo, Camila frente a mi, y nuevamente yo sin saber cuál sería el siguiente movimiento.

-Hay un café a unas calles de la playa, queda a unos diez minutos de aquí si vamos caminando, pero vale la pena.

-¡Uh! Me encanta la idea, me cambio y salimos.

Corrió rápido fuera de la salada dejándome sola otra vez, me senté para superarla y frutería mis manos con nerviosismo, cinco minutos después ya había vuelto, con un vestido largo, suelto y blanco, impecable, su cabello rojo recogido en una coleta alta, y lentes de sol, esbelta, sabía cómo llamar la atención, me sentí muy básica a su lado con mi camisón negro que usaba como vestido, y con mi shorts corto que me cubría por si se me levantaba el camisón.

No creo que lo hiciera aproposito, pero estaba claro que veníamos de mundos muy diferentes, ella en totalidad olía a clase, dinero, y fama, yo era muy corriente a su lado.

-Estoy lista, vamos. -Tomo su cartera y guardo su celular, yo guarde el mío en el bolsillo de mi shorts y salimos de la casa, en todo el camino yo iba nombrandole las calles y señalando algunos lugares interesantes para que visitara luego, y ella parecía atenta a todo lo que decía, me relajé, y trate de sacar todas mis inseguridades de la cabeza.

Al llegar al café nos sentamos rápidamente en una mesa que diera su vista a la playa, aunque no estaba cerca, igual se lograba ver el mar desde esa distancia.

-Me encanta, y huele delicioso, quiero un café ya.

-Aqui sirven los mejores, eso te lo puedo asegurar.

Ordenamos y mientras esperabamos nuestra orden, Camila comenzó una conversación.

-Siento si fui algo brusca con lo que te dije en la casa, mi intensión no era hacerte sentir mal o incómoda.

-No pasa nada, solo, no me lo esperé.

-Lo se, y lo siento, es algo en lo que tengo que trabajar, no quería asustarte, lo que dije antes de que me caías bien, lo decía en serio, al verte puedo darme cuenta lo buena niña que eres, y por eso salté a decirte lo que te dije, porque no me gusta enterarme que estás mal por culpa del tarado de Santiago.

Trate de regular mi respiración, la verdad no me sentía cómoda hablando del tema.

-De hecho, no había hablado con él hasta anoche, que me llamó, realmente no me lo esperé, creí que todo el asunto de "nosotros" había acabado, bueno, en realidad no estoy segura de si alguna vez comenzó.

-Conozco demasiado a Santiago, no dudo que haya intentado algo contigo, eres una chica hermosa, y de su tipo, el problema es él, no sabe cómo manejar una situación donde involucra a alguien del sexo opuesto, te lo digo porque siento como si te culparse de algo, y no quiero que te sientas así, él es un idiota y ya, es un hecho.

-wow, para ser amigos, no lo aprecias demasiado...

-no te engañes, fuimos amigos por muchos años, y seguirá siendo así, como te dije antes, como amigo es un amor, pero para el amor, no tanto, se enamoró de quién era su mejor amiga, y ella de él, pero la vida le hizo una mala jugada, y se casó con otra, rompiendole el corazón a esa chica, por años, no sé que fue peor, si la cura o la enfermedad, por eso lo que digo, y lo admito, me enoja todo lo que ha hecho y como se maneja, por eso te advierto, pero sigue siendo mi amigo, solo digo verdades, igual, tu más que nadie sabes por todo lo que pasó y lo complicado que es él hasta para si mismo.

-La verdad... Con lo que me acabas de decir solo me confundes más, en realidad yo no sé nada sobre él... Y sobre su amiga... No, no sabía yo...

-Ahi te equivocas, cariño, sabes toda su historia, solo que no lo crees...

-No se a que te refieres...

Fuimos interrumpidas por la camarera que nos trajo las bebidas y dos platos con cheesecake.

No había entendido a que se refería, pero no me quedaría con la duda, así que apenas volvimos a quedarnos solas, retomé la conversación.

-Tenias razón, este café esta delicioso.

-¿Que quisiste decir antes?

-¿Decir de qué?

-Sobre lo de que conozco su historia.

-Ah si, ¿es en serio? No crei que lo tenía que explicar, según lo que se Santiago te llamo anoche.

-Si, pero no hablamos de su vida, solo me dijo algo absurdo de que él...

Me detuve a pensar, lo que me había dicho, el libro, ahora lo de la amiga, su relación con Cassandra, no, ¿como podría tener relación? Era tan absurdo de creer que yo... ¡Oh por Dios!

-Lo que me estás queriendo decir es que...

-Mira, Santiago podrá ser lo que quieras y mas, pero en lo que te dijo anoche, no te mintió... Sebastián algo me contó de lo del libro que él escribió sobre su adolescencia y todo por lo que pasó con Kiara y Cassandra, bueno, tú sabes de eso, su intención no era publicarla pero, en ese entonces Santiago vivía en un piso compartido con otro chico que trabajaba en una editorial, y le propuso publicar la historia, le aseguró bastante dinero si la vendía a la editorial, Santiago estaba desesperado por todo lo que pasó con su padre, y necesitaba el dinero, pero bueno, el resto es obvio, fue estafado, y este tipo se robó la idea, el libro se publicó y salió a la venta, gustó, gustó demasiado, pero otro se llevó todo el mérito, Santiago estuvo mal por mucho tiempo, Sebastián trato de levantarlo y ayudarle a seguir, por eso le propuso que vivieran juntos, y le consiguió un trabajo en el instituto de letras, todo lo que leíste ahí, de hecho, es su vida, no te mintió, por eso también cuando se enteró que el imbécil iba a dar la cara para definitivo quitarle lo poco que sentía que le quedaba de su pasado, se puso como loco, Sebastián me llamó muy preocupado, para él no es nada fácil, y necesita tenernos cerca, lamento si quizás te estoy dando demasiada información de golpe, pero siento que debías saberlo, más porque él quería que lo supieras, por encima de otras personas que quizás están a su lado pero él no las siente.

La verdad tras el libro (P#3) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora