Santiago.
La alarma sonó, hoy no debía ir a clase, me tomé la semana, que la alarma sonara era una de las cosas que estuve evitando desde anoche, pero es hora de afrontar las cosas, y debía volar de vuelta a Inglaterra esa misma mañana, volver a ver a mis amigos y... volver a verla a ella.
Tengo mi maleta preparada desde hace un par de días justo a lado de mi cama, todavía no podía creer que estaba pasando, llevé mis manos a mi cabello y lo alborote tratando de despertar todos mis sentidos, debía desperezarme.
-¡Papa! ¡papa! tito dice que veré a mama, ¿a donde vamos esta mami?
-Si campeón, tu madre esta allá esperándote, y vas a conocer a tus primos también.
-Yo conocí a Luna y Luca, son muy chiquitos y frágiles -aguante la respiración sin darme cuenta, Tomas me estaba hablando de los hijos de Kiara, y me costaba digerir aún que me hablaran de ella sin que me doliera en el pecho.
-Si, y también vas a conocer a la pequeña Ellionor, es la hija del tío Marc, ¿recuerdas al tío Marc? -asiente entusiasmado y sale corriendo de mi cuarto gritando en busca de Sebastian, me levanto para asearme y comenzar a vestirme.
Una vez listo bajo para encontrarme con la mirada divertida de un Sebastian que comenzaba a despertar mis dudas, siempre tramaba algo, y tenía la cara de que esta vez no era la excepción.
-¿Todo listo? -Asenti y salí de la casa ignorando su sonrisa que ocultaba una carcajada.
-Pareces un psicópata, deja de verme así idiota.
-Oh, no puedo amigo mio, no puedo. -No se que cojones estaba pasando con él, pero tampoco estaba de ánimos para entrar en su juego de adivina porque estoy tan contento.
Dejé mis cosas en el maletero y subí al auto, Tomas estaba inquieto jalando el cinturón de seguridad y moviéndose de un lado a otro.
-Tomas quedate quieto, me estas poniendo de los nervios.
-Ya quiero ver a mama -alargo sus palabras como si la idea de no verla le doliera, realmente admiraba el vínculo tan fuerte que han creado, se que Cassandra lo daría todo por él.
-Y yo, pero que sigas de inquieto no va a hacer que lleguemos antes, así que te calmas... ¡Sebastian! ¿para cuando? -Le grité desde la ventana y lo vi cerrar la puerta de la casa junto a bolsas de regalo que dejó en el asiento de atrás junto a Tomas una vez se acercó y tomo asiento de piloto.
-No hay vuelta atrás amigo.
-Deja el drama y avanza de una jodida vez.
-Jodida, Tito, Jodida, Jodida...
-Tomas te he dicho mil veces que no repitas mis palabras, ¡mierda! -no pude controlar mis palabras cuando mi dedo quedo entre el seguro del cinturón de seguridad.
-Mierda, Mierda, Mierda... -Canturreo mientras yo liberaba mi dedo.
-Tomas -lo reté, él solo se rió, sabía cuales eran las palabras, se aprovechaba solo para decirlas en voz alta, tengo un hijo tan grosero o más que yo, algo no hice bien.
-Digno hijo de padre -asenti tras las palabras de Sebastian, no me importaba demasiado, quien si no estaría muy contenta por el vocabulario de mi campeón seria su madre, me esperan un par de gritos.
Llegamos al aeropuerto en hora y media, realmente no quedaba muy cerca de donde vivíamos, pero por suerte no había ni asomo de trágico, llevaba a toma entre mis brazos y en la otra mano mi maleta, Sebastian quería que comiéramos algo antes de que saliera nuestro vuelo por lo que paramos en un restaurante de comida mexicana.
-Joder, que bueno esta esto -Exclame llevando el ultimo pedazo de tacos que quedaba en mi plato.
-Joder, Joder, Joder -rode los ojos.
-Si tu madre te da por la boca será tu responsabilidad pequeño, no quieras venir y culparme a mi, soy tu padre -Tomas pareció comprender el sentido y advertencia de mis palabras y guardó silencio buscando apoyo con la mirada en Sebastian, pero este solo se encogía de hombros, mi campeón sintió por primera vez la presión sobre él y tanto Sebastian como yo nos reíamos de su expresión.
-Por cierto... Hablé con una personita, espero no te enojes conmigo si la ves venir -No comprendí a que se refería, y ¿por que sacaba algo que no entendía tan del aire?
-¿De que me hablas?
-Quizas no seamos los únicos en abordar un vuelo hoy -se encogió de hombros y lo miré sin comprender buscando respuesta, a este que coño le dio ahora?
-¿Quien mas viene? ¿Has adoptado un perro? -Nego pero cuando iba a tratar de adivinar el grito de Tomas me lo impidió.
-¡¡Princesa loca!! -me tense en ese momento tras reconocer el apodo que Tomas le había dado a Sophia, no podía creer que estaba aquí, ¿que demonios hacia aquí?
-Demonio -Ella llegó, bella, iluminando a cada paso que daba, captando las miradas como si fuese un imán, y yo no fui una excepción, alzó a Tomas en brazos y este la rodeó por el cuello escondiendo su pequeña cabeza en su hermoso cuello.
-¿Que haces tu aquí? -No podía evitar sonar molesto, a pesar de que realmente me encantaba la idea de ella viniendo por mi, no me gustaba que me ocultaran cosas.
-Espero no te importe compartir lugar en el avión, parece que viajamos a la misma dirección. -Me levanté con el ceño fruncido mirando con odio al culpable de todo esto, a quien dice ser mi mejor amigo, quien ahora solo se esta riendo de la situación mientras nos observan.
-No sabia que conocías Inglaterra -dije, me mantendría en mi posición, odiaba cuando hacían cosas sin mi consentimiento, Sophia no debería estar aquí, no debía involucrarse tanto en mi vida, no era nadie para hacerlo, y Sebastian sobrepasó mi confianza.
-De hecho no lo hago, sería mi primer viaje fuera de Australia en realidad -Se encoge de hombros y se ve tan jodidamente tierna que tengo que apartar mi mirada de ella.
-¿Para que vienes? -No pude controlar mi tono de hablar por lo que fui mas brusco de lo que esperaba, Sebastian me advirtió con la mirada pero lo ignoré, estaba enojado, jodidamente enojado, esto no lo hubiese aceptado, jamas, ella no tenía que involucrarse de esta manera ¡Joder!
-Vengo por ti.
-Estonces ya puedes tomar tu cosas y volver a casa, no te necesito.
-¿Estorbo? -No joder, no debes estar aquí, pero jodidamente no me estorbas, si pudiera te tomaría en brazos y volvería a mi casa para besarte toda la noche y perderme en tu piel.
-Si, estorbas -asintió pero no se inmutó, y contrario a lo que pensé que haría, se sentó en el lugar de Tomas y sonrió.
-Que bueno, porque me gusta ser un grano en el culo -aprete los puños, simplemente no podía ser así, joder, como juega con mi paciencia y mis ganas que aumentan cada vez mas por ella.
-Culo, culo, culo -Caturreo nuevamente Tomas.
-Por lo menos esta vez en si no ha sido una mala palabra. -fulmine con mi mirada a Sebastian a mi lado, no sabía a cual de los dos matar primero por la estúpida idea de traerla.
-Tu mejor ni hables.
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Hola lectores, si la historia les esta gustado me gustaría que me lo hicieran saber en los comentarios y en los votos, sería de mucha ayuda tener de su participación porque la historia al final es de todos.
Gracias por su atención y feliz día. ;)
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La verdad tras el libro (P#3)
RomansElla lo miró y lo supo, era él, y siempre lo amó, amó cada linea que hablaba de él, aunque en algún momento dudó, dudó tanto como lo amó. Él la miró y no supo que sentir, la odió, odió que supiera todo de él mas de lo que se animaba a contar en voz...