Sophia
Eran pasada las 12am y Amanda no me habia dejado dormir, aparentemente seguía en una lucha interna, y esperaba que la ayudará a resolver lo que pasaba por su cabecita loca, que se disputaba entre dos hombres, su actual novio, y quien humildemente es mi hermanito enamorado de mi mejor amiga, claro, Que poco podía opinar porque no sería imparcial, por mucho que Max me cayera bien, mi hermano es mi hermano, y se todo lo que siente a pesar de que también se la confusión tan grande que mi amiga está teniendo, pero sigo creyendo en ellos.
-Sabes que no puedo ser la más objetiva.
-Entiendo, estoy hecha todo un lío, pasame la botella.
Estire mi brazo hasta dar con la botella en el suelo, luego la destape y de la pasé, mi mirada seguía fija a la pared, ambas acostadas en la cama del hotel, no podía evitar pensar en Santiago, me siento una estúpida por seguir pensando en él pese a que no le importó ni un poco, esos días que estuvimos ahí a pesar de que la pasamos muy bien, Santiago después de ese encuentro, no me buscó, ni siquiera recuerdo habernos cruzado, y quizás eso era lo mejor, para todos, pero, ¿por qué mi corazón se empeñaba en no creerlo?
-¿Qué tienes? Llevas estos días muy rara.
-Solo estoy cansada, no he dormido muy bien...
- ¿No tendrá que ver con cierto sexy profesor?
La miré y me molestó porque se divertía con la situación, pero no quería hablar, no sacaria nada de mi, era ya el momento de pasar pagina.
-Basta de siempre mencionarlo, No, sólo he pasado malas noches, es todo, estoy teniendo problemas de insomnio.
-Perfecto, tu niegalo, pero eso se llama enamoramiento, y no puedes dejar de pensar en él, pero yo, tu mejor amiga, te tiene una gran sugerencia, quizás sea momento de que le des una oportunidad a Tayson.
Rodee los ojos pero fui interrumpida antes de reclamar.
-es sólo una sugerencia, a él si le gustas Sophia, mucho si me dejas acotar, y siento que si sólo le das una oportunidad, quizás podría darte la oportunidad de sentir algo por alguien más.
- No lo sé, ya mucho se ha ilusionado Solo, y tampoco quiero jugar con sus sentimientos, como estas haciendo con mi hermano...
-¿Yo? No es lo mismo, No me cambies el tema.
- No lo cambio, es cierto, mi hermano te adora, pero no eres capaz de enfrentarte a lo que sientes y tomar una decisión, ¿sabes? No siempre se puede evitar el que alguien salga lastimado, así es la vida, así son las relaciones interpersonales.
Me levanté algo alterada, está conversación sólo me ponía de mal humor, ni siquiera deje que Amanda se defendiera cuando salí de su habitación y comencé a vagar por los pasillos, a pocos pasos mi celular sono, era Amanda disculpandose, no quise contestar porque no están de humor, así que en su lugar baje al área de la piscina, quería estar un rato a solas.
No estaba completamente sola, todavía habían un par de personas dentro de la piscina charlando mientras tomaban champaña, yo ignore y seguí caminando hasta llegar a una especie de capilla con una hermosa vista al mar y una banca donde tome asiento, y me apoye de espalda para no perderme de las vistas, era hermoso, lo más relajante después de tanto, la luna iluminaba esa noche como ninguna otra, nada mejor que estar sola y en paz.
Deja que mi mente viajara, por todo lo que había pasado desde que vine aquí, nunca imaginé estar donde estoy ahora, nunca imaginé tener los amigos que tenía, nunca imaginé conocer a alguien del cual después me enamoraria y después sufriría porque no era para mi, menos llegue a imaginar que conocería al autor del libro por el cual se movilizó mi vida, luego que resultó no ser quien crei que era, sino peor, a quien tanto deseaba, esto era una mierda, si hubiese sabido que pasaría todo esto yo... Quizás lo hubiese vuelto a repetir, porque a pesar de todo, conocí a una hermosura pequeña pero inteligente como lo es Tomás, conocí a Sebastián quien siempre fue una gran ayuda para mi, y ahora a Camila, que es una gran mujer, y amiga ahora, viajé, sin ser realmente invitada, todo por amor, y lo que se hace con el corazón, nunca podrá ser un error.
El tiempo pasó, no supe que tanto, pero ya me encontraba completamente sola, así que aproveche eso para quitarme el vestido que traía y bajar las escaleras hacía la playa, corrí, corrí como loca por la arena, y me reí sola, me sentía libre, realmente libre, y me gustaba la sensación.
Jugué con la arena y luego en un ataque de liberación absoluta corrí hacía el mar, no estaba completamente serena, pero tampoco se veía peligrosa, así que me adente, y cuando supe que podía sumergirme, lo hice, me sumergui en lo profundo, cerré mis ojos y sólo me dejé llevar por la sensación del agua salada y mi cierpo, me sentía viajar en ir a dimensión, cuando salí, mi cabello se pego a mi cuerpo y sonreí complacida.
-Sophia...
Me Di la vuelta asustada, saliendo de mi mundo, y cayendo a la realidad, mi corazón se aceleró, y mis ojos comenzaron a humedecer, estaba en el peor momento de vulnerabilidad, no pude decir nada, me petrifique, mientras Santiago frente a mi, se deshacía de su franela y de adentraba al agua.
No estaba soñando, era real, él estaba aquí, y se acercaba a mi, me ardían los ojos, no sabía si por la sal del mar o por las lágrimas que amenazaban por salir, mi cuerpo temblaba pero no por el frío, mi corazón acelerado retumbaba más que una rompiente, y no supe que hacer, cuando lo tuve tan cerca, no intentó tocarme, pero lo único que quería en ese momento era que me abrazara.
-Siento haberte seguida hasta acá, de hecho había ido a tu habitación para hablar, pero no estabas y tú amiga me vio y me dijo que quizás estarías aquí.
No podía creer que fuera real, después de todo, el seguía aquí, ¿por qué me hacía esto? ¿por qué nos hacía esto?
-Sophia, quiero disculparme, se que he sido un completo idiota, que te he hecho daño, no estuvo bien, pero... no se como manejar las cosas, No se com o manejar todo... todo esto que me pasa cuando te veo, cuando te tengo así... tan cerca.
Sentí el suave tacto de sus yemas en sobre la piel desnuda de mi brazo, la piel se me erizo, esto no podía ser bueno, No para mi salud, pero ahí estaba yo, sin apartar la mirada de su mano sobre mi, y luego a sus ojos, esa mirada tan profunda, tan misteriosa, pero a su vez tan frágil.
-Tu más que nadie sabe todo de mi y mi pasado, lo has leído, incluso más de lo que yo me atrevo a recordar, soy un imbécil de profesión, sólo se herir, pero a ti, me parte el alma verte mal, y no se como hacer para alejarme sin herirte... no se...
- No te alejes...
El silencio Reino por unos segundos, deje que mis verdaderos deseos hablaran por mi, aunque fuese en un susurro, que fue suficiente para los dos, cada vez estábamos más cerca del otro, y deseaba permanecer así, Solo los dos, sin problemas, sin malos entendidos, sin pasado, sin otros.
- No te alejes, permanece aquí, conmigo, tu y yo... Quizás sea una locura, quizás no funcione, pero prefiero quedarme con que lo intentamos, por favor, si realmente te importo, no me apartes de tu lado.
Las lágrimas brotaron, como si no pertenecieran a mi cuerpo y quisieran huir de mi, no las detuve, sentí sus brazos rodearme, y luego me encontré llorando en su pecho, con el choque de las olas del mar.
- No te merezco ni un poco Sophia, eres increíble, Dios, cuanto deseaba tenerte entre mis brazos pequeña.
Sólo me abrazó más fuerte, y yo me aferre a él y a nuestro momento, ¿sería real? ¿Por que se sentía entonces como una despedida?
-No me dejes, luchemos juntos.
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La verdad tras el libro (P#3)
Roman d'amourElla lo miró y lo supo, era él, y siempre lo amó, amó cada linea que hablaba de él, aunque en algún momento dudó, dudó tanto como lo amó. Él la miró y no supo que sentir, la odió, odió que supiera todo de él mas de lo que se animaba a contar en voz...