Capítulo 20.

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Capítulo Final

6 meses después


— ¡Buenos días! —Grité. Todos giraron y me vieron sorprendidos.

— ¿Cielo? ¿Qué estás haciendo aquí?

— ¿Disculpa? —Gruñí— ¡Trabajo aquí!

Alex rió. — Cielo, ¿Ves que tu barriga está gigante?

— Claro que la veo. —Bufé— ¡Desde miles de calles atrás cualquiera la ve!

Peter venía caminando y al verme abrió los ojos sorprendido. — ¿Otra vez? —Los chicos a mi alrededor asintieron— Cielito, ya hemos pasado por esto.

Gruñí. — ¡Estoy aburrida...!

— De estar en la casa. —Respondieron los chicos por mí. Los miré entrecerrando los ojos y ellos rieron.

— Ya conocemos la historia, Cielo. Pero estás embarazada, y más para nuestra razón, puedes tener a Annie en cualquier momento. —Dijo Marcus.

Gruñí. — Estaré bien. Sólo quiero estar aquí. Iré a leer, ¿Sí? Y me tomaré un café.

Los chicos rieron y se alejaron a sus trabajos. — Eres un caso serio. —Me dijo Peter— Vamos, te acompaño.

Sonreí y ambos empezamos a caminar hacia el lado de lectura y café. — ¿Cómo está todo aquí?

— Muy bien. —Sonrió— Todo perfecto, parece que a las personas cada vez les gusta leer más. Ya tengo un nuevo proyecto.

— ¿Sí? ¿Cuál?

— El lugar de aquí al lado, la cafetería. —Sonrió— La venderán.

— ¡Genial! —Sonreí— ¿Y entonces?

— La voy a comprar. Así los chicos podrán venir por su libro, y luego podrán venir a la cafetería y leer tranquilamente allí, tomándose un rico café de compañía.

— Eso es fantástico, Peter. —Sonreí— Es sinceramente una gran idea.

— Y ya tenemos nuestra cliente número uno. —Dijo riendo.

— ¿Quién? —Su mano señaló a una esquina, Venecia se encontraba allí haciendo muecas extrañas al libro que estaba leyendo. Y junto a ella una taza de café recién servida— Ella es increíble.

— Lo sabemos. —Rió— Viene todos los días. Y la verdad espero que sigan llegando libros nuevos, siento que en cualquier rato se va a quedar sin nada para leer. Todos los días toma uno nuevo. —Reí. — Bueno, ya estás aquí, y tienes buena compañía.

— Lo sé.

— Ella te quiere. Dice que eres como su otra madre. —Asentí feliz— ¿Lo sabías?

— Sí. Todos estos meses que han pasado ella ha estado muy unida a nosotros, incluso dice que Annie será su hermana menor. Ella es una chica grande, pero con sentimientos de niña pequeña.

Peter sonrió. — Ve.

Asentí y caminé hacia Venecia, su sonrisa creció, tomó un sorbo de café y pasó la página. — ¡Hey! —Saludé sonriente.

Venecia apartó un poco el libro y se levantó para abrazarme. — ¡Cielo! —Sonrió. Luego frunció el ceño y me miró entrecerrando los ojos— ¿Qué haces aquí? ¡Te dije que iría más tarde!

·Bajo el mismo cielo·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora