Capítulo Final
6 meses después
— ¡Buenos días! —Grité. Todos giraron y me vieron sorprendidos.
— ¿Cielo? ¿Qué estás haciendo aquí?
— ¿Disculpa? —Gruñí— ¡Trabajo aquí!
Alex rió. — Cielo, ¿Ves que tu barriga está gigante?
— Claro que la veo. —Bufé— ¡Desde miles de calles atrás cualquiera la ve!
Peter venía caminando y al verme abrió los ojos sorprendido. — ¿Otra vez? —Los chicos a mi alrededor asintieron— Cielito, ya hemos pasado por esto.
Gruñí. — ¡Estoy aburrida...!
— De estar en la casa. —Respondieron los chicos por mí. Los miré entrecerrando los ojos y ellos rieron.
— Ya conocemos la historia, Cielo. Pero estás embarazada, y más para nuestra razón, puedes tener a Annie en cualquier momento. —Dijo Marcus.
Gruñí. — Estaré bien. Sólo quiero estar aquí. Iré a leer, ¿Sí? Y me tomaré un café.
Los chicos rieron y se alejaron a sus trabajos. — Eres un caso serio. —Me dijo Peter— Vamos, te acompaño.
Sonreí y ambos empezamos a caminar hacia el lado de lectura y café. — ¿Cómo está todo aquí?
— Muy bien. —Sonrió— Todo perfecto, parece que a las personas cada vez les gusta leer más. Ya tengo un nuevo proyecto.
— ¿Sí? ¿Cuál?
— El lugar de aquí al lado, la cafetería. —Sonrió— La venderán.
— ¡Genial! —Sonreí— ¿Y entonces?
— La voy a comprar. Así los chicos podrán venir por su libro, y luego podrán venir a la cafetería y leer tranquilamente allí, tomándose un rico café de compañía.
— Eso es fantástico, Peter. —Sonreí— Es sinceramente una gran idea.
— Y ya tenemos nuestra cliente número uno. —Dijo riendo.
— ¿Quién? —Su mano señaló a una esquina, Venecia se encontraba allí haciendo muecas extrañas al libro que estaba leyendo. Y junto a ella una taza de café recién servida— Ella es increíble.
— Lo sabemos. —Rió— Viene todos los días. Y la verdad espero que sigan llegando libros nuevos, siento que en cualquier rato se va a quedar sin nada para leer. Todos los días toma uno nuevo. —Reí. — Bueno, ya estás aquí, y tienes buena compañía.
— Lo sé.
— Ella te quiere. Dice que eres como su otra madre. —Asentí feliz— ¿Lo sabías?
— Sí. Todos estos meses que han pasado ella ha estado muy unida a nosotros, incluso dice que Annie será su hermana menor. Ella es una chica grande, pero con sentimientos de niña pequeña.
Peter sonrió. — Ve.
Asentí y caminé hacia Venecia, su sonrisa creció, tomó un sorbo de café y pasó la página. — ¡Hey! —Saludé sonriente.
Venecia apartó un poco el libro y se levantó para abrazarme. — ¡Cielo! —Sonrió. Luego frunció el ceño y me miró entrecerrando los ojos— ¿Qué haces aquí? ¡Te dije que iría más tarde!
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·Bajo el mismo cielo·
RomanceEl peor día de tú vida, quizás, sólo quizás, pueda ser el mejor. Jamás dejar el teléfono en algún lugar había sido tan romántico. Quizás estamos en la época en qué en vez de dejar una zapatilla de cristal dejamos teléfonos. Para Cielo Howland...