·Bajo el mismo cielo·

Capítulo 16.

— ¡Hey! —La saludé— Encontré vuelo para más tarde, a las 9 de la noche.

— ¿Qué? —Me miró preocupada.

Sonreí. — ¡Sí! Después de "la Boda" recogeré mis cosas y me iré. —Suspiré— Debo ver a mis padres, Tania.

Sonrió débilmente. — Tienes razón, no voy a detenerte. La llamada de tu madre de verdad fue extraña.

— Sí.

— ¡Bueno! ¡Vamos a arreglarnos! —Gritó y empezó a caminar hacia su habitación— ¡Tenemos un arresto que presenciar!

Loca, es loca.

Caminé a mí habitación y me arreglé sólo un poco. Tendríamos que ir de todas maneras a la peluquería, encontrarnos con Anastasia y dejar que nos arreglaran unos extraños.

Minutos después nos encontrábamos de camino hacia la peluquería. No me sentía ni nerviosa, ni angustiada. Realmente ahora lo único que me preocupaba era ir a ver a mis padres.

— ¡Chicas! —Gritó Anastasia emocionada.

— ¿Sólo nosotras? —Miró Tania alrededor, y sí, realmente éramos nosotras tres de nuevo.

— Mamá y sus amigas fueron a arreglarse a otro lugar. —Sonrió— Y eso es genial.

— ¿Bien? —Sonreí.

— Bueno. —Habló Anastasia— Como verán, tenemos todo el lugar para nosotras. —Sonrió. Tres chicas se acercaron muy sonrientes hacia nosotras— Chicas, ellas son Dalila, Grace, y Cintia. Ellas serán nuestras estilistas, por éste largo rato que estaremos aquí.

— Un gusto. —Respondimos Tania y yo a la vez.

— Bueno. —Habló Grace. ¿O era Dalila? No lo sé— ¡Manos a la obra!

Asustada miré la cara de las tres chicas frente a mí. Una de ellas me tomó del codo, me jaló a una silla, y me sentó de golpe. — Bueno, dulzura. ¿Cómo es tu nombre?

— C-Cielo.

— ¡Vaya! Lindo nombre. —Sonrió— Yo soy Grace. — ¡Grace! La había atinado al primero, genial— Haré de ti, una gran novia.

— N-no. —Negué— Ella es la que se va a casar.

Sonrió apenada. — Creí que tú eras la novia del chico.

— ¡Grace! —Gritó Anastasia— ¡Estás hablando mucho!

Reí y me relajé. — Ignórame mejor. —Dijo Grace nerviosa. Tomó unas cuantas cosas extrañas y empezó a mojar mi pelo. Me gusta que hagan cariño en mí cabello, por lo tanto no dude en cerrar los ojos— ¿Te estás durmiendo? —Rió.

Me sonrojé. — Disculpa es que... me da sueño cuando hacen cariño a mi cabello.

Grace rió. — Mejor sigamos.

*   *   *   *

— ¿Por qué siento que me veo mejor que Anastasia? —Le susurré apenada a Tania. No era ego, ni nada por el estilo. Pero de verdad creía que realmente era así.

— Porque es así. —Sonrió.

— Cielo. —Me llamó Anastasia.

— ¿Sí?

— Llevarás las flores tú.

— ¿Yo? ¿El ramo de flores?

Asintió. — Sí, es que yo... no quiero llevarlo. —Sonrió nerviosa.