No entres en el juego

Pelea, pelea, eh, eh.

Pov Jane

En cuanto cogí mi moto me fui derecha a mi casa, al llegar esperé a que James apareciera por la puerta pero no pareció, ahí fue cuando me di cuenta de lo que había hecho, Diablo al escucharme entrar se tiró encima mío dándome un "abrazo" cuando se bajó subí a ducharme y me fui a dormir cayendo en los brazos de mi almohada (mi mejor amigo) y con Diablo al lado mío... Aún sabiendo que dentro de unas malditas horas volvería a despertar y no por el despertador.

(...)

Sonó el despertador e hice​ lo más normal...  lanzarlo contra la pared, odio el Pipi... Pipi... Pipi... del maldito despertador, al final no me quedó otra que levantarme para ir al instituto, me duché ya que no había tenido una buena noche, estaba entera sudada, me vestí (ropa en multimedia)  y bajé a desayunar sin James ya que él estaba en casa de Boo, por lo que pasó ayer, al terminar de desayunar y de ponerle la comida a Diablo subí a lavarme los dientes, cogí mi mochila con mis deberes, sin hacer ya que:

1. No tuve tiempo.

2. Me daba pereza.

Saqué mi moto del garaje no sin antes dejar a Diablo suelto por casa y fui hacia el instituto, otro día más, no había mucho tráfico por lo que no tardé en llegar, estaban todos los estudiantes hablando con su grupo de amigos, aparqué mi moto y como no, los chismosos empezaron a hablar sobre ¿Quién es la de la moto? Fijo es nueva... O cosas así, me bajé de esta y guardé mi casco en la mochila, moví un poco la cabeza para recolocar mi preciosos pelo y vi a Boo a lo lejos, al ver con quién estaba puse una mueca de asco y empecé a buscar a Sam con la mirada, me cae bien y punto, la encontré con un grupo de nerds, al llegar a su lado todos me miraron con miedo menos Sam que estaba "normal" un poco nerviosa pero nada más.

- Hola Sam. - Saludo lo más amable posible, ignorando las miradas curiosas.

- Oh... hola Jane. - Saluda nerviosas.

- ¿Vamos a dentro? - Pregunto ignorando las miradas curiosas de todo el mundo, cotillas.

- Sí... Sí, claro. - Acepta dudosa, cogió su mochila y miró a los demás de forma extraña, no la voy a matar ni hacer nada por el estilo

- Sam, sabes que no te voy a hacer nada ni a ti ni a tus amigos, ¿verdad?. - Pregunto seria pero sincera, asintió más tranquila, nos quedamos hablando con sus amigitos hasta que me cansé.

- ...Es que pensaba que estabas enfadada conmigo por lo del el vídeo y eso... - Explica triste y con arrepentimiento en su voz.

- Sam, tú no hiciste nada malo solo contarme la verdad. - Replico amable, la va a acabar dando algo... - Mejor entramos ya porque si no vamos a llegar tarde y me cae mal la profe de historia. - Digo bufando, asintió riéndose, justo cuando íbamos a entrar se quedó quieta.

- ¿Por qué quieres entrar conmigo? ¿No te bajará tu popularidad? - Pregunta bajando la cabeza avergonzada ¿qué?

- Me caes bien y lo que los demás digan me da igual. - Y es verdad, al ser una figura pública por el tema de las carreras y peleas mucha gente me crítica y que me critiquen sinceramente me la reflanflinfla, que se metan sus críticas por donde les quepan.

- Y encima, tengo una amiga que te haría un cambio radical encantada aunque fea no eres. - Admito sonriendo y es verdad, Sam es muy linda. Al entrar en el edificio nos separamos para ir cada una a su taquilla a por los libros y esas cosas, pero algo o mejor dicho alguien me lo impidió, ya que estaba apoyado en mi taquilla, impidiendo que la pudiera abrir. Gruñi frustrada.

- Jane, mírame. - Pide Jayden, le ignoré. - Joder, Jane por favor mírame por lo menos eso, ya te pedí perdón. - Se queja, le volví a  ignorar, como él no se iba a ir hice el amago de irme yo pero alguien me agarró del brazo impidiéndolo, cambié mi expresión radicalmente a una de mala leche y me giré, al ver que era Nico me solté de su agarre de forma brusca y le miré de la peor manera posible haciendo que tragara saliva.