No entres en el juego

Querido monstruito, esto es por ti.

- Señorita Miller, entiendo que las expulsiones pueden llegar a ser duras, pero confio en que pueda terminar el último trimestre en otro instituto, conocerá a compañeros nuevos y...

- Cállese. - Espeto ya cansado de oírle hablar sobre lo mismo durante mucho tiempo. - Que me haya echado me importa una mierda. - Me sincero apoyándome en la pared y secándome las lágrimas.

- ¿Entonces por qué esta así? - Pregunta preocupado, que se meta en su vida no en la mía.

- No es asunto tuyo. - Espeto frívola, asintió sin decir nada más. ¿Qué había hecho mal? Le pedí perdón, muchas veces, admitir que le quería... ¿Por qué no me perdonó? ¿De verdad que esto es un adiós? Me voy a volver a romper y esta vez nadie me podrá arreglar, por una parte quería salir de aquí corriendo y suplicarle perdón, por la otra (mi parte más cuerda) Me daba un bofetada como la de Tiffany por pensar si quiera en pedir perdón.

- Terminemos con esto Miller. - Gracias, por fin se da cuenta de que no quiero estar aquí. Se levantó de su silla y se colocó detrás mío poniéndome una mano en el hombro para guiarme por los pasillos hasta mi taquilla, quité su mano con brusquedad e ignoré su resoplido, a medida que avanzaba por el pasillo las personas se apartaban de mi camino y bajaban la vista para no mirarme, el director detrás mío murmuraba cosas perplejo, en cuanto llegamos a mi taquilla la abrí, guardé todos los libros en mi mochila sin poder evitar dirigir mi mirada a la taquilla de Jayden deseando que estuviera allí, pero no, ya se había ido.

Una vez guardado todo le di la llave de la taquilla vacía, asintió con la cabeza y sin decir nada más se giró para volver a su despacho conmigo detrás. Firmé unos papeles (por la expulsión) y me giré para marcharme.

- Miller, ha sido un honor tener a alguien como tú en este instituto. - Se frotó la cara con las manos y sonrió triste. - Y por tus calificaciones me atrevería a decir que a los demás profesores también. Cuando haya escogido instituto si quiere claro, avísame y escribiré una carta de recomendación.

- Eres tú el que me ha echado, no entiendo porque ahora te pones así conmigo. - Ataco mordaz cerrándole la boca.

- Era o eso o una demanda al centro. - Ah... Eso lo explica todo.

- Gracias por todo viejo, nos veremos pronto. - Asintió con una sonrisa a modo de despedida y sin decir nada más salí de su despacho con la cabeza en alto.

Justo al llegar a la salida lista para volver a casa en skate, Boo se me lanzó encima, literalmente.

- ¿Qué hacías con el director? ¿Por qué le has dado la llave de tu taquilla? ¿Por qué tu mochila tiene pinta de pesar mucho? ¿Por qué tienes los ojos azules claritos? ¿Has llorado? ¿Qué ha sido de Jayden te...?

- Me han expulsado. - La interrumpo cortante cerrándola la boca, no quería que terminara su última pregunta.

- ¿Qué has hecho? - Pregunta repentinamente triste.

- Defenderte. - Respondo escueta, fue hace unas semanas, cuando hubo una pelea en la cafetería contra los del grupo de Nico por... Por intentar hacerle daño a Bonnie, a mi Bonnie.

- Jane... - Replica triste.

- Rubia, estaré bien, te lo prometo y no, no te cambiaras conmigo, terminarás aquí el año, y nos veremos siempre después de clase, prácticamente vives en mi casa. - Sonrió triste y asintió.

- He quedado con Tayler para tomar algo... Luego te llamo. - Indica señalando el coche de Tayler donde esperaba con unas gafas de sol puestas. Asentí y la di un beso en la mejilla, sonrió y fue hacia él súper contenta, al llegar a su lado la abrazó y la dio un dulce beso en los labios sacándola una sonrisa que la llegaba a los ojos.