34- ¿Listo?

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Sábado.

Fin de semana.

Nervios.

Una y otra vez esas palabras atropellaban mi cabeza como si esta fuese una pista de carreras de automóvil. El día había llegado, y sin darme cuenta de cómo había sucedido estaba en la escuela de baile de Jungkook buscando algún tipo de vestuario que estuviese acorde para usar esa misma noche. Además de baile, de vez en cuando se impartían clases de teatro en una sala algo apartada en la última planta del edificio, y siempre disponían de algunas prendas sencillas para simular algún tipo de vestimenta necesaria en la representación.

—¡Ey, Yoongi! —La voz de Jungkook me distrajo un momento de mi inútil intento de relajación para hacer que avanzase hasta el lugar en donde se encontraba. Los escasos días que habían pasado desde la vez que practicamos en esa misma ubicación me habían permitido conocerle un poco más puesto que, al igual que mis amigos, se había pasado por el lugar de trabajo de su pareja y mío, y de vez en cuando nos habíamos quedado hablando. Cada vez venía menos gente, las semanas anteriores habían sido demasiado atareadas ya que, según Jackson, la razón por la que se estaba acumulando tanta gente era porque se había organizado una especie de celebración enorme de un concierto en el que participarían diversos grupos durante más de dos semanas. Vino gente de todo el mundo, incluso varias semanas con antelación para no quedarse sin entradas puesto que solo se vendían en taquilla. Me sorprendió no haberme enterado antes, más que nada porque Seokjin era todo un amante de los grupos del momento y el no haberme comentado nada había hecho que llegase a dos conclusiones; o no se atrevía a ir, o no quería hacerlo solo. ¿Por qué no me invitó, entonces? ¿Por el cúmulo de trabajo, quizá? No quise sacarle el tema, mi intención no era recordarle el evento al que no había podido ir por, quizá, mi culpa. —Quizá esto os sirva, ven a echarle un ojo. ¡Jiminnie, ven también!

Cuando me acerqué, el de cabello oscuro sostenía un par de chaquetas blancas, a simple vista de mi talla, algo peculiares. De ellas colgaban un par de tiras de la misma tela y contaban con una cremallera de color dorado. 

—Gracias por ayudarnos en esto. 

Asintiendo y sonriendo, el menor me tendió una de las chaquetas que tenía en la mano con la intención de que me la probase. Me quedaba como un guante, al igual que a Jimin. ¿Para qué servirían en una representación? Más bien parecían para nuestro fin, es decir, un concierto o algo similar.

—Yo también he encontrado algo, justamente blanco. ¡Es como si pensásemos igual, Kookie!

Ya se estaban comenzando a poner cariñosos. ¿Qué era eso de "Jiminnie" o "Kookie"? Si a Seokjin se le ocurriese llamarme "Yoongicchi" o algo parecido, le dejaría de hablar hasta que se disculpase como fuese debido.

Yoongi, que no estás saliendo con él.

Gracias, cabeza, por recordarme lo que terminó de agotar mi buen humor.

Tras terminar de coger lo que necesitábamos, acordamos en llevar botas negras y pantalones rotos por las rodillas, vaqueros. Para mi sorpresa el vestuario de Jimin no era tan distinto del mío y nos pudimos poner de acuerdo fácilmente. También, comentamos el no ir iguales completamente, y la idea para él de llevar gafas de sol y gorra blanca me pareció expléndida, más incluso que la mascarilla que iba a llevar yo en su lugar.

~

Por fin el último autobús hizo su llegada a la parada más cercana del local para la actuación que tanto habíamos planeado. Era más amplio que los demás, algo normal pues tener un escenario dentro requería su espacio. La luz empezaba a disminuir y cuando abrimos la puerta ya había un par de mesas ocupadas. Su horario era distinto del de los demás, ya que abría a las ocho de la tarde y cerraba a la una del mediodía. Era perfecto para pasar las noches, hacer fiestas o simplemente acudir allí cuando te rompían el corazón y te era imposible conciliar el sueño.

«Tan malo como parece» - YoonjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora