39- Mascota

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  —Pero... ¿te tendrás que mudar? —Taehyung fue el que realizó la pregunta, he hizo que me estremeciese. ¿No lo sabía ni su primo? ¿Entonces Namjoon fue el primero en saberlo?

  —¡No... del todo! Aunque tenga que estar en Estados Unidos vendría de vez en cuando, aunque solo sería puntualmente... —Se le notaba dolido, aunque intentaba darnos una sonrisa. —Pero no os preocupéis, no os libraréis de mí tan fácilmente. —Su mirada se posó en mí mientras que la sonrisa de sus labios no se tambaleaba. Sabía que lo mío con Seokjin iba a ser imposible estuviese en mi ciudad o no, pero me dolía, me rasgaba el alma que un amor tan fuerte se fuese tan deprisa. No es que hubiese pasado mucho tiempo desde que le conocía, pero era de los que pensaban que no hacía falta un año para que una chispa surgiese y prendiese el fuego de los sentimientos.

—Justo nos acabábamos de reconciliar... —Jimin miró a Jungkook, el cual asintió para darle la razón. Tenía un pequeño puchero que le hacía parecer aún más niño.

—Te vamos a echar de menos. —Dijo el menor del grupo, ladeando la cabeza y mirándole con tristeza. Todos los demás soltamos un sonido de aprobación. Tanto sus amistades antiguas como recientes le habíamos cogido mucho cariño, aunque no hacía mucha falta decirlo. El ambiente hablaba por sí solo.

—Más te vale venir a nuestra boda, cuando sea. —Pellizcando los mofletes de Taehyung, mi mejor amigo nos regaló una de sus brillantes sonrisas. Por un momento me imaginé a mí mismo recogiendo el ramo que tirasen, si es que lo iban a tirar, quizá por darme alguna esperanza que no ser tan desafortunado en un futuro.

Solo quedaba yo por hablar, pero es que mis palabras no salían. Mi garganta me bloqueaba, me impedía murmurar siquiera, mas no me impidió llevar una mano a la pierna de mi amigo para acariciarla con pena cuidadosamente.

—Me despediré de ti en el viaje, como es debido. —Cualquiera podía malinterpretar mis palabras, pero más lejos de significar algo indebido, habían declarado mi declaración. Si se iba a ir, ¿qué importaba que le dijese lo que sentía? Total, no me iba a corresponder, y si lo hacía... no, no era posible y punto. Mis pensamientos se basaban en lo peor, en caso de que mi plan fuese contracorriente el Yoongi del futuro decidiría qué hacer.

Antes de que el castaño pudiese contestar, nuestros pedidos llegaron y comenzamos a devorar en silencio. De vez en cuando soltábamos algunos comentarios que hicieron que el tema del trabajo de Seokjin quedase apartado completamente. Reíamos, nos divertimos tanto que cuando nos quisimos dar cuenta ya estábamos pagando, o más bien Seokjin estaba pagando ya que nos había invitado.

—Chicos, yo me tengo que ir. Tengo que rellenar unos papeles y hacer unas cuantas cosas para poder corregir los exámenes... —Hoseok se giró hacia mí cuando puso ímpetu en la última palabra. —Para los que has estudiado, ¿no es verdad, Yoongi?

Mierda, mierda y mierda. Se me había olvidado por completo que la semana siguiente teníamos los finales. La mayoría de las materias eran pan comido para mí. Todo lo relacionado con componer, leer o similares lo tenía más que dominado, pero la historia era lo que no aguantaba, y empollarme todos los temas del semestre de golpe era mi rutina que conseguía salvarme por los pelos.

—S-sí, claro. Lo tengo cont...

—¿A qué lugar de España fue Chopin a recuperarse de su salud, y en qué año?

—...

—Seré tu amigo pero sigo estando en prácticas. No puedo aprobar a alguien porque sí ya que tengo una revisión de lo que haga. Si no quieres vivir debajo de un puente por tener que pagarte la matrícula del año que viene, te recomiendo que estudies.

«Tan malo como parece» - YoonjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora