27- Parejas

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El resto del turno pasó con una lentitud que ni yo mismo sabía que podía experimentar. Estaba deseoso por descansar después de todo lo que había pasado, la sola idea de pensar en mi posible derrota me hacían flaquear. No era la primera vez que competía, sabía controlar mi estado de ánimo frente a los duelos, especialmente sabía mantener la calma y autoconvencerme de que no iba a cometer ningún error y que me sería sencillo ganar. No era confiarse, mi mente no dejaba de barajarse la posibilidad de una derrota pero simplemente desviaba ese pensamiento con el fin de lograr que lo único que ocupase mi cabeza fuese la letra de la canción que iba a entonar con mis cuerdas vocales.

Llegaron pasados unos minutos los miembros del grupo restantes, aunque no vinieron a la vez. El primero que se adentró en la cafetería fue el más alto de todos, Namjoon. No me extrañó, sabía de alguna manera que no iba a dejar pasar la oportunidad de disfrutar de unos momentos con el chico del que no dejaba de pensar. Por suerte, no volvió a pedir tarta. Precisó un café con hielo que se tomó al lado del castaño, y antes de que le diese tiempo a terminarlo, vi entrar a Hoseok y a Taehyung, en ese orden, buscando con la mirada la mesa en la que estaban sentados los demás.

-Por aquí, chicos. -Me incliné hacia delante cuando estuve a su altura, fingiendo ser una especie de mayordomo, a lo que me respondieron con una risa, y me acompañaron hasta los asientos libres al lado de ambos amigos. Al fin, estaban los cuatro reunidos, y yo les estaba tomando el pedido.

-Hacéis buena pareja. -Taehyung se apoyó en la mesa con los codos, apoyando la cabeza en las manos con la mirada fija en su primo. -¿No nos estaréis ocultando algo, no? -Se atrevió a comentar, con una sonrisa de lo más pícara. Por desgracia para mí, no me encontraba lejos cuando pronunció aquel atrevimiento. Me encontraba en la mesa de al lado, limpiándola, y no evité lanzarle una mirada asesina que no captó nadie a excepción de Hoseok, el cual propinó un codazo en el costado de su novio para indicarle que no había sido buena idea pronunciar aquello.

¿Por qué te molesta, Yoongi? Sabes que va tras de él, no es nada nuevo.

-Gracias, siempre me dicen eso cuando estoy con alguien -Todos comenzaron a reír a excepción del chico que frotaba con furia el trapo contra la madera sujetada por cuatro patas. -¿Tú qué opinas, Jinnie? ¿Deberíamos intentarlo?

Suficiente, mis mofletes se estaban tornando de un color rojizo y mis cejas estaban formando curvas en mi frente. El del café con hielo pasó el brazo alrededor de los hombros del testigo de la conversación, atrayéndole hacia él para darle palmaditas en el hombro. Seokjin se limitó a soltar una risa nerviosa, evitando contestar. ¿Acababa de declararse así porque sí y le estaba correspondiendo? ¿Desde cuándo se sentía así? Me lo hubiese contado, estaba seguro de ello. Algo no cuadraba, algo no estaba bien. ¿Era porque sentía que me iban a volver a dejar de lado? No, era por algo más, algo que no lograba entender.

-Pues a mí me pega más con Yoongi. -Tosí. Tosí como si me hubiese atragantado con mis propios pensamientos. Hoseok me miró, con una sonrisa. ¿Qué tramaba? Ahora el color de mis mejillas no era por furia, sino por vergüenza.

Cuando recorrí mi mirada por cada individuo pude ver la variedad de emociones humanas en sus caras. Hoseok sonreía, como si hubiese realizado una buena acción. Taehyung tenía los ojos abiertos como platos y la boca entreabierta, como si hubiese entendido la lección que tanto le había costado comprender en clase. Seokjin, en cambio, me miraba. Se había deshecho del brazo de Namjoon y le temblaban ligeramente los labios, quizá estuviese igual de avergonzado que yo en ese momento. Por último, el que estaba su lado... levantaba una ceja, y portaba una sonrisa de lado. Debería estar algo molesto, ¿por qué me miraba así? Todos esperaban una respuesta de mi parte y no por parte del que estaba siendo víctima de los comentarios. ¿Qué se suponía que debía decir?

-¿Qué? -Fingí no haberme sorprendido por aquello, algo tarde. No tenía manera de arreglar la situación, eso estaba claro. -¿Qué se supone que tengo que responder?

-¿Te gusta Seokjin? -Taehyung, quise darte una patada, la más fuerte que hayas recibido nunca, pero en la entrepierna. Se estaba volviendo como Hoseok, o eran tal para cual. Opté por ambas, empezaba a entender por qué le había elegido a él como su pareja.

Aunque su pregunta no era mala. ¿Me gustaba Seokjin?

Era atractivo, y bastante buena persona. Había hecho mucho por mí y era alguien en quien podía confiar. Su simple presencia me apaciguaba y su olor me relajaba, y a veces no podía apartar la vista de él. También había tenido pensamientos acerca de "atacarle", pero eso fue por la fiebre, no reflejaba nada.

No, no me gusta.

O bueno, me había dejado de gustar Hoseok.

Eso era que no me gustaba nadie, y si no me gusta nadie, no me gusta Seokjin.

Tenía sentido... ¿no?

-¡Yoongi, necesitamos que traigas unas cosas a la dos! ¿Cuánto tiempo necesitas para limpiar una mesa?

Jackson, gracias por trabajar conmigo aquel día. No sabías de la que me habías salvado, aunque más bien no sabía si me había salvado realmente.

No me volví a parar como tal frente al grupo de cuatro. Pasaba, llevaba cosas y las traía, pero no volví a escuchar una conversación parecida ni participé en similares. Lo que sí noté fueron los ojos de Taehyung y Seokjin fijarse en los de Jimin cada vez que se aproximaba a ellos. No intercambiaron palabra, pero a Taehyung no pareció importarle, más bien el que tenía ganas de hablar era Seokjin. A veces le veía abrir la boca para llamar su atención con algún saludo pero al instante se arrepentía y no le decía nada. 

Pasaban las horas, aquellas interminables horas, hasta que llegó el momento de la salida. No me crucé con Jimin ya que le habían permitido salir antes de lo previsto, algo que preferí. Me quedé con ganas de comentarle algo más sobre el encuentro pero no le di prioridad y deduje que lo mejor sería explicárselo al día siguiente.

Taehyung se enganchó a su primo, y el otro hizo lo mismo. No querían despedirse pero cada uno sabía que el otro tenía unas responsabilidades a cumplir el día siguiente, a lo que tuvimos que actuar separándoles entre Hoseok y yo. Namjoon se quedó mirando, riéndose por lo bajo, y finalmente cada uno se fue por su lado.

Seokjin y yo andábamos a la vez tapados por el amplio mando que era el cielo nocturno cubierto de brillantes y lejanas estrellas.

-Yoongi. -Miraba al suelo mientras llamó mi nombre. Había estado haciendo aquello desde que nos adentramos en las calles y no había dicho una palabra. Supe que estaba pensando, y tampoco le quise molestar.

-Dime, Seokjin.

Tomó aire y dirigió su vista al cielo. Me recorrió un escalofrío de arriba a abajo, algo iba a suceder, cómo no, y no sabía si estaba preparado para escucharlo.

-¿Yo... yo te gusto?

«Tan malo como parece» - YoonjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora