Una Tormenta Y Un Cachorro - YoonMin

Capítulo ocho: Compras

Estábamos sentados en una cafetería dentro del centro comercial. Habíamos salido con la excusa de ir a comprar ropa para el cachorro.

Cada visita a cada tienda era una pelea entre Jin y yo. ¿la razón? El castaño quería ropa en tonos pasteles para el cachorro mientras que yo prefería negro y blanco.

Así que NamJoon decidió que él iba a comprar la ropa para el cachorro.

Al principio los dos nos enojamos, pero después de ver lo que él elegía estuvimos de acuerdo en que no estaba nada mal. Le había comprado ropa deportiva, algunos buzos como los que quería Jin y continuamente le preguntaba a JiMin si le gustaba.

YooNa había venido con nosotros, se notaba disgustada. Pero más tarde hablaría con ella.

— YoonGi, ya no mas... — volví a concentrarme en mi pequeño que señalaba su yogurt.

— Tienes que terminarlo cachorro — exigió NamJoon al muchacho, nos habíamos puesto mas estricto con sus comidas desde que supimos su peso.

— Termínalo y haremos algo divertido — intenté persuadirlo para que comer no fuera un acto tortuoso, si JiMin comenzaba a asociar la comida con un sentimiento de desagrado, todo sería peor.

— ¿Haremos algo que quiera?  —preguntó con ojos brillantes, parecía emocionado.

— Lo que tú quieras — acaricié su cabello y le mostré mi mejor sonrisa.

Después de escuchar aquello retomó su cuchara y la hundió en aquel vaso con yogurt, frutas y algo de dulce para llevarla a sus labios y masticar mientras sonreía con los labios sellados.

— ¿Mañana podemos reunirnos con los inversionistas? — preguntó YooNa llamando mi atención.

— Mañana nos reuniremos con el hombre de marketing que nos ayudará con las ideas para el restaurant — informó NamJoon a la beta que hizo una mueca de desagrado.

— No creo que eso sea tan importante — habló YooNa nuevamente queriendo desprestigiar lo que ya estaba decidido.

— Tú sabes porque hicimos este viaje. Los inversionistas solo quedaron de paso. Agradece a NamJoon por eso, así que iremos primero al restaurant y se acabo la discusión — respondí tajante. No me gustaba cuando ella se expresaba de mala manera hacia alguno de nosotros. Quería atención y se volvía alguien insoportable.

— YoonGi... — observé al cachorro — ya terminé ¿ahora si podemos hacer lo que yo quiera? — entrelazó nuestras manos. Después se acercó un poco más a mi costado y recostó suavemente su cabeza en mi hombro. Me mostró una sonrisa tan deslumbrante que me ponía celoso solo el pensar que alguien más podría ver esa preciosa sonrisa, enamorarse y querer a mi cachorro.

Este chico sabía como jugar.

Escuche un pequeño sonido, mire hacia Jin quién tenía su teléfono en la mano apuntando hacia nosotros.

— ¡Aw! ¡Salieron tan lindos! —  comentó burlándose de nosotros dos.

— yo la quiero — dijo el moreno mientras miraba la foto.

— ahora te la envió — respondió el castaño muy tranquilo mientras hacía lo que quería con nuestra imágen como si fuera dueño de ella.

— Borra eso — intenté quitarle su celular pero él fue más rápido y lo escondió en su bolsillo.

— Vamos YoonGi... me lo prometiste — habló el albino, luego estiró mi mano hacia él e hizo un puchero.

Me levanté con toda la pereza del mundo.