Narra Briana:
Lo que más odio es andar con prisas por las mañanas. Me había quedado dormida y ahora tenía que ducharme a toda prisa. Hoy comenzaba en mi nuevo trabajo, inspectora de homicidios en la comisaría 13.
Me duche lo más rápido que pude y después me vestí con una camisa blanca y unos vaqueros negros. Dejé mi pelo suelto, y me termine de preparar en menos de cinco minutos.
Vivía en un piso en Londres, con mi hermano, Axel Stone.
Es más mayor que yo, pero aún así vive conmigo. A parte de ser mi hermano, también es uno de mis mejores amigos.
-Axel, me voy.- Dije entrando en la cocina.- Llego tarde, me he dormido y no tengo tiempo de...
-¿Desayunar?- Dijo ofreciéndome un café para llevar.- Capuchino con un toque de canela. Tú favorito.-
-¿Te he dicho alguna vez cuanto te quiero, hermanito?- Dije cogiendo el café y dándole un beso en la mejilla.
-Por lo menos un millón de veces, pero no me importaría que fueran un millón y una.
-Te quiero.- Dije cogiendo mis cosas.
-¡Intentar que no te maten en tu primer día!- Grito mientras mee dirigía a la puerta.
-¡No te prometo nada!- Dije saliendo de casa.
La comisaría estaba a unos diez minutos en autobús, los cuales aproveche para terminarme el café que me había preparado mi hermano.
Desde que era pequeña siempre he querido ser inspectora de homicidios. Todas las niñas soñaban con ser cantantes o actrices, pero yo no era así. Yo veía las noticias con mis padres y me enteraba de todos los delitos que se cometían en Londres. Mi padre siempre me decía que tuviera cuidado con la gente desconocida, y yo le decía que cuando fuera mayor, llevaría a esa gente ante la justicia.
Axel estudio en la universidad y ahora trabajaba en una protectora de animales. Trabajaba con todo tipo de animales: Perros, pájaros, peces... se le daba realmente bien empatizar con los animales.
El autobús llegó a mi parada, yo me baje y tire el vaso desechable del café. Camine por la calle sin pararme. Mire el reloj me faltaban diez minutos para que empezará mi reunión y ya estaba en el edificio.
Me pare delante de la puerta. Aquel edificio imponía un poco, era alto, con ventanas a partir del primer piso. La fachada parecía antigua y la neblina matutina de Londres hacia que pareciera de otro siglo.
Al entrar, me acerque a un mostrador que había para atender a la gente que venía a reclamar cosas o pedir ayuda en algo.
-Hola cielo, ¿En que puedo ayudarte?- Dijo la mujer.
Era una mujer de color, con el pelo negro recogido en una coleta. Llevaba un uniforme de patrulla, y en la chapa del nombre, ponía Charlotte Bauer.
-Hola, soy Briana Stone. La nueva inspectora de homicidios.
-Si. La capitán Morris está esperándote.
-Muchas gracias.- Dije sonriendo.
Deje que Charlotte siguiera con su trabajo y yo me encamino hacia el ascensor. Subí a la tercera planta y cuando las puertas se abrieron y observé toda la comisaría. Estaba llena de gente de acá para allá, pero yo en ese momento, solo era capaz de mirar hacia la puerta de la capitán Morris, y cuando llegue, toque la puerta.
-¿Capitán?- Dije abriendo la puerta.
-Si, adelante.
La capitán parecía una mujer fuerte y decidida, de unos 38 años más o menos. Cuando me vio, sonrió un poco y se acercó.
-¿Briana Stone?- Dijo acercándose.
-Si, soy yo.
-Encantada, Briana.- Dijo estrechándole la mano.- Me encantaría ponerte al corriente de como funcionamos aquí, pero tu nuevo equipo tiene un nuevo caso, y tú estás en él.
-¿Así de repente?
-Tenemos trabajo, así que te presentaré rápidamente a tu equipo y comenzaremos a trabajar.- Dijo mientras salíamos de su despacho.
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¡No fui yo!
FanfictionEl primer caso de la nueva inspectora de homicidios, Briana Stone, tiene atemorizada a toda la ciudad de Londres, donde un asesino en serie esta siguiendo las macabras historias de Edgar Allan Poe. Para resolver el caso Birana tendrá que aprender a...