El primer caso de la nueva inspectora de homicidios, Briana Stone, tiene atemorizada a toda la ciudad de Londres, donde un asesino en serie esta siguiendo las macabras historias de Edgar Allan Poe. Para resolver el caso Birana tendrá que aprender a...
Iba en el coche patrulla que conducía Tyler. Conducía a toda velocidad por donde yo le indicaba guiando a los demás coches.
Cuando llegamos a donde creía que se ocultaba mi hermano gemelo, los coches rodearon la casa y los policías salieron y tomaron posiciones para entrar. Yo me quedé detrás de Tyler, tampoco me dejaba acercaba más.
Tyler, JJ y Reid iban por delante de mi, apuntando con sus armas hacia la puerta hasta que otro grupo apuntó con sus linternas hacia la puerta y entonces todos retrocedieron y yo palidecí.
-"Daniel, entra solo y desarmado."- Leyó JJ.
Habían escrito eso es la puerta con algo que parecía... sangre, pero no estaba seguro.
-¿Es sangre?- Pregunté.
-No, es pintura en spray.- Dijo Reid.- Y tiene toda la pinta de ser reciente, la pintura está fresca.
Los policías empezaron a murmurar entre ellos, entonces me adelante, pero Tyler me agarró del brazo.
-Eh, eh, eh. ¿A donde te crees que vas?
-Ya habéis visto el mensaje. Voy a entrar.
-Eso es un suicidio.
-No queda mucho para entrar en la hora en la que Jack mata, tengo que entrar ya.
Tyler seguía agarrándome del brazo, pero entonces le mire serio y vi que estaba bastante preocupado por Briana y me soltó.
-Como oiga un solo disparo pienso entrar corriendo.
-Un disparo y entráis, nada más.
-Hecho.- Dijo y me soltó.
Me giré y me encaminé hacia la entrada. Reid tenía razón, la pintura era fresca, Jack me esperaba.
Abrí la puerta y casi me quedo con ella en la mano, este lugar se caía a trozos. Entré y vi la rejilla donde le habían sacado la foto a Briana, me acerqué y vi que no había sangre. Bien.
En la planta baja no había nadie, pero escuchaba ruidos en la plana de arriba, así que subí. Las habitaciones estaban llenas de cosas raras y cosas manchadas de sangre, cosa que me helaba las venas. En la última habitación vi a un chico de espaldas. Asomé la cabeza y vi a Briana sentada en una silla.
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Llevaba un vestido azul de vete a saber que siglo. Lo que me revolvió las tripas fue que tenía las muñecas atadas a la silla con cinta americana, e iba descalza. Parecía que le hubieran pegado una paliza y tenía la mirada perdida, y algo me decía que seguía sufriendo por algo.
-Briana...- Dije casi en un susurro.
El chico al que había visto, estaba delante de un lienzo. Me veía venir el cuento: El retrato oval. El chico comenzó a reírse y después de dio la vuelta hacia mi. Era exactamente igual que yo, pero algo más rubio, con los ojos muchísimos más verdes y un pequeño tatuaje en el cuello.
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-Hola hermano.
-¿Jack?
-Ya creí que no venías.- Sonrió. Tenía la voz mucho más grave que yo, y eso hacía que me diera mucho más miedo.
-¿Daniel?- Dijo Briana cuando por fin me vió. Parecía drogada.
-Tu cállate.- Dijo Jack apuntándole con una pistola.
-¡Déjala en paz!
-¿O que?- Se rió.- Ni siquiera me conoces.
-Somos hermanos.
-A buenas horas.
-Jack, ¿por que haces esto?
-¿Que por que hago esto?- Se volvió a reír.- Para hacer justicia.
-¿Donde ves la justicia matando personas?
-El final de esto era contigo en la cárcel, pudriéndote en una celda.
-¿Pero que te he hecho yo?
-Nacer.- Dijo serio.- Nuestros padres no podían cuidar de dos niños, y tuvieron que elegir. Se quedaron contigo y a mi me dejaron en una mierda de orfanato. Iba de familia en familia sufriendo malos tratos.
-¡Pero yo no tengo la culpa de eso! ¿Acaso hablaste con ellos?
-Por supuesto que sí. Hace tres años, fui a casa de nuestros padres, sabía que tú irías también. Quería una explicación e intentar ser una familia, pero me dijeron que ellos no querían otro hijo, tenían su familia hecha ya y no querían cambios.- Hizo una pausa.- Lo que pasó después no lo vieron venir. Las llamas fueron cobrando vida y ellos fueron perdiendo la suya. En ese momento me sentí bien por primera vez en años.- Dijo mirándome con un maníaco.
-Tu provocaste el incendio que mató a nuestros padres...
-Piromano de mierda.- Dijo Briana.
-¡He dicho que te calles!- Grito Jack acercándose a ella.- Cállate o te meto un balazo en la cabeza.
-Jack.- Le llamé.- Deja que ella se marche, esto es cosa nuestra.
-No, no, no...- Dijo poniéndose detrás de Briana.- Ella no se va hasta que tú confieses.- Dijo poniendo una mano en su hombro y con la otra apunto con la pistola a su cabeza.
-No puedo, ya saben que eres tú.
-Somos gemelos, y... aveces nos confunden...- Sonrió malicioso.- Tu elijes. O tu vida o la suya.