Narra Daniel:
Iba en el coche patrulla que conducía Tyler. Conducía a toda velocidad por donde yo le indicaba guiando a los demás coches.
Cuando llegamos a donde creía que se ocultaba mi hermano gemelo, los coches rodearon la casa y los policías salieron y tomaron posiciones para entrar. Yo me quedé detrás de Tyler, tampoco me dejaba acercaba más.
Tyler, JJ y Reid iban por delante de mi, apuntando con sus armas hacia la puerta hasta que otro grupo apuntó con sus linternas hacia la puerta y entonces todos retrocedieron y yo palidecí.
-"Daniel, entra solo y desarmado."- Leyó JJ.
Habían escrito eso es la puerta con algo que parecía... sangre, pero no estaba seguro.
-¿Es sangre?- Pregunté.
-No, es pintura en spray.- Dijo Reid.- Y tiene toda la pinta de ser reciente, la pintura está fresca.
Los policías empezaron a murmurar entre ellos, entonces me adelante, pero Tyler me agarró del brazo.
-Eh, eh, eh. ¿A donde te crees que vas?
-Ya habéis visto el mensaje. Voy a entrar.
-Eso es un suicidio.
-No queda mucho para entrar en la hora en la que Jack mata, tengo que entrar ya.
Tyler seguía agarrándome del brazo, pero entonces le mire serio y vi que estaba bastante preocupado por Briana y me soltó.
-Como oiga un solo disparo pienso entrar corriendo.
-Un disparo y entráis, nada más.
-Hecho.- Dijo y me soltó.
Me giré y me encaminé hacia la entrada. Reid tenía razón, la pintura era fresca, Jack me esperaba.
Abrí la puerta y casi me quedo con ella en la mano, este lugar se caía a trozos. Entré y vi la rejilla donde le habían sacado la foto a Briana, me acerqué y vi que no había sangre. Bien.
En la planta baja no había nadie, pero escuchaba ruidos en la plana de arriba, así que subí. Las habitaciones estaban llenas de cosas raras y cosas manchadas de sangre, cosa que me helaba las venas. En la última habitación vi a un chico de espaldas. Asomé la cabeza y vi a Briana sentada en una silla.
Llevaba un vestido azul de vete a saber que siglo. Lo que me revolvió las tripas fue que tenía las muñecas atadas a la silla con cinta americana, e iba descalza. Parecía que le hubieran pegado una paliza y tenía la mirada perdida, y algo me decía que seguía sufriendo por algo.
-Briana...- Dije casi en un susurro.
El chico al que había visto, estaba delante de un lienzo. Me veía venir el cuento: El retrato oval. El chico comenzó a reírse y después de dio la vuelta hacia mi. Era exactamente igual que yo, pero algo más rubio, con los ojos muchísimos más verdes y un pequeño tatuaje en el cuello.
-Hola hermano.
-¿Jack?
-Ya creí que no venías.- Sonrió. Tenía la voz mucho más grave que yo, y eso hacía que me diera mucho más miedo.
-¿Daniel?- Dijo Briana cuando por fin me vió. Parecía drogada.
-Tu cállate.- Dijo Jack apuntándole con una pistola.
-¡Déjala en paz!
-¿O que?- Se rió.- Ni siquiera me conoces.
-Somos hermanos.
-A buenas horas.
-Jack, ¿por que haces esto?
-¿Que por que hago esto?- Se volvió a reír.- Para hacer justicia.
-¿Donde ves la justicia matando personas?
-El final de esto era contigo en la cárcel, pudriéndote en una celda.
-¿Pero que te he hecho yo?
-Nacer.- Dijo serio.- Nuestros padres no podían cuidar de dos niños, y tuvieron que elegir. Se quedaron contigo y a mi me dejaron en una mierda de orfanato. Iba de familia en familia sufriendo malos tratos.
-¡Pero yo no tengo la culpa de eso! ¿Acaso hablaste con ellos?
-Por supuesto que sí. Hace tres años, fui a casa de nuestros padres, sabía que tú irías también. Quería una explicación e intentar ser una familia, pero me dijeron que ellos no querían otro hijo, tenían su familia hecha ya y no querían cambios.- Hizo una pausa.- Lo que pasó después no lo vieron venir. Las llamas fueron cobrando vida y ellos fueron perdiendo la suya. En ese momento me sentí bien por primera vez en años.- Dijo mirándome con un maníaco.
-Tu provocaste el incendio que mató a nuestros padres...
-Piromano de mierda.- Dijo Briana.
-¡He dicho que te calles!- Grito Jack acercándose a ella.- Cállate o te meto un balazo en la cabeza.
-Jack.- Le llamé.- Deja que ella se marche, esto es cosa nuestra.
-No, no, no...- Dijo poniéndose detrás de Briana.- Ella no se va hasta que tú confieses.- Dijo poniendo una mano en su hombro y con la otra apunto con la pistola a su cabeza.
-No puedo, ya saben que eres tú.
-Somos gemelos, y... aveces nos confunden...- Sonrió malicioso.- Tu elijes. O tu vida o la suya.
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¡No fui yo!
FanfictionEl primer caso de la nueva inspectora de homicidios, Briana Stone, tiene atemorizada a toda la ciudad de Londres, donde un asesino en serie esta siguiendo las macabras historias de Edgar Allan Poe. Para resolver el caso Birana tendrá que aprender a...