¡No fui yo!

Capítulo 50: Axel le da las gracias a Tyler

Narra Tyler:

La ambulancia no tardó en llegar, y mientras el resto del equipo se ocupa a de Jack, Reid hablaba con Daniel para calmarle un poco y yo me fui en la ambulancia con Briana.

Le habían cortado las costuras para quitarle el vestido, lo que le dejó la espalda hecha un desastre, además, yo ya había visto todo lo que tenía que ver.

Llegamos al hospital y los enfermos se llevaron a Briana, a mi no me dejaron ir con ellos. Ni siquiera me había dado tiempo a quitarme el chaleco, así que allí estaba yo, con el chaleco antibalas y mi pistola en la sala de espera.

Decidí quitarme el chaleco y entonces, Axel llegó como un rayo.

-¡Tyler! ¿Que ha pasado? ¿Donde esta Briana? ¿Esta bien?

-Tranquilo Axel.

-¿Donde... dónde está?

-En quirófano.

-¿Qui... quirófano?

-Mejor te lo explico desde el principio.

Axel y yo nos sentamos en la sala de espera y yo le conté todo lo que había pasado.

Estuvimos un rato esperando hasta que de repente, llegó un doctor diciendo que la operación de Briana había concluido. Axel parecía estar a punto de desmayarse, pero entonces dijo que la operación había salido bien y que Briana ya estaba en planta.

Subimos a la habitación en la que estaba y cuando entramos, vimos a Briana tumbada en la cama, con la espalda apoyada en una almohada bastante grande. Supongo que la habrían operado también de la espalda y ahora la tendría dolorida.

-Espero que se despierte pronto.- Dije sin dejar de mirarla.

-Lo hará.- Dijo sentándose a su lado.- Y no pienso irme hasta que lo haga.

-Axel yo...- Suspiré.- Lo siento.

-No te disculpes.- Dijo mirando a su hermana.- Le rompiste el corazón, si. Pero ella está viva gracias a ti.

-Daniel ayudo lo suyo.

-Él la salvó, pero tu has estado a su lado desde entonces. Gracias por cuidar de ella. Todo este tiempo.

-De nada.- Sonreí un poco.

-Deberías irte a descansar. Son las seis y media de la mañana.

-Los asesinos no eligen horas lógicas para matar.

-Desde luego. Márchate, si pasa algo te avisaré.

-Esta bien. Nos vemos.

-Adiós, y Tyler.- Le miré.- Gracias por querer a mi hermana.

-De nada.

Narra Briana:

No... no recordaba bien lo que había pasado. Solo sabía que en ese momento me dolía muchísimo la espalda y el cuerpo lo tenía como adormilado.

Intente abrir los ojos, pero me costaba más de lo que pensaba, aunque al final conseguí abrirlos. Cuando lo hice, vi que estaba en la habitación de un hospital llena de flores y que Axel estaba a mi lado medio dormido.

-¿Axel?- Dije confusa y a él casi le da un infarto.

-¡Briana!- Grito y se abalanzó sobre mi.- ¡Gracias a Dios que estás bien!

-Agradezco tu cariño, pero me estás cortando la respiración.

-Lo siento, perdona.- Dijo separándose.- ¿Como estás?

-Algo cansada y confusa.

-¿Recuerdas algo?

-La gran mayoría.

-¿Como esta tu espalda?

No entendía la pregunta, así que me giré​ un poco e intenté mirarme la espalda. En el reflejo del espejo vi que tenía la espalda entera con cicatrizares horribles. Como si todavía tuviera las costuras del vestido.

-¿Cuanto he estado dormida?

-Unos dos días.

-Y Tyler...

-Ha venido todos los días, y le dije que cuando despertarás que le avisaría. ¿Quieres que...?

-Si.- Dije antes de que terminara.- Por favor.

Axel sonrió y después salió a avisar a Tyler. Necesitaba hablar con él.