El primer caso de la nueva inspectora de homicidios, Briana Stone, tiene atemorizada a toda la ciudad de Londres, donde un asesino en serie esta siguiendo las macabras historias de Edgar Allan Poe. Para resolver el caso Birana tendrá que aprender a...
Había pasado un año desde que Shopie y Daniel se casaron. Se fueron de luna de miel un mes a New York.
Hace un mes o así, mi hermano le pidió a Hannon que se casara con él. La llevo a uno de los restaurantes más románticos de Londres y después le pidió la mano en la azotea del edificio, que habían decorado con flores y luces a cambio de una buena propina por parte de mi hermano.
Y yo... bueno, me había ido a vivir con Tyler y le dejé a mi hermano el piso para él solo. Seguimos trabajando codo con codo en la comisaría, pero hace unos meses que cogí una baja. Estaba empabazada.
Esa tarde estabamos los seis en casa comiendo, pero entonces, rompí aguas y tuvieron que llevarme al hospital.
Axel conducía histérico, Hannon iba de copiloto para mantenerle centrado en la carretera. Shopie y Daniel iban en otro coche ya que no entrabamos todos en uno y yo iba en el mismo que mi hermano agarrada de la mano de Tyler.
-Tranquila, todo saldrá bien.- Decía todo el rato.
-No dirías lo mismo si un bebé estuviera reventandote por dentro.
-¡Axel por Dios! ¡Date prisa!- Gritó Hannon.
-¡Voy todo lo rápido que puedo!
-¡AAAAAAAAA!- Grite yo.
-¡Ya está con las contracciones! ¡Pisarle a fondo!- Volvió a Gritar Hannon.
Llegamos al hospital y Axel y Tyler tuvieron que agarrarme para que pudiera andar, por que sino, era imposible. Daniel y Shopie llegaron lo más rápido que pudieron, ya que Shopie también estaba embarazada de cuatro meses. Entonces vimos acercarse una enfermera que en ese momento yo vi como una salvadora.
-Muy bien. ¿Quien de las dos es la que está dando a luz?- Dijo señalandonos a mi y a Shopie.
-¿Esta de coña?- Dijo Tyler.
-¡Yo me voy a casar!- Dijo Hannon enseñándole el anillo de compromiso.
-Hannon, no creo que sea el mejor momento.- Dijo mi hermano.
-¡Es que es precioso!- Dijo dándole un beso.
Entonces volvió a darme una contracción y grite como una poseída.
-Bien, voy a traer una camilla, esperen aquí.- Dijo antes de irse.
-¡Claro! ¿Que voy ha hacer? ¿Poneme a bailar?- Dije.
-Tranquila hermanita. Tu respira.
-Y empuja.- Dijo Tyler.
-Repira.
-Empuja.
-Respira.
-Empuja.
-Respira.
Estaban los dos poniéndome la cabeza como un bombo, así que al final, acabé dándole una torta a cada uno. Ambos se callaron y se miraron entre sí.
-¿A qué ha venido eso?- Pregunto Tyler con la mano en la mejilla.
-Para que os calles un poquito.
-Es que me estabais poniendo nervioso hasta a mi.- Dijo Daniel.
Entonces, la enfermera volvió con una camilla y la epidural preparada.
-¿Epidural?
-Si por Dios.
Mientras me ponían la epidural vi como Daniel se asustaba y agarraba a Shopie de la mano.
-A ti no te ponen eso.- Le dijo asustadisimo.
-Si claro, y me muero.
-Ah no, no, no, no.
La enfermera me tumbo en la camilla y me llevaron a la sala de partos. Le pedí a Axel que entrara conmigo ya que se que a Tyler le daría un ataque de nervios, aunque él no mejoraba mucho pero bueno.
Narra Tyler:
Estaba a punto de darme un ataque de nervios. Mi novia estaba a punto de dar a luz y no me había dejado entrar con ella. No estaba enfadado, pero si histérico.
-Tyler, tranquilo.- Me dijo Hannon.- Todo saldrá bien.
-Eso es lo que me preocupa.
-¿No te ves como padre?- Me pregunto Shopie.
-No lo sé. Perdí a mis padre muy joven y no quiero que a mi hijo o hija le pase lo mismo...
-No le pasará.- Dijo Daniel.- Tomas buenas decisiones, no me mataste y le salvaste la vida a Bri. Lo harás bien.
-Gracias.- Sonreí.
Eran las siete de la tarde y nadie nos decía nada, hasta que después de unos seis cafés, Axel apareció y todos corrimos hacia él.
-¿Y?- Preguntamos todos.
-Todo ha salido bien.- Suspiramos de alivio.- Ya está en planta, vamos.
Subimos a la planta donde estaba Bri y cuando entramos, la vi en la cama, con cara de cansancio sujetando en brazos a un pequeñajo.
-Hola.- Dijo sonriendo.
-Hola.- Me acerque.- ¿Estás bien?
-Perfectamente.
-¿Este es nuestro hijo?
-Si. Es un niño.- Sonrió.- ¿Quieres cogerlo?
-Claro.
Briana me paso el bebé con cuidado y cuando lo tuve le mire a la carita todavía rosada.
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-Hola pequeñajo. Bienvenido al mundo.- Sonreí.
-¿Como se va a llamar?- Pregunto Shopie
-Aaron.- Contesto Bri.- Aaron Hotchner.
La mire incrédulo. No podía creer que le hubiera puesto el nombre de mi padre a nuestro hijo.
-¿Es enserio?
-Pues claro que sí.
-¿Que he hecho yo para merecerte?- Pregunté sonriendo.
-No lo sé. Pero a partir de ahora todo va a cambiar, ¿Lo sabes no?
-Pues claro que lo sé. Y me alegro de que sea contigo a mi lado.- Dije y después la bese.
