Capítulo 17: Le llevo provisiones a Daniel

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Narra Briana:

No creí que fuéramos a tener días libres, es decir, la gente podría seguir muriendo.

Cuando salí de la comisaría, vi que el cielo estaba completamente cubierto por nubes y empezaba ha hacer frío.

Cogí un bus para ir a casa, y cuando llegue, vi una nota de mi hermano en la encimera:

"Bri, me he quedado toda la tarde con Hannon y dudo que vuelva a casa hasta mañana. No me esperes despierta.
Axel"

-Vale, no necesito más información.

Mire por la ventana y vi que empezaban a caer gotas de lluvia. Entonces empecé​ a pensar en que la capitán también pensaba que Daniel era culpable. Tenía que demostrar de un modo u otro que era inocente.

Fuera hacia frío, y pensé en que Daniel lo estaría pasando mal, así que cogí un par de cosas y tras guardarlas en una bolsa, salí de casa en dirección a la casa abandonada. Por las paredes de la casa entraba el agua y había mucha humedad.

Subí a la segunda planta y vi que Daniel estaba encogido de frío en una esquina.

-Daniel.- Dije acercándome a él.

-Bri... ¿que haces aquí?- Dijo tiritando muerto de frío.

Acerque la bolsa, en ella había guardado mantas, ropa vieja de mi hermano, comida y cosas para que Daniel no lo pasará tan mal.

Saqué una de las mantas y la pasé por encima de los hombros de Daniel.

-¿Mejor?

-Mucho mejor.- Dijo aferrándose a la manta.- Gracias.

-De nada. Te he traído un par de cosas que supongo te vendrán bien.- Dije pasandole la bolsa.

-Briana... eres la mejor.- Dijo buscando en la bolsa.- ¿Por que me ayudas tanto?

-Daniel, todo el mundo piensa que eres culpable. ¿Como puede alguien parecerse tanto a ti como para hacer que todo el mundo piense que eres tú?

-No lo sé... yo soy hijo único. Mis padres...- Se le quebró la voz.

-Daniel, no tienes que contármelo....

-Necesitas saberlo.- Me interrumpió.- Yo vivía con mis padres, hasta que un día Shopie y yo decidimos comprarnos una casa y empezar una vida juntos.

-¿Hace cuanto fue eso?

-Unos tres años. Hace dos... el día de mi cumpleaños, Shopie y yo estábamos de camino a casa de mis padres para celebrar mi cumpleaños, pero cuando llegamos... los bomberos se interpusieron en nuestro camino. Habían prendido fuego a la casa de mis padres, un incendio intencionado. El caso se archivo a los dos meses... ni siquiera llegue a despedirme.

-Daniel... lo siento mucho, en cuanto acabe este caso, te prometo que echare un vistazo al caso de tus padres.

-¿Enserio?- Dijo esperanzado.

-De verdad.

-Bri, eres la mejor.

-Solo intento hacer tu tortura algo más... soportable.

-Gracias, enserio.

-De nada, pero ahora tengo que irme. Mañana tengo muchas cosas que hacer.

-Esta bien, hasta pronto.

-Adiós.

Después volví a casa lo antes posible, ya que empezaba a llover. Cuando llegue a casa me puse el pijama y mientras cenaba, me recogí el pelo. Hacia mucho que no cenaba sola, desde que... bueno, desde que deje a mis padres y me vine a vivir aquí. Al principio, estuve sola pero luego Axel apareció en mi puerta y yo le dejé vivir aquí sin ningún inconveniente, siempre y cuando me ayudase con la hipoteca.

Cuando termine de cenar, lo recogí todo y me fui a dormir.

¡No fui yo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora