The Little Liar

4º - No te cansas

Narra Damon

Solo la observo, se me formula una pregunta, ¿Acaso tiene una lombriz solitaria?

Come como si no hubiera un mañana, devoro un sándwich con milanesa, una hamburguesa con queso, papas fritas, tres hotdog, dos porciones de pastel de chocolate con mousse y se esta terminando de comer la séptima fresa bañada con chocolate,

Si eso es un bocadillo, no me imagino lo que será una gran cena para ella.

— ¿Cómo es que todo eso entra en tu estomago? O ¿Cómo es que te mantienes tan bien si comes así normalmente?

Pregunte, mirándola de arriba abajo.

— Entrenándome —me miro de reojo— si me sigues mirando así, te sacare los ojos con la cuchara de helados o te vuelvo a dejar ciego con el shampoo.

— Siempre eres tan dulce —dije sarcástico.

— Si, como tú.

Me sonríe de manera cínica.

— ¿Esta todo bien?

Cuestiona ingresando al comedor.

— Si te refieres a que aun no nos matamos —mirándolo burlón— si esta todo excelente hermanito.

— ¿Cómo es que son hermanos?

— Si ya sé, todo el mundo se pregunta eso, porque soy el más guapo.

— Claro y yo soy una sirena voladora —rueda los ojos y vi como Stefan contiene la risa— a lo que me refiero, es que Stefan, eres educado y amable en cambio tu hermano es... mas arrogante, imbécil, idiota, maleducado, engreído, narcisista —lo iba enumerando con los dedos— la lista puede seguir, pero no me alcanza el día ni los dedos.

— ¡Basta!, te voy a matar mocosa.

Me levante del asiento.

— Aquí te espero abuelo.

Moviendo su mano en señal para que viniera.

Esta chica va encontrar mi límite.

— ¿Abuelo? a hora si verás.

Stefan se acerco para detenerme.

Escuchamos la puerta abrirse

— Ya llegue.

Anuncio el pequeño Gilbert.

— Te salvaste.

Señale ella solo me miro y saco la lengua, se fue donde esta el pequeño Gilbert y se colgó de su cuello.

— El abuelo me esta molestando.

Lo dijo con voz de aniñada mientras me señalaba.

— ¿Qué abuelo? —Levanto la mirada—oh, hola Damon, hola Stefan.

— Sólo hola Damon y hola Stefa, debes de estar bromeando y controla a tu monstruo — me miro y volvió a sacar la lengua— eres tan infantil porque no maduras.

— Madurar es de frutas — se separo de Jeremy levanto los brazos y grito— viva el forever Young, tú eres un amargado abuelo.

— Ya me harte te voy arran... — no pude terminar por que me quede mirando sus ojos, tuve la sensación de que ya los había visto, su mirada me da tranquilidad, se sentía tan bien, me quede unos segundos contemplándolos, hasta que ella aparto la mirada y agacho la cabeza, suspire frustrado — bueno, hablaremos ahora de porque esta niña esta aquí.