The Little Liar

6º Sueño, alucinación o realidad

Narra Damon

Me desperté a causa de ¡gemidos!, ¿¡Qué demonios sucede!? Use mi velocidad vampírica para que no me sintieran, choque con Stefan, nos miramos y agudice mis oídos.

— Aah, para Jer... vas muy fuerte y duele mucho. 

Que demonios no esto de ve ser una joda sigo en un puto sueño.

— Lo siento, es que esta muy tensa, relájate, además es la primera ves que lo hago, así que relájate.

Dios Bonnie no va estar feliz cuando se entere, ni que me importara ahora me importa por que lo están haciendo en la sala de estar.

Admite que te dan celos que ella no este contigo ya quisieras a haya tú mientras tienes un debate mental Jeremy se la esta desflorando cállate estúpida conciencia.

— Aah Jeremy... mas suave... estas siendo brusco.

Ya se colmo mi paciencia y no fui el único al parecer Stefan se puso celoso no es el único que te calles.

— ¿¡Qué infiernos están haciendo?!

Exclamamos Stefan al mimo tiempo.

Cuando los miramos ella estaba acostada en el sofá con la remera arriba tiene una gran cortada en su cadera mientras Jeremy tenia algodón y unas pinza en su costado arriba del velador.  

Carajo la regamos.

— ¿Qué te parece estamos haciendo Damon? Fajando —menciono sarcástica, si supiera que pensé eso y mi hermano también— un segundo ustedes realmente pensaban eso.

—¿Cómo lo sabes? 

Lo mencionamos otra vez al mismo tiempo.

— ¿Qué ahora lees mentes? 

Cuestione.

— No era una broma y se acaban de pisar solos idiotas.

Se levanto ofendida y fue corriendo a las escaleras, cálculo hasta su cuarto, que en realidad es el de Stefan.

Narra Stefan

No quería que se enojara ni siquiera se porque me molestaba la idea que estuviera con otro.

— ¿Qué le paso en la cadera Jeremy?—pregunte.

— Lo que paso es que se me callo un vaso de vidrio, ella no cedió cuenta, vino corriendo y resbalo, se clavo un gran pedazo de vidrio, bueno por obviedad se lo tuve que retirar, desinfectar y justo llegaron ustedes pensando que estábamos haciendo otra cosa.

— Lo lamento no quise ofenderlos.

— A mi no me tienes que pedir disculpas es a ella...

— Pues que espere sentada yo no me disculpare.

Afirmo Damon.

— Ella tampoco las espera de ti —suspiro— lo que sea me tengo ir tengo turno en el Grill suerte Stefan —palmeo mi hombro— la necesitaras.

Se fue y me que de ahí junto a Damon.

— Iré a disculparme con ella, ¿vienes?

— Ya dije que no y porque tendría que disculparme con la mocosa.