El vuelo había durado 16 horas, en las que increíblemente, me las pasé conversando con Summer sobre lo que me había pasado. Ahora me encontraba camino a Holmes Chapel para ir a la casa de mi tía, la casa que alguna vez fue mía. Mi nueva amiga se quedó en Londres, y ahora yo estaba viajando sola en medio de la noche; ya eran las diez y quedaba tan solo una hora de viaje. Creo que probablemente mi tía me recibiera con mucho sueño.
Una voz anunciando la llegada me despertó de mi largo sueño. Ya habíamos llegado y al bajar del bus, pude observar a mi tía con un letrero en la mano que decía “______”
-¡Querida! –Exclamó al tenerme en frente suyo- ¡Cuánto creciste!
No veía a mi tía Margaret desde que tenía diez años, ella solía vivir en ______ (TuPaís) cerca de nuestra casa, pero se mudó a Inglaterra hace poco y nosotros le ofrecimos la casa que habíamos comprado.
-Ya sé tía –Dije abrazándola- Ya vamos a casa que tengo frío.
Entre risas y comentarios halagadores, llegamos a mi antigua casa. Y tal como la primera vez, la casa de Harry era la única que seguía con las luces prendidas. Antes, no sabía por qué, pero ahora tenía una idea; Él estaba allí, celebrando su cumpleaños junto a su familia. Puede que él viva en Londres ahora, pero aún sigue amando a aquellos que le brindaron apoyo siempre y estoy segura que estaba ahí, celebrando.
-En esa casa –Comentó mi tía- Vivía un chico muy famoso. A veces, viene acá para visitar a su familia y en momentos así, todo el vecindario se llena de fans ¡Es una locura!
Reí al imaginar la situación. Harry cumplía su sueño en grande y eso me alegraba demasiado. Yo lo seguía queriendo, pero no sabía si él a mí… Pero lo iba a descubrir, de eso estaba segura.
- Bueno _____ estás en tu casa. Y literalmente, estás en tu casa.
- Ya sé tía –Respondí riendo- Iré a mi habitación a descansar. Buenas noches.
Subí las escaleras corriendo y entré a la que había sido mi habitación durante el tiempo que estuve en Inglaterra. Respiré profundamente y comencé a recordar todo lo había pasado en esa habitación. Recordé que cada noche, Harry me visitaba a desearme buenas noches. Recordé que en aquella cama, alguna vez estuvimos los dos conversando. Recordé que con la misma almohada, yo lo golpeaba entre risas. Recordé que así como ahora, yo estaba acostada pensando en él, había estado muchas veces.
Hoy había sido un día muy extraño y completamente bipolar. Emocionada al principio, triste en un momento, llena de risas después y al final, con mucha confusión y ansiedad. No sé lo que me esperará mañana, pero… Siento que debo arreglar todo lo mal que hice, dejé a mis amigos atrás, ni siquiera me despedí de ellos, dejé a Harry atrás sin siquiera decirle un adiós. Todo me había salido mal mi último día aquí, pero tal vez puedo arreglarlo. O eso creo yo.
Me levanté entre gritos de mi tía avisándome que ya estaba listo el desayuno. Salí de mi habitación, cepillé mis dientes, me di un largo baño y bajé. Como era de esperarse, la comida estaba fría y mi tía miraba televisión mientras yo me dirigía a la mesa a comer un poco.
-¿Cómo dormiste? –Preguntó sin despegar la vista del aparato.
Descontando la horrible pesadilla que tuve en la que Harry moría, se podría decir que bastante bien.
- Bien –Respondí sonriendo- ¿Qué harás hoy?
- Me quedaré aquí en casa ¿Por qué? ¿Quieres salir?
- Estaba pensando salir un rato, quiero hacer algunas cosas –Comenté terminando mi tostada y el vaso de leche.
- Cuídate mucho.
Por suerte, tenía un mes libre antes de que las clases comiencen. Así que, tengo todo el tiempo del mundo mientras esté aquí. Vine antes porque mi inglés no había sido usado durante años y debo practicarlo un poco antes de comenzar a recibir clases en inglés, además, mi tía quería verme y estar unos días en Holmes Chapel es por ella.
Salí sonriendo de casa y después de revisar que tuviera mi celular y algo de dinero me dispuse a caminar por el parque. Debía pensar que debía hacer, debía pensar en qué comenzar y nada mejor que hacerlo, disfrutando del día soleado que había en Holmes Chapel hoy.
Observaba a la gente reír y sonreír, a los niños jugar y caerse, a las parejas besarse y abrazarse. Podía sentir el aire fresco que había en el lugar. Ciertamente, hoy estaba feliz, tenía ganas de arreglar las cosas y después de pensar un rato, decidí que lo mejor, sería acudir a mi amiga primero.
Caminé de vuelta a casa y subí a mi habitación corriendo, mi tía estaba durmiendo y no podía despertarla, pero estaba segura de que lo que buscaba está en el mismo lugar de siempre; mi caja de recuerdos. Guardo hasta la más mínima estupidez allí y ahora no me arrepiento en lo absoluto. Pues al abrir uno de los cajones de mi escritorio, encontré aquel papel que Cody me había dado después de nuestra salida. “75465492 Call me maybe” Reí nuevamente al leer esto, es curioso que yo no lo haya llamado ese día, pero que ahora, esté desesperada por hacerlo. ¿Cómo se lo tomará? ¿Y si mejor le envío un mensaje? Solo le pediré el número de Agus, sonará un poco raro. Creo que mejor debo conversar un rato con él, si es que me recuerda claro.
- ¿Hola? –Pregunté cruzando los dedos- ¿Habla Cody?
- El mismo –Respondió riendo- ¿Con quién hablo?
