Capítulo 5

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Agus y yo habíamos hablado durante horas. Le había explicado todo lo que en realidad pasó y ella supo entenderlo. Había extrañado demasiado a mi amiga, sus risas, sus ironías, sus bromas, sus consejos, sus abrazos. Ella me entendía a la perfección y nunca había tenido a alguien como ella a mi lado. Así como nunca había tenido a alguien como Harry conmigo… Y lo arruiné. 

Decidí hacer algo y salí afuera, el clima había cambiado totalmente, ahora las nubes estaban oscuras, el sol se había ocultado y amenazaba con llover. Suspiré frustrada y tomé un abrigo para caminar un poco. Quería ir a mi colegio, sabía que era estúpido porque ninguno de mis compañeros seguía allí, pero necesitaba recordar cada momento que pasé en ese lugar.

Iba escuchando música, perdida en mis pensamientos y lo único que quería, era llegar pronto porque tenía miedo de la lluvia que se avecinaba. De pronto, tropecé con alguien y al levantar la mirada, mis ojos se llenaron de lágrimas nuevamente.

-¿Ángel? –Preguntó él con la voz entrecortada.

Asentí con la cabeza y lo abracé fuertemente, lo había encontrado, tal y como la primera vez. Podía sentir que su aroma aliviaba todo mi ser, podía sentir esa calma inundándome completamente, podía sentir mi sonrisa asomar en mi cara sin remordimiento alguno, podía sentir como los problemas se desvanecían con tan solo sentir su presencia. Yo lo seguía amando, yo seguía queriéndolo y el miedo de que se fuera de mi lado otra vez, hacía que mis brazos lo apretaran fuertemente hacia mi cuerpo con la esperanza de no soltarlo jamás. Pero eso era imposible.

- Perdón Harry –Dije entre sollozos- Perdón por irme. 

- ¿Perdón? ¿Perdón? ¿Eso es lo único que me dices _____? ¿Sabes cuánto sufrí cuando tú te fuiste? ¿Sabes las cosas que pasaron por mi mente? Yo me negué a creer que tú me habías abandonado, me negué a creer que me dejaste, simplemente estaba destrozado. Dos semanas en el hospital, cada día tenía la esperanza de que tú entres por la puerta y me saludes con tu hermosa sonrisa, pero no… Día tras día la esperanza se desvanecía, tú nunca fuiste a visitarme y cuando me dieron de alta, descubrí que ya no estabas. Te habías ido ¡Me habías dejado solo!

Su rostro expresaba enojo, ira, dolor y decepción. Sus lágrimas no hacían más que hacerme sentir peor de lo que ya estaba. Su voz me decía exactamente lo mismo, pero en sus ojos… En sus ojos podría jurar que se veía una pizca de alegría al verme. Pero una alegría envuelta de disgusto y desagrado. Yo le había fallado, yo había sido una tonta al olvidarlo, yo ya no lo merecía, pero aún así, seguía amándolo. 

No sabía que decir, no sabía qué hacer y por más que intentara arreglar las cosas, yo lo había arruinado todo. “Harry, perdón…” traté decir para que me escuchara, pero era en vano, mi boca no articulaba palabra alguna, yo estaba llorando como nunca, mi corazón estaba lleno de remordimiento y él estaba a punto de perder la paciencia.

- ¿No dices nada? –Preguntó incrédulo- ¿Una explicación? ¿Nada? Creí que eras diferente. Adiós, tengo un avión a Londres que tomar. 

Y tras esas últimas palabras, Harry se fue, dejándome allí, con la palabra en la boca, con el ánimo por los suelos y el corazón destrozado. Pero todo era mi culpa. Caí de rodillas allí mismo y comencé a llorar fuertemente. No me importaba que haya comenzado a llover, no me importaba mojarme, no me importaba ensuciarme, no me importaba lo que la gente pensara, lo único que me importaba era Harry y ahora, él se había ido. 

Podía sentir la lluvia bañando mi cuerpo, podía sentir el frío acorralándome completamente, pero solo eran dolores físicos, dolores que para mí ya no eran importantes, dolores que simplemente me daban lo mismo si los comparaba con el gran dolor que sentía en mi corazón. 

Harry para mí era alguien especial; con cada una de sus bromas, de sus ironías, de sus sonrisas, de sus risas, de sus canciones, de sus estupideces, me alegraba el día. Tiene dos hoyuelos a costados de su sonrisa y cada vez que está feliz, sonríe sin parar. Tiene una forma muy peculiar de peinarse esos rulos extravagantes sobre su cabeza; se inclina hacia adelante, coloca sus dos manos sobre su pelo y luego las mueve graciosamente, logrando que una sensación inexplicable se apodere de las chicas que ven esto. Tiene unos ojos color esmeralda en los que te pierdes si los observas atentamente. Tiene una mirada que expresa absolutamente todo lo que está sintiendo y te puede llegar a enamorar con tan solo observarte a los ojos. Tiene una voz maravillosamente ronca, que incluye un gran talento a la hora de cantar y un gran grado de derretimiento cuando te habla al oído. Y no solo tiene cualidades físicas, tiene una forma de ser fantástica; si estás triste, él te anima de inmediato y si él está mal, puede entristecerte en segundos. Suele hacer bromas pesadas, algunas tontas e incluso aburridas, pero si cada una de esas cosas sale de su boca, definitivamente te enamorarán. Puede ser un poco egocéntrico y decir que es el chico más guapo del mundo, pero también, te llega a enamorar con cada una de sus cursilerías. Así es Harry, simplemente un chico que enamora con su personalidad única. 

Sonreí al pensar en todo esto. No podía dejarlo ir ¡No podía! Yo lo amaba, pero siempre he sido débil, siempre he sido una tonta que hace las cosas mal, siempre he llorado por todo y siempre el miedo me gana. Pero el amor lo puedo todo ¿Cierto? Y si él sigue sintiendo algo por mí, tal vez logremos conseguir nuestro final feliz. Ese final feliz que todos desean. 

Is this love?: I still love you. |Segunda Temporada| Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora