- Disculpa –Dijo Summer con ironía por tercera vez.
- Deja de provocarla –Susurré en su oído.
Caitlin no hacía más que mirarse las uñas, mientras yo trataba de hacer que mi amiga se disculpara, comenzaba a ponerme nerviosa por la indiferencia que estaba mostrando nuestra enemiga en esos momentos, pero sabía que antes de cualquier cosa, había una disculpa pendiente.
- Pido disculpas de parte de las dos –Dije tras un suspiro- No debimos haber forjado tu cerradura, pero tú tampoco debiste haber enviado todas esas cartas y…
- No me importa –Interrumpió- Me da lo mismo esta maldita casa, me da lo mismo lo que hagan aquí y me da lo mismo que intentes hacerte la buenita ahora. Sé perfectamente lo que le hiciste a Harry hace dos años y puede que yo haya fingido ser todas las fans odiándote, pero estoy segura de que si ellas se enteraran de lo que yo sé, actuarían de la misma forma. Así que… ¿Adivina qué? De una u otra forma haré que te arrepientas por haberme quitado a Harry, querida. Y vaya que lo lamentarás.
Su tono cínico y a la vez tranquilo causaba que los pelos de mi piel se erizaran. Siempre que estaba nerviosa era incapaz de articular palabra alguna, pero no me quedaría callada ante su evidente amenaza. Puede que me asustara un poco la chica, pero no me dejaría intimidar así. Claro que no.
- Intentaba hacer las cosas bien –Aclaré- Pero veo que tú no estás en el mismo plan, así que, no me queda más que actuar como tú; escúchame, pase lo que pase, nunca dejaré a Harry. Sí, cometí errores antes y los sigo cometiendo, pero nadie es perfecto y te aseguro que amo a ese chico mucho más que tú, por lo tanto, te tengo noticias… Nunca me apartaré de él.
- Eso es lo que crees –Aseguró.
- De eso estoy segura, querida… Ahora, si me disculpas, debemos irnos antes que la inmadurez y estupidez que rodean este lugar se nos impregne.
Antes que Summer pudiera apoyarme, la tomé de la muñeca y la llevé hacia la entrada de la casa. No quería otra pelea entre esas dos chicas y por más que la odiara, no me permitiría rebajarme a su nivel cometiendo actos tan bisoños.
-¿Y? –Preguntó mi amiga una vez que estuvimos lejos de ese lugar- ¿Qué hacemos ahora? ¿Planeamos otra cosa o qué?
- Estás loca –Reí- No quiero más cosas raras hasta mañana… Necesito descansar y llamar a mis padres, hace tres días que no los llamo.
Ella asintió en señal de respuesta y juntas, tomamos un taxi para ir a nuestro departamento. Ya era tarde e ir a casa era lo único que deseaba por ahora.
- Sí. Estoy bien –Repetí a mi mamá- No. No olvidaré llamarlos nunca más… No te preocupes. Ajá. Lo siento. Ya. Sí. Cuídate. Adiós.
- ¿Y? –Preguntó Summer cuando colgué la llamada- ¿No están enojados?
- Solo un poco, pero, nada que no pueda solucionar… Ahora dime lo que me tenías que decir.
Observé a Summer titubear un poco y luego negar con la cabeza. Era obvio que estaba ocultándome algo, y lo más posible, es que fuera para tratar de no lastimarme. Pero a decir verdad, a estas alturas, estaba dispuesta a enfrentar cualquier cosa.
- Dime ya –Insistí.
- Bien –Suspiró- Ya está corriendo el rumor de que tú eres una mala persona que hace años dejó a Harry y ahora que es famoso volvió para obtener dinero y fama.
Tragué saliva nerviosa y pensé en mis posibilidades: No podía negar el rumor, pues era cierto, estaba algo alterado, pero contenía la verdad. Tampoco iba a mentir a millones de chicas, pues eso no formaba parte de mis talentos ni de mis principios.
- ¿No dirás nada? –Preguntó Summer nerviosa.
- ¿Qué debería decir?
- No sé… ¿Qué debemos hacer ahora?
Nuevamente, me tomé un tiempo en responder para saber que decir, pero la realidad era que mi cerebro no podía formular una respuesta. Comenzaba a asustarme de lo que podía pasar. Comenzaba a dudar de mi fortaleza. Estaba comenzando a dudar sobre todo.
“You’re so pretty, when you cry, when you cry…” Dudé un momento al escuchar el tono, pero luego salí corriendo a contestar la llamada. Había puesto esa canción de tono para cuando Harry me llamara. El solo que tenía Louis en ella, me hacía recordar lo que había pasado entre Harry y yo en París y de alguna manera, me hacía sentir mejor en momentos como este.
- ¿Hola? –Pregunté a través del celular- ¿Harry?
- Ángel… Te extrañé mucho hoy.
- Yo igual –Admití- Creo que esto será más difícil de lo que pensé. Tan solo ha pasado un día.
- No me lo recuerdes –Pidió provocando que yo riera- Estos días no serán lo mismo sin ti a mi lado. No serán lo mismo si no te escucho reír. No serán lo mismo si no veo tu hermosa sonrisa… ¿Estás segura de que no quieres acompañarnos?