Me había equivocado. Sí era posible sentirse peor. Y vaya que era posible considerando la cantidad de cosas que ahora pensaban las fans de mí.
Había invadido la habitación de Summer en busca de su laptop y después de ese pequeño acto de vandalismo, me dispuse a leer todo lo que las fans ponían en las redes sociales de los chicos. Tener ese tipo de cosas no era algo que me desagradara, pero desde que mi vida se enfocó solo en los estudios, dejé de tener cualquier tipo de red social y ahora estaba sumamente agradecida por eso.
¿Qué habría pasado si yo poseyera un twitter o un facebook? Cada una de las fans, día a día, me dijera cuando me odian de una forma no muy cariñosa. Y claro, todo esto gracias a mi buena amiga Caitlin.
-Nótese el sarcasmo en mis pensamientos, Hazza –Dije mientras abrazaba al pequeño gatito.
Era tan suave y adorable, que abrazarlo era un placer. Y era un placer mayor al saber que ese pequeño animal, era la forma de recordar a Harry.
Un sonido en la puerta estorbó en mis pensamientos y supuse que era Summer, quién seguramente, había olvidado sus llaves.
- Hola –Dije tras abrirle la puerta- ¿Cómo te fue?
- Bastante bien, pero veo que a ti no –Indicó señalando mi rostro.
Me di un golpe mentalmente y me reproché a mi misma por no recordar lavarme la cara. Sí, había llorado. Había vuelto a caer. Había vuelto a demostrar cuán débil era a través de lágrimas. Pero al leer cada insulto, cada palabra de odio, cada sentimiento malo hacia mí, no había podido evitar recurrir al llanto.
- Ya sé –Dije suspirando- Pero ya estoy mejor.
- Cuéntame –Pidió- ¿Qué pasó?
Hice una mueca cuestionándome si decirle o no y finalmente recurrí a lo más fácil. Si Summer sabía lo que había pasado, el apoyo moral era algo que no me iba a faltar.
- Hoy encontré a tres chicas afuera del edificio de nuestro departamento –Comencé- Una de ellas me pegó una cachetada y otra me escupió en la cara. Cuando llegué acá, decidí tratar de descubrir el por qué de su comportamiento y me metí a tu habitación para usar tu laptop. Siempre dejas tus cosas abiertas así que fue fácil saber todo lo que piensas de mí las fans.
- ¿A qué te refieres?
Un nuevo suspiro de mi parte se presentó en nuestra conversación y tras pensar en las palabras adecuadas, volví a hablarle a mi amiga.
- Al parecer Caitlin hizo público lo que pasó entre Harry y yo hace dos años… Ahora todos piensan que yo lo dejé tiempo atrás y que regresé por su fama.
- Lo siento –Susurró dándome un abrazo- Tengo tantas ganas de insultarla, pero creo que por ahora será mejor pensar en ti primero.
Asentí levemente y le devolví el abrazo a mi amiga. El nudo en mi garganta todavía estaba presente, pero poco a poco, se iba desvaneciendo al sentir cerca a alguien que no me odiaba.
- ¿Crees que la noticia llegue a los chicos? –Pregunté.
- Creo que sí, pero si quieres podemos hacer que Harry no se entere de nada –Propuso- Ya sabes, podemos hablar con los chicos. Estarían dispuestos a ayudarnos e incluso a aclarar las cosas.
Volví a asentir en señal de afirmación y después de comer la cena juntas, me dirigí a mi habitación a comenzar mi informe. Esta noche sería demasiado larga.
Hacer el informe me había llevado más de cuatro horas y el hecho de estar despierta en la madrugada, no ayudaba a mi estado de ánimo, sin embargo, había estado tan concentrada, que mi pequeño trabajo me había ayudado a distraerme de mis problemas.
Tras revisar mi celular para ver la hora, me di cuenta de que tenía cinco mensajes de Harry y ocho llamadas perdidas del mismo. Otro golpe mental fue el resultado al ver esto. No lo había llamado en todo el día y tampoco le había enviado ningún mensaje… Definitivamente este no había sido mi mejor día.
“¡Cup cake! Siento no haber respondido a tus llamadas y también siento no haberte enviado ningún mensaje. No me he olvidado de ti… Es solo que he estado un poco ocupada, no te llamo ahora porque es muy tarde, pero te resumiré un poco mi día: Fui a la universidad y después de eso me dispuse a hacer un informe importante. Recién lo termino, por eso estoy despierta a esta hora. Prometo llamarte pronto. Te amo”
Sonreí y envié el mensaje a Harry. Seguramente estaba preocupado por mí… Si él tuviera el número de Summer lo más posible es que la llamara a ella, pero por suerte, eso no era así. Amaba hablar con Harry, extrañaba que estuviera a mi lado, pero tampoco quería que ocupe demasiado tiempo en mí. Él era una persona ocupada y yo lo entendía.
Fui hacia mi cama y me recosté, pero el sonido de mi celular hizo que me volviera a levantar. Había recibido un mensaje.
“No habría podido dormir si no me enviabas este mensaje, ángel. Déjame decirte que he pensado todo este día en ti… Y más de lo normal, pues tenía una decisión que tomar; en dos días tengo la posibilidad de viajar a Inglaterra, quiero verte, quiero abrazarte, quiero besarte, pero mi mamá me ha pedido que la visite. Perdón. Nunca olvides que te amo… No te llamo porque después nos quedaremos horas conversando y creo que ambos necesitamos dormir.”
Una sonrisa nostálgica se asomó en mi rostro y lamenté no poder tener a Harry a mi lado en ese momento… Pero a la vez, entendía su situación. Nada malo podía pasar si esperaba unos días más para verlo.